Rajoy cree que con la marcha de Rubalcaba la política española sale perdiendo

Mariano Rajoy se ha sumado a la cascada de elogios a Alfredo Pérez Rubalcaba desde que éste renunciara a liderar su partido. El jefe del Ejecutivo cree que tanto el PSOE como la política española "pierden un activo muy importante" con el adiós de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ésta ha sido la primera declaración pública del jefe del Ejecutivo sobre la despedida del que ha sido su principal contrincante parlamentario en los últimos dos años y medio.

Rajoy ha subrayado que Rubalcaba ha sido durante muchos años un político importante para España al haber desempeñado numerosas responsabilidades y, entre ellas, tareas de Gobierno.

"Tiene mi respeto y consideración", ha añadido antes de recordar que, en la última etapa ha tenido "una actitud muy positiva y muy constructiva" para llegar a acuerdos en los grandes temas de Estado, entre ellos las cuestiones que hoy se debaten en el Consejo Europeo de Bruselas. Pero no siempre ha sido así.

El último momento tenso que han protagonizado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo lugar en el debate sobre el estado de la nación de este año. Entonces, el líder de los socialistas entró a cuchillo en su intervención: "Señor Rajoy, ¿en qué país vive usted?". Rajoy no contestó, pero a partir de septiembre, vivirá en un país en el que el líder de la oposición será un político diferente. Ante la incertidumbre de a quién se encontrarán, tal vez los populares piensen que más vale malo conocido que bueno por conocer.Otros elogios por parte del PP

"Los españoles enterramos muy bien", bromeó Alfredo Pérez Rubalcaba en el Círculo de Economía de Sitges junto al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. Tras su decisión de abandonar la secretaría general de su partido, los elogios y reconocimientos pasaron a sustituir a las duras críticas recibidas en otros momentos.

El asesor del PP y 'gurú' de Mariano Rajoy, Pedro Arriola llegó a asegurar que él "dormiría tranquilo con Rubalcaba como presiente del Gobierno". Ayer mismo, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, le despidió con unas sentidas palabras: "Siempre será recordado como una gran figura del parlamentarismo". A Rubalcaba le costaba no emocionarse con la cerrada ovación de sus compañeros de escaño.

Otros dirigentes y rostros conocidos del PP hablaron para este medio acerca de la opinión que les merecía el líder de la oposición. Personajes como la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, el diputado Rafael Hernando o el portavoz del PP en la Cámara Baja, Alfonso Alonso destacaban su sentido de estado, su habilidad para la política y su capacidad de trabajo.

Tal vez los miembros del Partido Popular se encuentren preocupados por quién pueda suceder a Rubalcaba en el PSOE tras el congreso del partido en el próximo mes de julio.

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También ha sido muy bien valorado por parte del PP, el papel que ha desempeñado el líder del PSOE en la abdicación del Rey Juan Carlos y la sucesión de su hijo Felipe VI. Desde la bancada popular, calificaron su actitud como "ejemplar".

La última gran tarea de Rubalcaba ha sido la contención de algunos sectores socialistas que pedían con urgencia la celebración de un referéndum para decidir etnre Monarquía o República tras el relevo en la Corona. El líder del PSOE consiguió que su grupo parlamentario llegara a la votación sobre la Ley de abdicación con una postura común.

De este modo, el alto concepto de Estado del que hablan los que ahora ensalzan a Rublacaba ha sido el broche final a una trayectoria de 21 años como diputado y más de 30 como político. El próximo mes de septiembre, dejará su escaño y volverá a la Universidad Complutense, concretamente a la Facultad de Ciencias Químicas, de donde es catedrático.

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Sin embargo, la cordialidad, los elogios e incluso el agradecimiento no han sido siempre la tónica general a ambos lados de los taquígrafos del Congreso. El pasado jueves, el periodista Iñigo S. Ugarte resumía en su cuenta de Twitter el cambio en la postura de los populares: "Durante años, Rubalcaba ha sido el enemigo público nº 1 del PP. Ahora le echan de menos".

Desde las elecciones generales de 2011, cada intervención o queja al Gobierno por parte de Rubalcaba, era automáticamente contestada por el PP con declaraciones de un Rubalcaba anterior que dejaba en evidencia al actual. Parecía que los populares tuvieran en Génova un departamento de documentación dedicado exclusivamente a rastrear el pasado del socialista. Las interpelaciones las realizaba casi siempre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y lo hacía de forma muy hábil.

Pero antes de ser líder de la oposición, Rubalcaba ya disponía de un extenso currículum político, con luces y sombras. Entre los pasajesmás oscuros quedará siempre el recuerdo del GAL y el caso Faisán. Este último copó durante muchos meses duras críticas a la gestión de Rubalcaba como vicepresidente primero y ministro del Interior de José Luis Rodríguez Zapatero. Le acusaron de haber dado un chivatazo para que varios etarras escaparan a una detención policial. Hace ahora tres años, el entonces jefe de Interior preguntaba al diputado del PP, Ignacio Gil Lázaro, a propósito de este asunto "¿Qué harían ustedes sin mí y sin el caso (Faisán)? Sería como la canción de Amaral, 'Sin ti no soy nada'".

Escuchando a Rajoy, y al resto de miembros de su partido alabando la tarea de Rubalcaba, parece que tal vez Rubalcaba llevara razón en aquella intervención.