Rajá Pervez Ashraf, un punyabí de perfil bajo para agotar la legislatura

  • El nuevo primer ministro de Pakistán, Rajá Pervez Ashraf, un líder del gobernante Partido Popular (PPP) en la importante provincia del Punyab, surgió como opción de emergencia para aguantar la legislatura hasta los comicios de fin de año.

Pau Miranda

Islamabad, 22 jun.- El nuevo primer ministro de Pakistán, Rajá Pervez Ashraf, un líder del gobernante Partido Popular (PPP) en la importante provincia del Punyab, surgió como opción de emergencia para aguantar la legislatura hasta los comicios de fin de año.

Ashraf, que fue anunciado hoy como candidato principal por el PPP, obtuvo un amplio respaldo de los diputados en una votación en el Parlamento y sustituye así a Yusuf Razá Guilani, que fue inhabilitado el pasado martes por el Tribunal Supremo.

Político de perfil relativamente bajo en las filas del PPP, Ashraf ocupó las carteras de Energía y de Tecnología de la Información en el Gabinete del saliente Guilani, y como otros colegas de Ejecutivo se granjeó acusaciones de corrupción.

Los medios paquistaníes, proclives a dar sobrenombres a sus políticos, bautizaron al exministro como "alquileres Rajá" por su presunta implicación en el fallido y oscuro alquiler de plantas eléctricas que costó miles de millones de dólares al erario público.

Nacido en 1950 en la provincia meridional de Sindh, feudo tradicional del PPP, Ashraf ya ocupó un cargo en el ámbito de acción social en uno de los gobiernos de la asesinada Benazir Bhutto, entre 1994 y 1996.

Hasta 2002 no fue elegido como miembro de la Asamblea Nacional y ganó su escaño por la demarcación de Rawalpindi, ciudad del norte del país vecina a la capital, Islamabad.

El diputado Ashraf renovó su acta en 2008, cuando el PPP accedió al Gobierno, y fue nombrado responsable de Energía a la vez que iba afianzando su posición como hombre fuerte del partido en Punyab, la región de mayor peso y principal caladero de gobernantes.

Antes de acceder a la primera línea política, Pervez Ashraf se graduó en la Universidad de Sindh y se especializó en agronomía, aunque combinó su vocación con negocios inmobiliarios en Islamabad.

El ascenso de Ashraf en las filas del PPP y del Gabinete se vio ensombrecido cuando entre 2009 y 2010 los endémicos problemas energéticos del país llevaron al Gobierno a buscar el apoyo de plantas privadas de producción de electricidad.

El opaco proceso de selección de las empresas concesionarias y la evidente ineficiencia de las ocho plantas contratadas, que no sirvieron para paliar el déficit energético, desataron una agria polémica por el costo millonario de la operación.

Las acusaciones de corrupción llegaron hasta el titular de Energía y en la crisis de gobierno de febrero de 2011 Ashraf perdió su ministerio aunque en una reestructuración posterior consiguió alzarse con una cartera menor, la de Tecnología de la Información.

El actual acoso del Tribunal Supremo a los miembros presuntamente corruptos del Partido Popular, que ya le ha costado el puesto a Guilani y la designación a Majdum Sahahbudín, amenaza con seguir dando dolores de cabeza al PPP con Ashraf.

De momento, el nuevo primer ministro ha dicho antes de entrar en la sesión parlamentaria en la que fue votado para este cargo que su prioridad será luchar contra el déficit energético que ha provocado graves disturbios por todo el país en las últimas semanas.

Tendrá apenas unos meses para demostrar sus capacidades, ya que las elecciones generales serán convocadas este mismo año según anunció un portavoz de su partido, y las circunstancias en las que accede al cargo difícilmente podrían ser más adversas.

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