Rato insiste en que el FMI puso a Bankia en la picota a petición expresa de Guindos

  • Dice que el folleto de la OPS contenía información "clara y exhaustiva" y que los estados reformulados de 2011 carecían de errores contables.
Rato ante el juez en la pieza de blanqueo de capitales
Rato ante el juez en la pieza de blanqueo de capitales
Europa Press

Ocho meses después del arranque del procedimiento por la salida a bolsa de Bankia, Rodrigo Rato ha presentado su escrito de conclusiones definitivas al tribunal de la Audiencia Nacional y lo ha hecho invocando los mismos argumentos que ha defendido durante este largo procedimiento; esto es: se actuó en todo momento siguiendo las directrices del Banco de España, la CNMV el FROB y las autoridades económicas. Además, el exvicepresidente del Gobierno también recoge el capítulo del adelanto de conclusiones sobre el sector bancario del FMI para apuntalar que se produjo a petición expresa del Gobierno presidido entonces por Mariano Rajoy.

En su denso escrito, al que ha tenido acceso La Información, el expresidente de Bankia relata toda la secuencia de hechos que ahora se juzgan en la vista oral y que van desde la integración de las siete cajas en el SIP que dio lugar a Bankia hasta su salida de la entidad y la reformulación de las cuentas anuales de 2011, ya bajo la presidencia de su sucesor al frente del banco, Ignacio Goirigolzarri. En todo este proceso, Rato recuerda que existió un "seguimiento continuado permanente" del Banco de España, el cual avaló todos los movimientos de la entidad nacionalizada. 

Con todo, el exdirector gerente del FMI no pasa por alto uno de los asuntos más candentes de este procedimiento; el relativo al adelanto de las conclusiones provisionales que el organismo internacional hizo en abril del año 2012 en el que se hizo alusión "de manera implícita" a la mala situación de Bankia. Aunque el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, negó en su testifical haber ejercido cualquier tipo de influencia en Christine Lagarde para que adelantara esta difusión -que se produjo un mes antes de la nacionalización de la entidad- algunos acusados así como el auditor externo del FMI apuntaron que este movimiento se produjo a petición del Gobierno español. 

Especial vigilancia en Bankia

Este es un pequeño capítulo de su extenso escrito en el que insiste acerca de que la entidad estuvo, desde el mismo momento de su creación en 2010, supervisada de manera "continuada" por el Banco de España. Así, explica que la conclusión de la Comisión Ejecutiva del supervisor sobre este proceso de  'fusión fría' "no dejaba lugar a duda" en tanto se determinó que las siete cajas eran "fundamentalmente sólidas" y el proyecto de integración "consistente". "El BdE, el FROB, la Comisión de la Competencia de la UE y la ministra de Economía (Elena Salgado) consideraron que el SIP era plenamente viable", alega Rato.

Al igual que ya hiciera en su interrogatorio el pasado mes de enero, Rato explica que el seguimiento continuado que ejerció el Banco de España en el sistema financiero "se aplicó de forma particularmente intensa durante toda la vida de BFA y Bankia", sobre todo en lo que respecta a los ajustes contables que las cajas tenían que realizar. Al respecto, recoge la autorización que dio la Dirección General de Regulación del BdE a la petición de las cajas de cargar las pérdidas contra reservas y no contra resultados. Igualmente se ampara en los informes que realizaron los expertos AFI y Deloitte sobre el proceso de integración aunque hace especial mención al elaborado por PwC.

Folleto supervisado por la CNMV

Aunque este documento se redactó hace nueve años, no se incorporó a la causa hasta el arranque del juicio. La fiscal Anticorrupción al frente del caso, Carmen Launa, pidió su adhesión al sumario en tanto planteaba un rango de ajuste de alrededor de 11.500 millones de euros; esto es, un 61% superior al estudiado inicialmente por el plan de integración. Sobre este trabajo concreto explica Rato que "consta acreditado" que fue tenido en cuenta a la hora de establecer el rango de más de 9.000 millones de euros de saneamientos practicados. "Consecuentemente, el informe y su contenido fueron ampliamente difundidos adoptándose por los administradores de BFA las decisiones derivadas del mismo", precisa. 

Sobre la salida a bolsa de Bankia, Rato contraataca a la fiscal e insiste en que las cuentas de la entidad reflejaban "la imagen fiel" del banco y que el proceso también "fue examinado en todos sus detalles" por el supervisor. En lo que respecta al folleto de la OPS, descarta que no recogiera los riesgos reales en tanto en su elaboración intervinieron técnicos de la CNMV que supervisaron que el documento en el que se apoyaron los minoristas para la compra de acciones "cumplía con las exigencias legales y plasmaba la información veraz y suficiente para los mercados e inversores".

Pidieron su dimisión

Prueba de la confianza del exvicepresidente económico del Gobierno en esta operación fue la compra de 66.667 acciones de Bankia, como ya certificó durante la fase de las cuestiones previas. De nuevo ha vuelto a arremeter contra la tesis de las acusaciones en lo que respecta a la situación de BFA asegurando que la pericial practicada determina que es una "conclusión irrefutable" el hecho de que los efectos que produjese el precio de salida de bolsa en la matriz no se dejarían sentir en los minoristas de Bankia; los cuáles expusieron durante su testifical en el plenario que se sintieron engañados con la campaña que se promovió desde la cúpula de la entidad. 

En lo que respecta a los últimos meses de su mandato, Rato hace hincapié en dos aspectos concreto: por un lado, las ya famosas reuniones celebradas en el Ministerio de Economía entre Guindos y Emilio Botín (Santander), Francisco González (BBVA) e Isidro Fainé (La Caixa) y, por otro, la reformulación de las cuentas a mediados de 2012. En lo que respecta a los encuentros de mayo de ese año Rato recuerda cómo de los mismos se llegó a la conclusión de que su plan para sanear la entidad fue considerado "insuficiente" y, por eso, se pidió su dimisión "sin que el BdE ni sus máximos responsables tuvieran conocimiento ni intervención de los hechos".

Sobre los estados financieros de 2011 que se presentaron a la CNMV sin el visto bueno de Deloitte, Rato se desliga de Francisco Celma para apuntalar que el auditor sí elaboró un borrador de auditoría a la espera de las modificaciones que tenía pendientes de aprobar el Banco de España y que dichas cuentas carecían de errores contables, por lo que la reformulación que se llevó a cabo ya bajo la presidencia de Ignacio Goirigolzarri se llevó a cabo "en virtud de una mejor información sobre diversos factores que no había sido accesible a los gestores de la entidad en el momento de la formulación".

Mostrar comentarios