Rajoy dilata las listas electorales y pone 'de los nervios' a sus candidatos

    • Espera a la disolución de las Cámaras, este lunes, para empezar a desvelar nombres.
    • De Guindos y Morenés no seguirán por deseo propio. El resto espera la decisión del presidente.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso.

Acostumbrado a apurar los tiempos y poner de los nervios a sus aspirantes, el presidente del Gobierno parece dispuesto a lo propio en la elaboración de sus listas electorales. Lo cierto es que la tarea es compleja. Pese a que las encuestas den al partido vencedor de los comicios, la pérdida de votos, y en consecuencia escaños, se da por asumida. Por ello, colocar a quién y dónde es uno de los grandes empeños del presidente.

Del puesto de salida dependerán, sin duda, las opciones a ocupar escaño. A Rajoy le cuesta prescindir de quiénes le han acompañado en esta legislatura, más adversa de lo imaginado, pero desea al mismo tiempo evitar que las nuevas listas sean la reedición de unas pasadas que se consideran agotadas. La renovación iniciada en verano, con el nombramiento de sus nuevos vicesecretarios, habría de tener traducción en unas candidaturas regeneradas. Una tesis, sostienen las fuentes populares más noveles, que complica el futuro de figuras del corte de Mato, Villalobos o Sánchez Camacho. Todas quieren repetir, y a Rajoy se le complican las cábalas. El presidente quiere además echar mano de sus hombres fuertes de Ejecutivo en listas estratégicas como la valenciana, bastiones tradicionales del partido y que ahora se ven comprometidas.

El calendario fija como límite el 15 de noviembre para tener ultimadas las listas. Rajoy ha esperado a este lunes, fecha de convocatoria de los comicios, para empezar a desvelarlas. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, también con el puesto en incógnita-presumiblemente, cabeza por una de las provincias manchega-lleva semana tratando de encajar las piezas del puzzle, previas indicaciones de Rajoy. Las incógnitas, a día de hoy, son no obstante más que las certezas.De Guindos y Morenés se descartan

Estas últimas tienen, de hecho, únicamente un nombre. El ministro de Economía, Luis De Guindos, ha sido el único que ha insistido a Rajoy en su voluntad de dejar el Gobierno tras el 20-D.

El titular económico de Rajoy ha sido el eterno protagonista de algo así como una salida 'en diferido' por las múltiples informaciones, algunas de corrillo y otras vox pópuli-como su candidatura frustrada a presidir el Eurogrupo-que han venido sucediéndose casi desde el día en que tomó posesión de la cartera.

El siguiente en probabilidades de dejar escaño es el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Su salida a la empresa privada se da prácticamente por segura. Morenés ha dado ya una clave que bien podría ser determinante para su futuro, al pedir ser apartado de las negociaciones del Consejo de Ministros en el proyecto estrella de su departamento para los próximos años, el diseño de la fragata F-110, al corresponder a la multinacional de la que fue director desde 2010 hasta su nombramiento como ministro. Su experiencia en la empresa privada está más que acreditada.Antes de entrar a formar parte del Ejecutivo, llegó a ser director de hasta cuatro empresas armamentísticas y de seguridad y consejero en otras cinco relacionadas también con la industria militar.

Otra de las incógnitas es la del titular de Hacienda. Cristóbal Montoro es, sin duda, uno de los hombres más desgastados del Gobierno, pero su partido sigue confiando. En privado ha comentado alguna vez que incluso en una eventual victoria de los 'populares' no seguiría en un ministerio. Acostumbrado a estar en el punto de mira de la oposición, ha tenido también sus más y sus menos en el gabinete de Rajoy. Conocidas son sus malas relaciones con De Guindos, complicadas desde incluso antes de que ambos compartiesen las carteras más complicadas de la legislatura.Varios ministros, fijos en provincias clave

Quienes tienen el escaño prácticamente asegurado son el ministro de Industria, José Manuel Soria y la titular de Fomento, Ana Pastor. Con perfil discreto, Pastor mantiene una excelente relación con Rajoy y su candidatura por la lista de Pontevedra se da segura. Mientras, Soria gana enteros como hombre fuerte del gobierno. Sus opciones a ocupar un puesto de peso en el futuro, incluso la vicepresidencia en caso de un nuevo Ejecutivo, gana enteros. Por el momento, con toda seguridad se presentará cabeza de lista por Las Palmas.

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, irá con probabilidad por Valencia, como es su deseo. Su buena valoración en el Ejecutivo le da fuerza y lo convierte en "tabla de salvación" del feudo que, perdido en mayo en manos de socialistas y Compromís, sería ahora para Ciudadanos. También la ministra de Empleo, Fátima Báñez, será 'recompensada' con un buen puesto en el Congreso, en la lista por Huelva. Valladolid y Madrid son los destinos más probables para la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina y el de Educación, Íñigo Méndez de Vigo.

Incierto es en cambio el destino del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Su lista 'natural' es la de Barcelona, muy disputada y con resultados imprevisibles tras la debacle del 27-S. La lista catalana es una de las grandes incógnitas y en ella compiten también con posibilidades la vicepresidenta tercera de la Cámara Baja, Dolors Montserrat o incluso la actual vicesecretaria de Programas del Partido, Andrea Levy, una figura con peso creciente entre los 'populares' y que el partido desea situar en el Congreso. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, otras de las nuevas caras del PP, hará lo propio por Ávila.

Tampoco está claro lo que sucederá con Cospedal, a la que en principio se sitúa como cabeza por alguna de las provincias manchegas. La secretaria general del PP es precisamente la encargada de ultimar las listas, siempre bajo orden de Rajoy.

Quien se ha descartado para disponer de asiento en la Cámara es el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, al que muchos colocan en posiciones de salida para el relevo de Rajoy. "Lo descarto absolutamente. No iré ni en la lista ni en la sublista de suplentes", descartó. Tampoco está claro si el gallego revalidará su candidatura a los próximos comicios en la comunidad, el próximo año.

Otra de las incógnitas afecta a Alfonso Alonso. El ministro de Sanidad, el elegido para resolver de urgencia la 'crisis' provocada por la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, habrá de decidir si opta a 'lehendakari' el próximo año o encabeza la lista alavesa. Lo primero se da como más probable. Alonso es otro de los nombres que suenan en la carrera sucesoria de Rajoy. Templado y con dotes de comunicación, fuentes próximas lo sitúan en buena posición para el relevo.

Con varios frentes abiertos, los populares pondrán todo su empeño en el diseño de la estrategia de campaña. Una planificación a la que, según informa El Mundo este domingo, se incorporará Pedro Arriola. El otrora asesor de cabecera de Rajoy volverá así a primera línea tras su ausencia en las europeas y en las municipales. La orden directa ha sido del presidente del Gobierno, que quiere aprovecharlo en su especialidad, análisis de encuestas, y también en la elaboración de discursos y estrategias. Arriola trabajará estrechamente con el ahora encargado, Jorge Moragas.

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