Rajoy repesca a los 'ganadores' polémicos del 24M: Maroto a Génova y Albiol a la Generalitat

    • El nuevo número cuatro del PP y el candidato a la Generalitat tienen muchas cosas en común: ganaron ampliamente las elecciones pero no pudieron gobernar
    • Ambos tienen un perfil parecido y trayectorias paralelas. Los dos han sido polémicos por sus políticas y declaraciones contra la inmigración.
Rajoy repesca a los 'ganadores' polémicos del 24M: Maroto a Génova y Albiol a la Generalitat
Rajoy repesca a los 'ganadores' polémicos del 24M: Maroto a Génova y Albiol a la Generalitat

"Mi derrota, puede ser lo que me conduce al éxito". Esta frase de autor desconocido puede ilustrar perfectamente lo que ha ocurrido a al menos dos políticos del PP en las últimas semanas. Son Javier Maroto, exalcalde de Vitoria y Xavier García Albiol, exregidor de Badalona. Ambos tienen mucho en común, son polémicos, han sido tildados de xenófobos y populistas, han tenido entre ceja y ceja al colectivo magrebí, los dos son queridos en sus ciudades, subieron en votos respecto a las elecciones de 2011, fueron el partido más votado, y ninguno de los dos fue capaz de pactar para lograr la alcaldía de su ciudad.

Tienen un perfil muy parecido y como vemos trayectorias paralelas. Tanto Albiol como Maroto hablan claro y no tienen inconveniente en usar palabras que hasta ahora no eran frecuentes en los políticos. "Ha tenido la valentía de hablar de lo que se hablaba en la calle de una forma sosegada y moderna", defendía el actual vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto sobre el candidato a la presidencia de la Generalitat de su partido, García Albiol.

Y es que los dos se entienden, porque han sufrido lo mismo probablemente. Hablar claro y a pie de calle, lo que "algunos han querido traducir de forma torticera", añadía Maroto.
"Es un político de los que va al barrio sin corbata, atento a las demandas de los ciudadanos y un político que habla en un lenguaje que se entiende y habla de los problemas reales de la gente y plantea soluciones reales", decía de su compañero, un día después de confirmarse su candidatura.Los más votados

"Ha sido un acierto", aseguraba Maroto que destacaba de Albiol que "había conseguido superar sus buenos resultados". Probablemente se sintió reflejado en el catalán, porque a los dos les pasó lo mismo. Ambos fueron el partido más votado en las elecciones municipales del 24M, sin embargo dos pactos polémicos les apartaron de sus respectivas alcaldías.

Recapitulamos. Javier Maroto logró en las elecciones municipales de 2011 32,300 votos en Vitoria (29,19% de los votos). Cuatro años más tarde superó ese resultado logrando 35,700 votos mejorando el porcentaje hasta el 29,8%. El regidor del PP había sumado 3,400 votos a su candidatura. En 2011 sacó 11,000 votos al segundo y diez puntos (el PNV) y en 2015 12,300 y también diez puntos (En este caso Bildu).

Xavier García Albiol logró hace cuatro años en Badalona 26.800 y el 33,4% de los votos. En 2015 el catalán se superó y obtuvo 3,700 votos más, hasta los 30,500 y un porcentaje algo mejor hasta el 34,21%. El ahora candidato a la Generalitat pasó de sacar 5,700 papeletas y seis puntos al segundo (El PSC) en 2011 a sacar 15,000 votos más que la segunda opción (Badalona en Comú) y casi 17 puntos.

