Rajoy tiende la mano al PSOE para sobrevivir a la ola de protestas en la calle

  • Ofrece pactos en pensiones, financiación autonómica y agua porque "es de sentido común y es lo que la gente quiere, pactos".
Rajoy en Murcia
Rajoy en Murcia

La salida a la calle de los pensionistas ha sido la gota que ha colmado el vaso. El gran baluarte y nicho electoral del PP se ha sumado a una ola de protestas que parece no tener fin. El conflicto catalán inició este proceso de salida a las calle, que ahora comparten independentistas y constitucionalistas, estos últimos cansados del abandono institucional. La oposición a la ley mordaza, la división en torno a la prisión permanente revisable... todos los temas parecen acabar hoy en una manifestación ante un Congreso paralizado.

Y en medio de este panorama, Ciudadanos se muestra cada vez más como una alternativa viable, las encuestas se suceden y en ellas el partido de Rivera no pierde fuelle. Su triunfo en Cataluña ha provocado una resaca que el PP no es capaz de contener. El doble juego de Rivera, apoyando en el PP en lo económica, pero azuzando a la vez los temas más sociales erosiona sin pausa.

En estas circunstancias, Rajoy ha mirado al PSOE. Se ha quejado de la herencia recibida, culpable en parte, en su opinión, de la situación de los pensionistas, pero ha pedido también al PSOE que se comporte como un partido responsable en la oposición. En este sentido ha dejado claro que necesitan a los socialistas. En la clausura del VII congreso regional del partido en la Región de Murcia el presidente ha hecho llamamientos al PSOE para alcanzar acuerdos sobre agua, financiación y pensiones.

"Hay veces en la vida en que es bueno pactar sobre los asuntos que generan preocupación en los ciudadanos. La gente quiere un pacto de partidos, porque es lo que da tranquilidad y es lo que debería hacer la oposición". Y lanzó sus ofertas. La primera un pacto estatal por el agua donde tenderá la mano al PSOE por "sentido común", por los votos en el Congreso y porque manda en algunos gobiernos clave. "Sería una forma de ser útil", insistió de nuevo, al tiempo que censuró que la oposición  no ceje en su "concurso para ver quién critica más al Gobierno".

Rajoy ha abierto el abanico del pacto también a pensiones y la financiación autonómica. En este punto se ha mostrado dispuesto a cambiar el modelo, "para lo que necesitamos el concurso del PSOE, porque no tenemos mayoría y porque gobierna en varias comunidades autónomas".

La indignación de los jubilados, un golpe duro para Rajoy

Lo cierto es que Rajoy está acusando el golpe de ver a los jubilados en la calle. Su política de recortes pasó de perfil sobre este sector, al que el PP siempre ha querido cuidar con mimo. Perderlo sería un desastre electoral para el PP y Rajoy lo sabe. Por eso ha intentado poner coto a la marea de los jubilados asegurando que si se mantiene el crecimiento económico en España, las pensiones van a subir "más y pronto" y si no al tiempo. 

No entiende Rajoy que este sector de la población no sea consciente de que no ha bajado o congelado las pensiones con 70.000 millones de euros menos de ingresos, pero su eslogan de "este partido salvó del rescate a España' ya no le vale. No cala. Así que el presidente se ha vuelto hacia la oposición, más concretamente al PSOE, y ha pedido "no hacer demagogia en general y menos en un asunto como el de las pensiones, porque no ayudan en nada y apuesten por la responsabilidad del Pacto de Toledo".

"El Gobierno ofrece pensiones seguras y la oposición promesas falsas, y lo digo con conocimiento de causa", ha reiterado el presidente antes de recalcar que las pensiones no pueden subir lo que no se puede. Rajoy ha definido las pensiones como “un sistema de solidaridad entre generaciones” y ha recordado que ya cuando asumió la presidencia del Gobierno, a finales de 2011, aseguró que “la única partida que no se iba a tocar para abajo era la de pensiones”, logrando “mantener el sistema en el peor momento de la crisis económica", si bien es verdad, ha explicado, que "le gustaría aumentar más las cuantías".

“Las pensiones no se garantizan con discursos ni con promesas que no se puedan cumplir”, ha destacado durante su intervención, al tiempo que ha añadido que “los pensionistas no deben ser utilizados por nadie en ningún debate ni en ninguna ambición”.

El presidente del Gobierno ha ratificado también, tal y como avanzó en el debate que hubo esta semana en el pleno del Congreso sobre el futuro de las pensiones, que el proyecto de ley de presupuestos que aprobará el Ejecutivo el 27 de marzo incluirá una subida especial de las mínimas y las de viudedad. Precisamente, el referirse a ese debate de esta semana en el Congreso, ha lamentado que algunos partidos de la oposición pretendieran convertirlo en "una puja y otros en una bronca".

Frente a ello ha asegurado que él fue "con la verdad por delante" y dijo que las pensiones se pueden subir en la medida en que se puedan seguir pagando mañana. Que vengan a dar lecciones ahora quienes -ha dicho en alusión al PSOE- generaron con su política económica una pérdida de mas de tres millones y medio de empleos en España es un poco duro".

En esa línea, ha insistido en que lo único que puede poner en riesgo las pensiones del futuro es que se vuelva a políticas económicas erróneas, como las que cree que hubo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Rajoy apuesta por el palo y la zanahoria con el PSOE para sobrevivir a la calle. Mira las encuestas, y aunque Sánchez dice que se ve como primer partido con la punta de los dedos, él teme más a Ciudadanos.

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