Rajoy eleva el tono contra Cs por el 'caso Cifuentes' en plena negociación de PGE

  • Intenta animar a los suyos en un Congreso dinamitado por el 'caso máster', con las encuestas en contra y el presupuestos en el alero.
Rajoy besa a Cifuentes
Rajoy besa a Cifuentes

El Congreso del PP, el mismo que iba a significar un impulso de cara a las elecciones autonómicas y municipales y una vitamina anímica para un partido temeroso de las encuestas, que sitúan a Cs en cabeza, se ha visto dinamitado por el caso Cifuentes y por el revés alemán en el caso Puigdemont. Un 'bajonazo' que ha sumido en el estupor a los cuadros del partido en un momento en el que hay más dudas que certezas y en el que incluso ha habido quinielas ante la incertidumbre de que Rajoy fuera ya el mejor cartel.

En esta tesitura, Rajoy ha intentado insuflar el ánimo con un discurso duro y en clave electoralista en el que ha llamado a sus rivales "inexpertos lenguaraces que no gobiernan, y expertos en promesas lisonjeras", en especial a Cs. De ellos ha dicho que "un alcalde del pueblo más humilde de la sierra de Grazalema tiene mucha más experiencia". Lo ha hecho en medio de unas negociaciones de presupuestos con los que cuentan con el apoyo de Cs, pero aún no del PNV, aunque la sensación del ejecutivo es optimista y con Cifuentes en el alero, solo sostenida por ahora porque Cs quiere abrir camino a una comisión antes de tomar una decisión.

Pese a esa dependencia de Ciudadanos, Rajoy ha contrapuesto su partido con los nuevos a los que ha criticado su postura con las pensiones y la realidad económica. "Sensatez, moderación, eficacia y capacidad para cambiar las cosas" es lo que Rajoy ve en su partido tanto gobernando como en la oposición, mientras que en todos los demás, solo percibe gente  que "no ha sabido gobernar nunca o no han gobernado jamás", y que  "por eso lo prometen todo gratis, sin límites y sin compromiso ni responsabilidad".

"No tienen ni idea de España y su único mérito es que no han hecho nada" ha insistido Rajoy en una de las ideas que repite hasta la saciedad. En clave económica ha ninguneado las propuestas de los nuevos partidos que "con una palmada quieren acabar con el déficit, con un ademán arreglar las pensiones y con un gesto el desempleo... y a vivir que son dos días". No es la primera vez que arremete el gallego contra propuestas económicas de sus rivales, en especial Ciudadanos. Ya lo hizo con el contrato único y la mochila austriaca. "Por eso escudriñan y buscan fuera las recetas para España: las primarias de Estados Unidos, el contrato laboral de Dinamarca, la ley electoral de Nueva Zelanda. Como quien consigue imanes para decorar el frigorífico", ha sentenciado, en clara alusión a Rivera.

El presidente ha intentado dinamizar la moral de los suyos desvelando que los que les rodean son poco menos que una "colección de parlanchines que se pasan el día dándonos consejos" y ha dignificado la labor de su Gobierno destacando que si lo que ellos han logrado lo hubieran hecho otros "llenarían España de cartelones" y "se acabaría en incienso para tanto botafumeiro" y "no habría medallas para todos".

Rajoy a los españoles ¿quieren avanzar o retroceder?

Rajoy ha hecho lo que le pedía la realidad en un Congreso que no ha logrado copar las portadas de los medios. Un mitin de campaña en el que ha sacado pecho por la actual situación económica, "nosotros arreglamos lo que otros estropean" y por ser el líder de un partido con "experiencia y resultados demostrados, del que todo el mundo sabe lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Tenemos un pasado con cosas buenas y otras que no nos gustaría repetir, pero otros no tienen pasado o lo tienen y quieren olvidarlo". 

La idea básica de Rajoy era decir a los suyos que sí se puede. El líder del PP  ha animado a ir a ganar las elecciones con la cabeza alta, y con una pregunta para los españoles ¿quieren avanzar o retroceder?, porque "votar no es opinar, y gobernar es más exigente que meter un gol desde el sofá". El presidente se ha mostrado convencido de que "la realidad ganará a la demagogia porque España se juega mucho". 

Rajoy ha tendido la mano al PSOE para pactar la financiación autonómica, pero ha criticado que esté dividido entre los que quieren una cosa y la contraria mientras ha considerado que no es fiable un partido que vota en "contra del candidato del BCE de su propio país, o contra una candidata de su propio partido". Para mostrar su escasa fiabilidad, Rajoy ha destacado que "ahora no les gusta la financiación que ellos hicieron, pero no se ponen de acuerdo en la quieren".

No se ha librado tampoco de las críticas el partido de Pablo Iglesias. Sin citarlo directamente ha sembrado dudas del servicio a un país de dirigentes que "aplauden a aquellos que más lo critican" (en referencia  a Venezuela). 

En cuanto al caso catalán, donde siguen arreciando las críticas por dejar su solución en manos de los jueces, el presidente ha manifestado que "el 155 ha cumplido con su propósito" porque "los independentistas no han logrado ninguno de sus objetivos", y ha pedido a los suyos que estén orgullosos por trabajar por la unidad del país. Rajoy ha pedido a su gente seguir trabajando por España con la convicción de "pertenecer a un partido que es una realidad, que no promete lo que no puede cumplir y que el resto son hipótesis y apuestas". El presidente cree (o eso ha querido mostrar en Sevilla) que la más segura sigue siendo el PP.

tapa con aplausos sus verguenzas

Rivera contesta al presidente

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha acusado hoy al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "de tapar con aplausos las vergüenzas de los suyos", en referencia a la alusión hecha por Rajoy en la clausura de la convención del PP a los "inexpertos lenguaraces" que no gobiernan y regalan consejos. A través de Twitter, Rivera ha reaccionado asegurando que el PP ha organizado la convención para "atacar a Ciudadanos y tapar con aplausos las vergüenzas de los suyos. Luego se enfadan porque cada día pierden más votantes...".

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