El caso electoral de Maroto y Albiol, es por tanto idéntico. Nadie pone en duda su tirón electoral y su victoria en las urnas. Sin embargo, hoy dos meses después de las elecciones no están gobernando. Ninguno de los dos supo, quiso o pudo llegar a pactos con las demás formaciones políticas para obtener el respaldo de sus diputados y formar así una mayoría absoluta.
Los dos sufrieron lo que el PP ha llamado "pacto de perdedores". En el caso de Vitoria, Maroto fue desalojado por un pacto entre Bildu, PNV, Podemos e Irabazi. El PSE votó en blanco, y aunque hubiera votado al candidato del PP no sumaba mayoría. En el caso de Badalona fue un pacto de izquierdas el que 'echó' del consistorio a Albiol. La lista de confluencia de Badalona en Comú, que logró cinco ediles, formalizó el apoyo de los cuatro del PSC, los tres de ERC y los dos de Iniciativa. El PP tuvo diez.

Albiol ya lo veía venir."Parece que finalmente los socialistas entregan la alcaldía de Badalona a los radicales independentistas de la CUP. Habrá un pacto de cuatro partidos perdedores", dijo.
Ambos eran queridos y odiados a partes iguales. Lo demuestra que el mismo día de la constitución de los consistorios tanto en Vitoria como en la ciudad barcelonesa hubo enfrentamientos entre partidarios y detractores de los dos políticos.Perfil de Maroto

El resultado electoral de Maroto ha sido premiado por Mariano Rajoy con un cargo de nueva creación, lo que viene a ser el número cuatro del PP. La vicesecretaria Sectorial agrupa todas las áreas y tiene gran peso político. De hecho, desde su nombramiento, el exalcalde de Vitoria sale a diario en los medios dejando claro la estrategia del PP: un lenguaje más directo para tratar de explicar, junto a Pablo Casado, los 'logros' del partido en esta legislatura.

Un lenguaje, que algunos recuerda al de Basagoiti, y que tanto fue criticados por unos y alabado por otros. En estas últimas semanas hemos vistos ejemplos claros. Sin pelos en la lengua. "A mi este tipo me da un asco que no puedo ni verle. No sé si se puede hacer las cosas peor y ponerle más mala saña", dijo sobre Bárcenas en una entrevista. Tiene para todo y para todos. "La foto de los jubilados va a pasar factura a Pablo Iglesias", comparó a Albert Rivera con un fontanero, y aseguró que Mas está tomando el pelo a los catalanes como Tsipras a los griegos.

Precisamente ese mensaje claro y directo le pasó factura en su última etapa como alcalde. En la última parte de su mandato Maroto desató la polémica con sus declaraciones contra el colectivo de inmigrantes de origen magrebí, a quienes acusó de vivir de las ayudas sociales y de no querer trabajar, lo que le ha granjeado el rechazo de toda la oposición y de varios colectivos sociales de la capital vasca, que le han tachado de racista y xenófobo.

"El fraude en las ayudas sociales para algunas nacionalidades concretas es escandaloso. Algunas nacionalidades viven de las ayudas y no tienen ningún interés en trabajar", dijo exactamente Maroto. Estas declaraciones le valieron que la oposición le tildara de racista, e incluso un portavoz del PNV fue más lejos: "Se ha convertido en el Hitler vitoriano. No hay que olvidar que Hitler ganó unas elecciones exacerbando la confrontación de los judíos".

Para defenderse de estos ataques utilizó el mismo argumento que ya hemos visto antes con Albiol: "Yo digo lo que se dice y se piensa en la calle. Sobre este asunto hay que ser claro no políticamente correcto", dijo. Estas declaraciones no han sido esporádicas. En 2012 aseguró que los inmigrantes compraban zapatillas de la marca Prada con los subsidios sociales. El año siguiente puso en su punto de mira los kebabs, los bazares chinos y los locutorios. Con respecto a estos últimos dijo que se producen actividades en su interior que no coinciden con el objeto social de estos locales. El objetivo era defender el comercio tradicional y evitar que ese tipo de negocios proliferaran en la ciudad.

