El exvicepresidente económico del Gobierno Rodrigo Rato ha acudido esta mañana a las dependencias de la Audiencia Nacional para recoger el requerimiento de su ingreso en prisión adelantándose así a la citación pendiente para este jueves. De esta manera, el plazo de diez días hábiles empieza a contar desde hoy, por lo que tiene hasta el próximo jueves 25 de octubre para entrar en el centro penitenciario que escoja.
Además de Rato, que suma una condena en firme de cuatro años y medio por el uso de las tarjetas 'black', ha acudido a este órgano judicial el exsecretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, penado igualmente con tres años y dos meses de prisión, según informan fuentes jurídicas.
Son dos de los quince exdirectivos y exaltos cargos de Caja Madrid a los que el Tribunal Supremo les ha condenado con penas superiores a los dos años de prisión por el uso que hicieron de las visas de la caja extinta. Esto quiere decir que los otros 13 restantes acudirán a la Audiencia Nacional este jueves para ser notificados acerca de la ejecución de la resolución.
Ellos son el exvicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santin (condenado a cuatro años de cárcel), Francisco Baquero, Antonio Romero, Rubén Cruz, José Maria de la Riva, Antonio Rey de Viñas, Javier de Miguel, Angel Eugenio Gomez del Pulgar, Rodolfo Benito, Gonzalo Martín Pascual, Francisco José Perez Fernandez, Miguel Angel Abejon y Jorge Gomez Moreno.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal -que enjuició esta pieza separada de las 'black'- les había citado de forma personal para que comparecieran entre las 9.00 y las 11 horas de mañana ante la Secretaría del Servicio Común de Ejecutorias Penales. Se trata del paso que sigue a la recepción de la condena del Tribunal Supremo que se produjo el pasado viernes.
En su sentencia, los magistrados siguieron las líneas maestras de la condena interpuesta por el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo y concluyeron que se había continuado con un sistema viciado desde la llegada a la presidencia de Caja Madrid del fallecido Miguel Blesa, en el año 1996.
Ellos, por su parte, alegaron durante el juicio que no eran conscientes de que estaban cometiendo una ilicitud, en tanto se les dijo que las tarjetas eran parte de su remuneración. También denunciaron que se había efectuado un "juicio paralelo" debido al escarnio mediático y social al que se vieron sometidos desde que estalló la investigación de esta causa, hace ahora cuatro años.
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