Quinta huelga contra la reforma de las pensiones en Francia, que prosigue su tramitación

  • París.- Francia vivirá este jueves la quinta jornada de huelga general en lo que va de año contra el proyecto gubernamental de retrasar la edad mínima de jubilación a los 62 años, una reforma clave del mandato de Nicolas Sarkozy que prosigue su tramitación parlamentaria.

Francia vive su quinta huelga por las pensiones con menor participación
Francia vive su quinta huelga por las pensiones con menor participación

París.- Francia vivirá este jueves la quinta jornada de huelga general en lo que va de año contra el proyecto gubernamental de retrasar la edad mínima de jubilación a los 62 años, una reforma clave del mandato de Nicolas Sarkozy que prosigue su tramitación parlamentaria.

Los sindicatos esperan superar su capacidad de convocatoria de la última jornada de protesta, que el pasado día 7 reunió, según sus datos, a más de 2,5 millones de personas en las calles de unas 200 ciudades del país.

Fue la mayor jornada de protesta que ha vivido Francia desde 2002 incluso si se tienen en cuenta las cifras del Gobierno, que contó algo más de un millón de manifestantes.

"Podemos llegar hasta los tres millones", aseguran desde el sindicato FO, cuyo líder, Jean-Claude Mailly, no excluye que el movimiento de protesta se radicalice en forma de paros prolongados en las empresas si el Ejecutivo sigue haciendo oídos sordos al grito de la calle.

Pero el frente sindical parece haber perdido algo de la unidad que habían mostrado hasta ahora y desde el moderado sindicato CFDT los mensajes parecen menos contundentes que los de sus colegas.

Consideran que, mientras el proyecto prosigue imparable su tramitación, será difícil proseguir la trayectoria ascendente de número de manifestantes de las protestas, que comenzaron el pasado 23 de marzo, siguieron el 27 de mayo y el 24 de junio para desembocar en la mayor concentración del pasado día 7.

El líder de la CFDT, François Chérèque, afirmó ayer que el Gobierno está "en plena duda", como prueban las concesiones que hizo tras la jornada del pasado día 7, cuando por orden de Sarkozy suavizó la reforma para las carreras largas y los trabajos más duros.

Un nuevo éxito de convocatoria puede lograr que se consigan otros logros, como concesiones para las mujeres que dejaron de trabajar para ser madres, los sénior que están en el paro o los minusválidos.

Frente a los llamamientos a la radicalización, Chérèque se mostró menos contundente y apostó por una nueva jornada de huelga en fin de semana, una forma de que los franceses puedan mostrar su oposición al proyecto sin que eso repercuta en su nómina a final de mes.

El frente sindical se reunirá al día siguiente de la huelga para determinar las acciones a seguir y será un momento clave para conocer si la oposición al retraso de la edad de jubilación remite o si, por el contrario, recobra fuerza frente a la indiferencia del Gobierno.

"Que los trabajadores lo sepan: sólo una demostración de fuerza puede hacer recular a Nicolas Sarkozy sobre un proyecto que considera como un símbolo político", señaló Mailly, mientras que su colega Chérèque consideró que "el Gobierno no podrá mantener sus posiciones".

Los sindicatos confían en que haya un elevado número de manifestantes y a ello se sumen paros en las empresas y, en ese terreno, los transportes son el mejor termómetro para medir el grado de seguimiento de la huelga.

En el tráfico ferroviario, donde el paro comienza esta misma noche, las previsiones indican que se anularán la mitad de los trenes de alta velocidad y que las perturbaciones serán muy inferiores en las líneas con el extranjero, aunque buena parte de los trenes nocturnos, como los que unen París con Madrid o Barcelona, serán suspendidos.

Los trenes regionales y los cercanías de las grandes ciudades también sufrirán importantes perturbaciones, al igual que los transportes públicos, en especial los de París.

En cuanto al tráfico aéreo, las autoridades prevén la anulación de la mitad de los vuelos del aeropuerto parisiense de Orly y el 40 por ciento en el resto de los aeródromos, incluido el de Roissy-Charles de Gaulle.

Aunque será cada compañía la que defina qué vuelos mantiene, se prevén que la mayor parte de las anulaciones afecte a los vuelos internos y que se vean menos afectados los internacionales, en particular, los de largo recorrido.

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