Reabierta la causa contra ocho policías por favorecer a la trama de Gao Ping

    • Habrían facilitado presuntamente información reservada a un ciudadano chino vinculado al 'caso Emperador'.
    • A cambio, pedían entradas de fútbol y un vuelo en business de Pekín a Madrid.

Policías de Fuenlabrada niegan gestiones y negocios con un empresario de la red de Gao Ping
Policías de Fuenlabrada niegan gestiones y negocios con un empresario de la red de Gao Ping

La Audiencia Nacional ha ordenado al juez Fernando Andreu que reabra la causa contra ocho policías acusados de favorecer a un ciudadano chino investigado en el 'caso Emperador', proporcionándole información reservada de las bases de datos policiales, inspeccionando locales de la competencia o incluso poniéndole en contacto con un concejal de Urbanismo. A cambio, exigieron entradas para ver la Supercopa en el Santiago Bernabéu o un vuelo en clase business desde Pekín a Madrid.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha estimado el recurso de la Fiscalía Anticorrupción pidiendo imputar por delitos de revelación de secretos y cohecho a los policías Manuel Patricio Rodríguez San Román, Blas Donoso Adán, Federico Sánchez de Frutos, Ángel Luis Olmedo, Oscar Francisco García Frade, Miguel Angel Gómez Gordo, Pablo García Lozano, el agente de la Policía Local de Fuenlabrada Mario José Selas Martínez y el ciudadano chino Yongping Wu Liu.

Además, está conforme con el sobreseimiento del caso solicitado por el Ministerio Público para la funcionaria del Ayuntamiento de Coslada Amanda Martin, del policía nacional Roberto Ruiz Ortega y del policía local de Fuenlabrada José Pablo Roldán.

La 'operación Emperador' estalló en octubre de 2012 cuando fueron detenidos un total de 83 personas. Entre los arrestados estaban el actor porno Ignacio García Jodrá, alias 'Nacho Vidal', el exconcejal de Seguridad de Fuenlabrada (Madrid) José Borrás y el policía nacional Miguel Ángel Gómez Gordo."Más que un jamón en fin de año"

Los fiscales Anticorrupción Juan José Rosa y José Grinda presentaron en septiembre un recurso en el que pedían a la Sala de lo Penal que revocase la decisión del juez Fernando Andreu de archivar las actuaciones seguidas contra los agentes al entender que no incurrieron en ninguna conducta ilegal y que el informe de Asuntos Internos se reducía a que se les ofreció un jamón "en una fecha tan señalada como el fin de año" y una botella de vino.

"La Fiscalía no imputa por el mero hecho de recibir un jamón o un bolso, sino porque se cumplen los requisitos legales del Codigo Penal junto con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que buscan la adecuación de la función pública a los intereses públicos y no a los particulares, como es, muy especialmente, el caso de Wu Liu", replicaron los fiscales.

Según el escrito, los agentes traspasaron "claramente" los límites sociales aceptados" tanto por la reiteración de las dádivas que recibían, como por su importancia económica.

Se trataba, sostenían, de regalos que estaban "lejos del poder adquisitivo de las economías medias -que, por ejemplo, no pueden permitirse acudir tres veces en un breve plazo al palco del estadio Santiago Bernabeu- y por la implicación de terceras personas y familiares de los funcionarios".

Además, los fiscales destacan que los agentes accedieron a bases de datos, de carácter exclusivo y reservado de las Fuerzas de Seguridad, para proporcionar a Wu Liu información de compatriotas chinos. "Yongping Wu Liu es la única persona en España que tiene en la practica una terminal de las bases del Cuerpo Nacional de Policía a su disposición permanentemente", añaden.

En este sentido, resaltan que el Tribunal Supremo impide a los funcionarios acceder a las bases de datos si no están autorizados judicialmente o la consulta no se encuentra inmersa en un expediente administrativo abierto.

En las conversaciones telefónicas intervenidas se escuchaba, por ejemplo, como Miguel Angel Gómez Gordo "no solo recibe regalos de Wu Liu, sino que llega a exigírselos, como es el caso de viajar en clase business (más de 4.000 euros) desde Pekin hasta Madrid".

El agente de la Policía municipal de Fuenlabrada Mario Selas se ofrece a "presionar para agilizar" en cuestiones de urbanismo o a inspeccionar comercios de la competencia. A cambio, pide a Wu Liu cien pendrives "a buen precio" para un curso de jueces y policías o entradas para el Vicente Calderón.

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