Rajoy fija una cumbre sobre pensiones para frenar la fuga de votos del PP a Cs

  • Empleo, pensiones, el reto demográfico, I+D+i... son las recetas del presidente del Gobierno para contrarrestar el efecto Ciudadanos.
Mariano Rajoy
Mariano Rajoy
EFE

Convenciones acompañadas de reformas. Es la receta de Mariano Rajoy para que el PP recupere la iniciativa y frene la fuga de votantes hacia Ciudadanos. El presidente del Gobierno ha confirmado a los dirigentes de su partido que en los próximos meses se celebrarán una serie de cumbres en las que se abordarán los retos que tiene el país y se aportarán propuestas sobre muy diversos temas. Todo bajo un mismo discurso, que es el que ha entonado Rajoy en la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP: "Somos el partido del empleo y la recuperación".

Estas convenciones serán un total de diez y se celebrarán en diferentes ciudades españolas. Una de las más importantes para los populares será la de pensiones, que irá acompañada de una propuesta para renovar, por fin, el Pacto de Toledo y garantizar el futuro del sistema. Aún no hay fecha para esta cumbre, pero en Moncloa y Génova ya han fijado la estrategia: los populares buscan presentarse como garantes de un sistema que necesita renovarse sí o sí para que sea sostenible. Para ello, al igual que para  alcanzar un acuerdo global en Educación, necesitan tanto al PSOE como a Cs, pero creen que impulsar este proyecto desde sus filas les hará recuperar la iniciativa.

La primera de esas convenciones, que versará sobre educación, tendrá lugar en Santiago el próximo 27 de enero. Y a esa seguirán otras muchas -cuya fecha y lugar están sin concretar: sobre seguridad y libertad; agenda digital; la citada sobre pensiones; conciliación; turismo; pymes; mundo rural; medio ambiente; violencia de género; deportes; y vida saludable. Se prevé que en muchos de estos actos de partido estén presentes los propios ministros para explicar las políticas que va a poner en marcha el Ejecutivo de Rajoy.

En el Gobierno están pensando, incluso, en tener algún gesto con los pensionistas en este 2018, año preelectoral y en el que el PP se juega el mantener buena parte de importantes autonomías y conservar capitales de provincia que estuvo a punto de perder en las últimas municipales. Fuentes gubernamentales aseguran que una de las medidas que se está manejando pasa por implementar en los Presupuestos Generales de 2018 una subida en las pensiones superior al 0,25%. En el PSOE, por su parte, Sánchez no entiende por qué los jubilados siguen votando a los populares.

En el PP son conscientes, además, dónde se encuentra su principal caladero de votos: los mayores de 65, franja de edad en la que arrasan. Los pensionistas, por tanto, son el principal objetivo electoral de Rajoy en este momento. Basta echar un vistazo al último barómetro del CIS para comprender mejor esta estrategia: Ciudadanos ya se ha convertido en un partido competitivo para el PP en todas las edades. De hecho, gana a sus rivales populares hasta los 54 años cuando solo tres meses antes, en el CIS de julio, sólo lo hacía entre los 25 y 34 años.

Rajoy pide calma ante los sondeos 

Rajoy ha transmitido a los suyos tranquilidad en la primera Junta Directiva Nacional que se celebra en Génova tras el 21-D. Allí, delante de más de 400 cargos del PP, el presidente ha transmitido a los suyos que no extrapolen los resultados en Cataluña al resto de España. También les ha dado algunas claves, como que los sondeos son "una fotografía de un momento determinado" o que esas encuestas "no son el resultado del día de las elecciones".

El líder del Ejecutivo ha recordado que el 1 de noviembre de 2015 el diario El País publicó una encuesta de Metroscopia con la siguiente estimación: PP 23,5% de los votos; Ciudadanos 22,5; PSOE 21; Podemos 17 e IU 6,3. El titular del diario fue "PP, Cs y PSOE se encuentran en un pañuelo por la victoria del 20-D". El resultado de los comicios, sin embargo, fue diferente y el PP ganó de manera holgada. Cs, por su parte, no superó a PSOE y Podemos y se quedó con 40 diputados para más tarde, el 26-J, bajar a 32.

Para conocer, no obstante algunos detalles de la lucha entre PP y Cs hay que remontarse a las elecciones generales de 2015 y a la repetición de 2016. Fueron meses en los que Albert Rivera pasó de ser llamado "naranjito" a "señor Rivera". En Génova recuerdan que por aquel entonces la formación naranja también iba a arrebatar millones de votos al PP, según las encuestas, pero Rajoy supo movilizar al partido, mantenerlo cohesionado y conseguir mejorar sus resultados entre ambas citas con las urnas. Cs perdió por el camino ocho diputados y casi 400.000 votos.

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