Límite 21 días: Rajoy tiene plazo aún para lograr el 'sí' del PNV a los Presupuestos

  • El Gobierno tiene tres semanas para intentar convencer a los nacionalistas vascos de que aprobar las cuentas de 2018 es bueno para sus inversiones.
Urkullu dice estar decepcionado con Rajoy por su falta de respuesta
Urkullu dice estar decepcionado con Rajoy por su falta de respuesta

Tres semanas. Es el plazo que tiene el Gobierno para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2018. En este tiempo Rajoy deberá convencer al PNV de que lo mejor para las inversiones comprometidas en el País Vasco es no obstaculizar las cuentas que presenta en sociedad este martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El calendario de Moncloa apunta a esa última semana de abril como la fecha límite para que los nacionalistas vascos no voten en contra de un proyecto de ley presupuestario que para que supere las enmiendas a la totalidad necesita el apoyo del partido liderado por Andoni Ortúzar. El PSOE ha descartado de forma tajante una abstención técnica de cinco diputados.

25 ó 26 de abril. Es el día en el que el Pleno del Congreso de los Diputados vivirá el debate de totalidad de los Presupuestos. Para entonces el Gobierno tiene que haberse garantizado el 'sí' de un PNV que, de momento, se niega a cambiar su negativa mientras el artículo 155 continúe en vigor en Cataluña. Solo así podrá superarse esa primera fase de tramitación presupuestaria. Las enmiendas a la totalidad se votan todas juntas, de forma que el Gobierno necesita 175 votos para sacar adelante ese día o las cuentas públicas serán rechazadas.

Para lograr esos 175 votos el Gobierno cuenta con repetir la jugada de los anteriores Presupuestos, según explican fuentes del Ejecutivo. Es decir, lograr que las enmiendas a la totalidad presentadas por PSOE, Unidos Podemos, ERC y otras formaciones sean rechazadas. Al PP solo le sale esa carambola si PP, Cs, Foro, UPN, Coalición Canaria... y el PNV votan en contra de esas enmiendas a la totalidad. Habría un triple empate a 175 votos, de forma que a la tercera votación igualada se rechazarían las mismas (no es una ley orgánica) y los Presupuestos continuarían adelante camino de la fase de enmiendas parciales.

Para la siguiente fase ya sí que el Gobierno necesitaría más votos a favor que en contra, ya que según una sentencia del Tribunal Constitucional las enmiendas parciales solo pueden aprobarse con más votos favorables que contrarios. Es en este periodo cuando Moncloa espera sumar el apoyo del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, todo según los planes que ha desarrollado el equipo que negocia los Presupuestos. Esa segunda fase puede prolongarse hasta el mes de junio.

Rajoy asume el mando

La clave para aprobar los Presupuestos de 2018 se encuentra, por tanto, en los cinco diputados del PNV en Madrid. Rajoy ha tomado las riendas de esta negociación, como se avanzó en estas páginas, y es él quién está negociando directamente con la cúpula del partido en Bilbao. Son contactos discretos, como le gusta al presidente, que lleva en la más estricta intimidad. En el PP, por su parte, hay quien asegura que Rajoy ya ha convencido a los peneuvistas y que el Gobierno no presenta unos Presupuestos para perder la votación, ya que se trata de la ley más importante del periodo de sesiones.

Fuentes gubernamentales comentan que la actitud del PNV acabará por cambiar: "Ellos sabrán" si votan no. Recuerdan que en los Presupuestos de 2017, aprobados gracias al 'sí' de los jeltzales, se dio luz verde a importantes compromisos en materia de inversión, como la Y vasca u otras infraestructuras en las que el Gobierno central contraía compromisos de manera plurianual. Si las cuentas de 2018 no salen adelante esas inversiones no llegarían y los proyectos se retrasarían.

Hay que remontarse a mayo de 2017 para repasar los 36 puntos del acuerdo presupuestario que suscribieron PP y PNV. En él se incluían partidas como una inversión plurianual global de 3.380 millones de euros para el tren de alta velocidad, y otras partidas como para las plataformas logísticas en Lezo, con unos 100 millones, y la Intermodal de Jundiz, en Álava, con otros 120 millones de euros, así como la unificación de la tarifa eléctrica o la integración de la Ertzaintza en los servicios europeos de Seguridad. Esas inversiones se estancarían si el PNV no aprueba los Presupuestos.

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