"Antes competíamos entre los opositores, ahora se compite contra el temario". Así ilustra el presidente de la federación que agrupa a las asociaciones de cuerpos superiores de la Administración del Estado (Fedeca), Jordi Solé, el desplome del volumen y la calidad de los opositores en los últimos años. Desanimados por la paralización de los concursos y atraídos por las promesas de prosperidad profesional y económica del sector privado -que ha adelantado claramente al sector público en sus estrategias de atracción de talento-, las mentes más brillantes del mundo universitario han optado desde hace al menos una década por orientar de forma prioritaria sus pasos hacia lo privado. Las consecuencias no se han hecho esperar en los concursos para los puestos más altos del escalafón público: déficit de aspirantes, opositores que no son capaces de superar las pruebas de nivel...
El fenómeno viene agravado por un contexto caracterizado por una edad media de 52 años en el funcionariado español -una de las más altas de toda la UE- y por la certeza inexorable de que de aquí a diez años se jubilará la mitad de la plantilla de la Administración. En las escalas más altas de la Función Pública el asunto es aún más grave: según las estimaciones que maneja el Ministerio de aquí a 2030 saldrán de la Administración el 85% de sus funcionarios de alto nivel. Las señales de alarma saltaron hace tiempo. La secretaria de Estado de Función Pública durante la última etapa de la 'era Rajoy', Elena Collado, perfiló antes de su relevo las líneas maestras de un plan para 'salir a la calle' a buscar talentos sin esperar a que éstos tomaran la decisión de encaminar sus pasos hacia el sector público.
El plan se enfocaba a captar talento de la enseñanza superior. La Administración no tiene ningún problema para cubrir las vacantes en los puestos administrativos y que exigen un menor nivel educativo, donde se presentan decenas de miles de candidatos. La problemática se concentra en los cuerpos superiores de la Administración donde la oferta de seguridad en el empleo, beneficios sociales y aceptable media salarial no ha terminado de convencer a los titulados frente al sector privado.
La moción de censura hizo que no lo pudiera poner en marcha, pero su sucesor en el cargo, José Antonio Benedicto, ha retomado la idea y la ha puesto a andar. En los últimos meses, el Ministerio de Función Pública ha propiciado una veintena de eventos en universidades para difundir las oportunidades laborales que brinda la Administración a los jóvenes titulados, dar a conocer la diversidad de la oferta pública de empleo y tratar de despertar vocaciones funcionariales entre los jóvenes universitarios españoles.
El despliegue no se quedará ahí. Según fuentes del Ministerio de Función Pública, en los próximos meses el Gobierno celebrará al menos una treintena de eventos más -de los que ya tiene cerrados 26- y no sólo en centros universitarios, sino también en centros de enseñanza secundaria (FP) y colegios profesionales. El objetivo, el mismo, estimular "la captación del talento para el empleo público y sobre todo que la gente, universitarios, estudiantes de secundaria, colegios profesionales, sepan las oportunidades de trabajo que tienen en la Administración General del Estado", explican desde Función Pública.
El futuro de la Administración, en el aire
Fedeca, la federación representativa de las asociaciones de cuerpos directivos de la Administración, llevaba años reclamando la activación de algún tipo de iniciativa por parte del Gobierno para dar cobertura a un déficit que observan como la principal amenaza para el futuro de la Administración española. "Muchos jóvenes en la última fase de su formación académica no conocen los trabajos que pueden desempeñar en la Administración y así es difícil canalizar vocaciones hacia el sector público", aseguran fuentes de la organización.
El secretario de Estado de Función Pública, José Antonio Benedicto, admitía hace unos meses en una entrevista en El País que el principal reto que el envejecimiento planteada a la Administración era la atracción de talento joven, no tanto para reducir la edad media de los funcionarios, decía, como para atender los desafíos que plantea la digitalización.
La Administración ya ha empezado a moverse, pero con la lentitud que caracteriza al aparato administrativo del Estado. Fedeca aún espera alguna campaña más decidida para fomentar la atracción de vocaciones hacia la Administración como también medidas en otros ámbitos para hacer más atractivo todo el proceso de acceso a la Administración.
Elena Collado constituyó un grupo de trabajo con Fedeca y sindicatos de funcionarios para avanzar en una reforma del sistema de concurso oposición que lo hiciera más ágil, más atractivo para los opositores y que sustituyera los actuales e infinitos temarios por un esquema de evaluación más moderno, introduciendo otras competencias más allá del conocimiento memorístico del marco regulatorio. El actual equipo de Función Pública también abrió la puerta a establecer algún sistema de becas para opositores para compensar de algún modo el 'lucro cesante' de los jóvenes que sacrifican unos años de su juventud para acceder a los puestos más exigentes de la Administración, a los que es complicado acceder al primer intento.
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