Rajoy mantiene una vía con Sánchez y Urkullu para aprobar financiación y PGE

  • El presidente tiene contactos con el secretario general del PSOE y con el lehendakari para aprobar el 'pack' Presupuestos y financiación autonómica.
Rajoy y Sánchez en La Moncloa.
Rajoy y Sánchez en La Moncloa.
EFE

Rajoy mantiene varias negociaciones abiertas para cerrar en estos primeros meses de 2018 dos de los asuntos más importantes que tiene en cartera: la aprobación de los Presupuestos del presente ejercicio y la reforma de la financiación autonómica, parada desde 2014. Se trata de conversaciones reservadas con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y con el lehendakari, Iñigo Urkullu. El presidente del Gobierno es consciente de que necesita tanto a los socialistas como al PNV para cerrar unos acuerdos que le garanticen culminar la legislatura y no tener que adelantar elecciones.

El jefe del Ejecutivo reconoció este viernes en una charla informal con periodistas que la recuperación económica está encauzada. De hecho, fuentes del Consejo de Ministros aseguran a La Información que en estos momentos se están produciendo "los mejores números de la historia del país". Nunca antes se había crecido a un ritmo como el actual, con cuatro años de alzas del PIB y tres de ellos por encima del 3%. Además, estas fuentes gubernamentales destacan la pujanza de las exportaciones, un sector clave para garantizar el patrón de crecimiento. Admiten también que hay algún riesgo, como la inestabilidad en Cataluña aún sin solucionar. 

Con la economía a velocidad de crucero, Rajoy ha arrancado el año centrado en sacar adelante la estancada reforma de la financiación autonómica. Para ello mantiene contactos a dos bandas tanto con Sánchez como con Urkullu. Las elecciones catalanas han provocado un parón en la relación con el secretario general del PSOE, con quien lleva sin hablar desde antes de Navidad. Únicamente intercambiaron unos mensajes de móvil durante estos últimos días para felicitarse las fiestas. Ahora, Rajoy tiene previsto reanudar los contactos con los socialistas, que gobiernan en varias autonomías y a quienes necesita para cerrar un pacto que renueve las contribuciones a las regiones para los próximos años.

El PSOE ya fijó el pasado mes de noviembre sus condiciones para aprobar una nueva financiación autonómica. Lo hizo en la llamada 'declaración de Valencia' y en ella planteó la necesidad de "asegurar la Sanidad, la Educación, la Dependencia y los Servicios Sociales que garantizan la igualdad". "El modelo debe garantizar el acceso universal a cada ciudadano/a a unos servicios públicos de calidad con independencia del territorio en el que viva", añadían los socialistas. "Después de cuatro años de recuperación económica, consideramos inexcusable afrontar y resolver de modo definitivo la crónica insuficiencia financiera de las Comunidades Autónomas para hacer frente a los servicios que proveen a la ciudadanía (...) La suficiencia financiera ha de pasar, por tanto, a ser una de las características centrales del modelo de financiación futuro para todas y cada una de las Comunidades Autónomas, incluyendo la resolución de los problemas de déficit excesivo acumulado, ocasionados en algunas por su injusta infrafinanciación", concluían.

Los Presupuestos de 2018, encarrilados

De forma paralela, Rajoy mantiene contactos personales también con Sánchez y con Urkullu para conseguir sacar adelante los Presupuestos que consolidan la recuperación económica. Fuentes de Moncloa hablan de que "hay conversaciones" con el secretario general del PSOE, a pesar de que saben que no van a apoyar las cuentas públicas. Fuentes socialistas son tajantes: "No es no" a los Presupuestos que presente el Gobierno. Es más, el próximo mes de febrero Ferraz presentará sus cuentas alternativas, un sudoku en el que lleva trabajando varios meses el responsable económico del partido, Manuel Escudero. El PSOE, por tanto, no negociará ninguna partida ni ninguna enmienda con el PP.

La única vía que tiene el Gobierno para sacar adelante los PGE de 2018 es el PNV, de ahí que sea Rajoy quien personalmente mantenga la interlocución con el lehendakari. Los jeltzales han transmitido al Ejecutivo que no se sentarán a negociar las cuentas públicas hasta que se solucione la gobernabilidad en Cataluña, pero Rajoy no cree que haya que esperar tanto. El mes de marzo, en el que cae este año la Semana Santa, es clave para cerrar cualquier acuerdo, según fuentes del Ejecutivo.

Rajoy ha tenido varios gestos con el PNV que allanan el camino a la ansiada firma de los Presupuestos. El más importante ha sido la renovación del Cupo, que ha sido considerada por algunos como un regalo prenavideño hacia los peneuvistas. Días más tarde, los diputados jeltzales provocaban una sonora derrota del Gobierno al aprobarse una Proposición de Ley de Unidos Podemos para tumbar la regla de gasto. No obstante, y pese a estos tiras y aflojas con el PNV, en Moncloa confían en que los nacionalistas vascos terminen cediendo y aprobando unas cuentas necesarias para que Rajoy cumpla la promesa de que en España haya 20,5 millones de personas trabajando en 2020.

Ciudadanos, por su parte, socio del Gobierno en materia presupuestaria, ha exigido la dimisión de la senadora del PP Pilar Barreiro, investigada en la trama Púnica, para apoyar unas cuentas públicas ya redactadas y que contienen varias exigencias de la formación naranja. "Reiteramos la exigencia de que esta senadora del PP deje el acta para cumplir el acuerdo de investidura que el PP firmó con Ciudadanos", dijo esta semana el secretario general de Cs, José Manuel Villegas. En el Gobierno restan importancia a esta petición.

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