Rajoy propone a Guindos para el BCE y se prepara para una renovación de Gobierno

  • El presidente ha querido apostar fuerte en Europa y ha desechado las opciones que le pedían proponer a una mujer para el puesto del BCE.
Fotografía de Luis de Guindos, ministro de Economía
Fotografía de Luis de Guindos, ministro de Economía
EFE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confirmado la candidatura del ministro de Economía, Luis de Guindos, como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), y se prepara para hacer una renovación de su Gabinete. La salida del hombre fuerte de Economía en el Ejecutivo levanta un interrogante sobre sus sucesión, en caso de que sea elegido para el BCE que no será fácil de resolver. 

La noticia se filtró a finales de la semana pasada tras el Consejo de Ministros, pero se ha podido confirmar este miércoles, cuando el embajador de la Representación Permanente de España ante la UE (Reper) ha dirigido una carta al presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, con la candidatura de De Guindos. Esa opción desbarata la posibilidad de que el candidado español fuera una mujer, tal y como se solicitaba tanto desde dentro del propio PP como desde los partidos de la oposición. 

El Eurogrupo deberá decidir el candidato que propone al Consejo

Europeo en la reunión prevista para el próximo 19 de febrero. Al día

siguiente, el Ecofin (Consejo de Ministros de Economía y Finanzas)

adoptará formalmente la decisión que se elevará al Consejo Europeo en

la reunión de los próximos 22 y 23 de marzo. El Consejo Europeo, por

mayoría cualificada, elegirá para el puesto entre personas de reconocido

prestigio y experiencia profesional en asuntos monetarios o bancarios y

previa consulta al Parlamento Europeo y al Consejo de Gobierno del

Banco Central Europeo.

Rajoy da respuesta a las aspiraciones de Guindos que en los últimos meses ya había deslizado que su etapa como ministro estaba tocando a su fin, al tiempo que intenta asegurar el puesto de relevancia en la diplomacia económica europea que por tamaño le debería corresponder a España, tras la salida de la  Comisaría europea de Asuntos Económicos de Joaquín Almunia.

Una elección de riesgo

La elección de Guindos resolvería la infrarrepresentación de España en las instituciones económicas europeas y mantendría el ecosistema de equilibrios territoriales que tanto gusta en Europa, y, además, es que la única candidatura más o menos formal que se conoce. Sin embargo, ello no significa que el camino del actual ministro de Economía a la sede del banco central en Frankfurt vaya a ser fácil.

El BCE ha sido tradicionalmente un espacio para banqueros centrales, donde los perfiles procedentes de la política no han conseguido arraigar. Mario Draghi fue ministro del Tesoro en Italia pero llegó a la Presidencia del BCE tras dejar su cargo como gobernador del Banco de Italia. Su antecesor, Jean Claude Trichet, venía de ser director del Banco de Francia; y el primer presidente del organismo, Wim Duisemberg, también aterrizó en Frankfurt desde la Presidencia del Banco de Holanda. La misma extracción han tenido los vicepresidentes del organismo. La elección de Luis de Guindos rompería esa tradición, al designar a un profesional del sector financiero y político que nunca ha trabajado en un regulador del sistema financiero.

El segundo obstáculo tiene que ver con su condición de varón. Sólo hay dos mujeres en el Consejo de Gobierno del BCE y el puesto de una de ellas, la alemana Sabine Lautenschlaeger, está en riesgo, ya que tendría que dimitir si como parece probable un alemán ocupará la Presidencia del banco central. El factor no es irrelevante y, de hecho, es el que justifica que el Gobierno deslizara el nombre de la directora general del Tesoro, Emma Navarro, como posible candidata.

Y por último, las relaciones personales entre Mario Draghi y Luis de Guindos no son especialmente fluidas, lo que supone un escollo y genera incertidumbre.

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