Radicales islámicos de Al Shabab se atribuyen atentados de hoy en Mogadiscio

  • El grupo fundamentalista islámico Al Shabab se ha atribuido los dos atentados a la entrada de un hotel de Mogadiscio donde se encontraba el nuevo presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, y que causaron al menos 4 muertos.

Mogadiscio, 12 sep.- El grupo fundamentalista islámico Al Shabab se ha atribuido los dos atentados a la entrada de un hotel de Mogadiscio donde se encontraba el nuevo presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, y que causaron al menos 4 muertos.

A través de su cuenta en Twitter, Al Shabab indicó que había llevado a cabo "con éxito" los atentados "en un hotel cercano al aeropuerto, en Mogadiscio, donde se llevaba a cabo una reunión de alto nivel".

Asimismo, los radicales indicaron que habían acabado con la vida de "algunos enemigos", y alertaron de que "la operación sigue en marcha".

El presidente somalí resultó ileso tras los ataques, y tampoco resultó afectada una delegación de Kenia encabezada por el ministro keniano de Asuntos Exteriores, Sam Ongeri, presente en la rueda de prensa de Mohamud en el Hotel Jazeera, constató Efe.

Radio Bar-Kulan, la emisora de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), aseguró que se trata de un intento de asesinato del recién nombrado presidente.

Un agente de la policía somalí Yusuf Ali, que se encontraba vigilando el hotel, explicó a Efe que los ataques se produjeron delante del edificio, cuando tres hombres trataron de irrumpir en las dependencias del Hotel Jazeera.

Los guardas de seguridad dispararon contra dos de ellos y acabaron con sus vidas, mientras que el otro se inmoló, y en el ataque resultó herido al menos un soldado de las fuerzas progubernamentales.

El suceso ocurrió un día después de que los radicales islámicos de Al Shabab emitieran un comunicado en el que consideran el proceso de transición en Somalia y la elección del presidente una maniobra de Occidente que no defiende los intereses del país africano.

Mohamud fue elegido presidente el pasado lunes, al obtener los votos de 190 de los 275 diputados del nuevo Parlamento somalí, en un hecho que sirvió para cerrar la transición política en Somalia, iniciada en 2004 y respaldada por la ONU.

A pesar que el proceso político de transición se ha dado por concluido, Somalia se encuentra aún inmersa en una guerra entre las tropas de la Unión Africana, el Ejército somalí y otras fuerzas aliadas, y Al Shabab, que trata de instaurar un Estado musulmán fundamentalista en el país.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.

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