Rajoy ofrece una nueva financiación para Cataluña tras activar el artículo 155

  • También ha abierto la puerta a reformar la Constitución, pero sin negociar sobre la unidad de España y la soberanía nacional.
Rajoy en el Congreso
Rajoy en el Congreso
EFE

Apenas unas horas después de activar el 155, el presidente del Gobierno ha comparecido en el Congreso para valorar la situación tras la proclamada independencia y después suspendida temporalmente por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Esta misma mañana, Rajoy ha explicado que va a requerir formalmente al Gobierno de la Generalitat que confirme si ha aplicado o no la independencia, lo que podría acabar suponiendo la intervención de Cataluña si el president no contesta positivamente en un plazo de cinco días.

En un tono más sosegado y conciliador que en su declaración matutina, ha intentado rebajar la tensión ofreciendo diálogo a Puigdemont y ha abierto la puerta a pactar, no solo sobre una reforma de la Constitución, ya anunciada por el PSOE y Ciudadanos, que no afecte a la unidad de España, sino sobre otros muchos aspectos, como la financiación de Cataluña. "Se puede dialogar sobre la cantidad y calidad de los servicios públicos, sobre su financiación, sobre la rendición de cuentas (...). Incluso se puede dialogar sobre reformar la Constitución. Esta esta lejos de ser una ley perpetua, y esa aspiración está reconocida por la propia norma", ha ofrecido.

Sin embargo, ha insistido en que el derecho a decidir y la ruptura de España nunca estarán en la mesa de debate. "Soy un firme partidario del diálogo, pero debo advertir que no es posible aceptar la imposición unilateral de puntos de vista que no puede aceptar una de las partes. Y no se puede negociar sobre la titularidad de la soberanía nacional. El enredo entorno a un supuesto derecho a decidir es una manera tramposa de invocar un derecho de autodeterminación que ninguna constitución democrática contempla", ha advertido.

Curiosamente, hoy mismo Carles Puigdemont, en una entrevista con la CNN, ha insistido en que los dos Ejecutivos "se tienen que sentar y hablar de verdad. Un diálogo sin condiciones", para lo que apuesta por una mesa de negociación con miembros del Govern catalán y dos más del Gobierno español. En todo caso, el president ha establecido sus propias líneas rojas y ha advertido de que “no se puede ignorar el hecho de que el diálogo y las hipotéticas negociaciones tienen que partir del hecho de reconocer una realidad, la relación entre Cataluña y España no está funcionando y que hay una mayoría del pueblo catalán que quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente. Y lo quiere hacer de acuerdo con el Estado".

Desastre económico en Cataluña

Además, ha aprovechado su intervención para echar en cara a Puigdemont el desastre económico que está provocando en Cataluña. Decenas de grandes empresas han anunciado su salida de Cataluña, el sector turístico es uno de los más afectados por la inestabilidad... A estas graves consecuencias se sumarán otras peores si no se vuelve a la legalidad", ha advertido. También ha recordado que varias agencias de rating ha bajado la nota de Cataluña pero no le ha afectado porque se sigue financiando por el Tesoro Español.

Rajoy ha explicado también que el origen de la discordia viene cuando en 2012, Cataluña pidió al Gobierno central acogerse al FLA para financiar la deuda de 5.000 millones de euros de la Generalitat, así como un concierto económico para Cataluña. "Le recordé que no tenía cabida en la Constitución y que no sería acogido por la mayoría de los españoles en un momento de crisis. Me dijo que me atuviera a las consecuencias", ha criticado, mientras ha añadido que él nunca se ha negado al diálogo porque es la Comunidad con la que más se ha reunido. "No pueden alegar que no se dialogó con ellos, simplemente, porque no es verdad. Tampoco que no hayan recibido apoyo económico por parte del Gobierno", ha remachado.

"Debemos aspirar a reencontrar ese catalanismo pactista integrador que ha dado a Cataluña sus mejores momentos"

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno
Mariano RajoyPresidente del Gobierno

Por el contrario, ha dicho Rajoy, es el propio Govern el que no está dispuesto al diálogo porque quieren imponer su proyecto."El conjunto de españoles son los únicos competentes en decidir sobre la independencia de Cataluña. Para imponer su proyecto necesitan enfrentar a unos catalanes frente a otros, pasar por encima de toda deliberación que caracteriza una régimen democrático", ha atacado.

Precisamente por ello, el presidente ha defendido que el referéndum que están utilizando para chantajear al Estado nunca existió porque estaba desactivado al no tener garantías. "No existió censo electoral, había mesas sin garantías, ausencia de sindicatura electoral ni de interventores y la Agencia Española de Protección de datos abrió un expediente a raíz de varias denuncias presentadas por particulares. Para rematar tanto despropósito, el vicepresidente  anunció la victoria antes de contar los votos", ha enumerado. "La ANC y Òmnium fueron los promotores del referéndum y de su control. El 1-O careció de los principios de transparencia, neutralidad y control de veracidad del resultado. No existe un solo país en el mundo que se haya tomado mínimamente en serio el 1-O", ha continuado.

En este sentido, el presidente del Gobierno ha lanzado un mensaje de apoyo a las fuerzas de seguridad y ha elogiado su actuación del 1-0. Ha reconocido que a nadie le gustó lo visto durante la jornada, pero "los únicos responsables [de lo ocurrido] son los que se empeñaron en mantener la convocatoria a sabiendas de que era ilegal".

Han roto el Estado de Derecho 

Por otro lado, ha explicado que nuestra democracia vive uno de los problemas más graves de los últimos tiempos porque estamos ante el desafío a los ejes sobre los que se sustenta una sociedad democrática: la legalidad y la pluralidad. "Estamos ante el cuestionamiento a principios básicos como el imperio de la ley, el estado de derecho o la ruptura deliberada de la concordia entre ciudadanos", ha insistido, a lo que ha añadido que todo ello supone "un ataque desleal y muy peligroso contra la Constitución, la unidad de España, el Estatuto y la convivencia".

Para el presidente, "el resultado de un referéndum ilegal y fraudulento puede servir para legitimar ninguna decisión política y, ni mucho menos, la independencia de Cataluña". "Lo que no es legal no es democrático", ha enfatizado.

"Nunca Cataluña ha gozado de más libertadas, autonomía y reconocimiento. El independentismo está a punto de dar al traste con la mejor época de la historia de Cataluña", ha concluido.

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