Y por último le tildaron de xenófobo y populista por sus propuestas de endurecer los requisitos de acceso a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Maroto insistió en que hay gente que vive de forma fraudulenta y abusiva de la RGI. Maroto defendió que el Gobierno autonómico incrementase en 50 euros mensuales (600 euros/año) el complemento de pensiones a través de la RGI. Es decir subir las pensiones en detrimento de esa Renta.Perfil Albiol

El presidente del Gobierno también ha premiado a Albiol con la candidatura a la presidencia de la Generalitat. "Tiene las cosas claras", admitió Rajoy cuando lanzó su candidatura.
Rajoy ha reiterado que de todos los candidatos a la Presidencia de la Generalitat Albiol es "el más cercano, el más próximo yel que mejor conoce los problemas reales de la gente" mientras que otros se olvidan de ellos "con sus grandilocuentes discursos".

Rajoy destaca de Albiol, lo mismo por lo que destaca Maroto. Su lenguaje de la calle, su estilo directo que tantos problemas le ha dado. Sus declaraciones contra los inmigrantes, especialmente magrebíes, gitanos y rumanos ,que incluso le valió una denuncia que le llevó a los tribunales. Ese fue el peor momento de su vida, según ha confesado, en el llegó a perder hasta cuatro kilos. Le acusaron de repartir panfletos racistas. Los folletos llevaban lemas como "¿Tu barrio es seguro?" o "No queremos rumanos". Finalmente el juez le absolvió.

Casado, con dos hijos, es forofo del Espanyol y de la saga Torrente, se presentó a las elecciones de este 2015 con el lema "Limpiando Badalona". Sin embargo su fama de xenófobo se le había ganado mucho antes. Todo empezó en 2010 con esta declaración: "El colectivo rumano-gitanose ha instalado a delinquir y a robar. Son una plaga".

Declaraciones de las que se defendió de la siguiente manera: "Se ha puesto de moda decir que soy xenófobo. Pero cuando una pareja joven en paro, con un hijo, va a pedir una ayuda económica y se la niegan para dársela a una persona que lleva dos días empadronada, eso no es xenofobia, sino supervivencia".

Pero durante los últimos años sus declaraciones polémicas han sido una constante. Criticó los rezos en las mezquitas, aseguró que no hacía falta más inmigrantes porque había 600.000 parados en Cataluña y prometió dureza policial contra la inmigración, "No pueden estar cómodos", dijo. Él insiste en que ha perseguido sólo a los delincuentes, sean españoles o extranjeros." No se inspecciona a nadie por ser de nacionalidad paquistaní, pero ser de una nacionalidad en concreto no da derecho en España a vender carne con gusanos o caducada". "La expansión de una religión en la UE que en su versión radical es capaz de matar no puede tener el mismo trato que el resto de creencias", ha dicho últimamente.

El episodio de los panfletos racistas no fue la única polémica en la que Albiol se ha visto envuelto durante su carrera. En 1991, cuando era el único edil popular en el consistorio de Badalona,comparó a los homosexuales con mascotasy animó a un concejal del PSC a salir del armario.

Como alcalde, y ahora como candidato a la Generalitat, Albiol ha usado tácticas del famoseo y del mundo de la farándula. Sube a las redes sociales fotos con los vecinos, se pasea por los mercadillos y se detiene en los barrios humildes, los mismos donde él nació. Siempre pisando la calle, como Javier Maroto. Sin embargo, al igual que el número cuatro del PP, ha protagonizado inspecciones locales a comercios regentados por extranjeros y ha sido criticado por prohibir rezar en la calle durante el Ramadán.

Rajoy ha buscado tanto en Maroto como en Albiol un perfil polémico pero cercano, en su nueva estrategia de comunicación. Ambos tienen carisma, se metieron a sus ciudadanos en el bolsillo y tienen mucho recorrido. Maroto, con 43, y Albiol con 47, buscan impulsar al PP. Uno en Génova cambiando la política de comunicación, y el otro en la Generalitat polarizando la campaña electora del 27-S. Ambos han sido repescados, tras una dulce derrota o amarga victoria, y porque quizás su ciudad se les quedaba pequeña.

Mostrar comentarios