Por sus críticas a Rivera

Los recelos de Ciudadanos complican que el PP integre a Valls en su pacto catalán

Arrimadas investidura. / EFE
Arrimadas investidura. / EFE

Los deseos del PP de formar una candidatura conjunta de la derecha para las elecciones catalanas se complican. La idea de unir a los 'populares', Ciudadanos y Manuel Valls bajo las mismas siglas es toda una prioridad para Pablo Casado, que está convencido de que una fórmula como la de 'Navarra Suma' tendría efecto entre el electorado conservador. Pero los recelos entre quienes tendrían que formar parte de la misma hacen difícil que la alianza pueda cuajar. El principal obstáculo es Inés Arrimadas, que tiene ciertas reticencias a abrir este pacto al ex primer ministro francés. Aunque este sí tiene claro que concurrirá a sus primeras autonómicas.

Los recelos de Arrimadas vienen motivados por las críticas que Valls realizó a los naranjas y a Albert Rivera por su estrategia electoral. Las buenas relaciones que mantenían ambos antes de que empezara el circuito electoral de abril y mayo de 2019 se rompieron cuando este último censuró que Cs aceptara formar parte de acuerdos en los que participaba Vox para así gobernar en ayuntamientos y comunidades. Algo que para él era inadmisible, ya que como dijo en su momento "no se puede pactar con la extrema derecha". Tampoco gustó mucho en la dirección del partido que facilitara la investidura de Ada Colau como alcaldesa. Incluso cuando la otra alternativa era que gobernara la ERC de Ernest Maragall. 

Esto no va a impedir al ahora concejal en el Ayuntamiento de Barcelona presentarse a los comicios anunciados por Quim Torra. Que aún no estén convocados y no esté clara la fecha le da margen para seguir deshojando la margarita de su candidatura. Esta propuesta de 'pacto a tres' de Casado es algo que gusta mucho en el entorno del líder de Barcelona pel Canvi, debido a que se ve con buenos ojos "todo lo que sea pactar con partidos constitucionalistas", según señalan distintas fuentes a La Información. El propio Valls no se ha pronunciado por el momento, ya que tampoco ha tomado la iniciativa para que esa alianza se haga realidad. Pero sí está expectante ante qué pasos dan sus posibles socios. 

Las fuentes consultadas por esta redacción también advierten de ciertos consecuencias negativas de este pacto. La principal sería la dificultad para llegar a pactos con el resto de partidos. El objetivo de unirse, además de para intentar sacar un mejor resultado por separado, es el de hacer un frente común contra el independentismo. Esto provoca que cualquier pacto con ERC o Junts per Catalunya esté absolutamente descartado. Las otras opciones que quedarían son el PSC o los 'comuns'. Dos formaciones que sí están dispuestas a negociar con el separatismo, especialmente con Esquerra, y que no tienen previsto ni sentarse a negociar con un triple alianza conservadora. Salvo que las circunstancias del momento fueran otras a las actuales y dieran un giro de 180 grados a su postura.

El liderazgo de la plataforma que surja es otra cuestión a tener en cuenta. Valls no se opondría a que fuera otro político el que se pusiera al frente de la lista, según ha podido saber este diario. Por eso, el nombre que suena con más fuerza para ejercer de 'número 1' es el líder del PP catalán, Alejandro Fernández. Su perfil moderado y lo bien valorado que está por Génova facilita que la dirección 'popular' apueste fuerte por él. La candidatura de Fernández tiene muchas más opciones que la de la actual jefa de filas de Ciudadanos en Cataluña, Lorena Roldán. Fuentes de Cs destacan que, al contrario que Arrimadas, no ha logrado convencer con su discurso. Por eso, incluso se habla de que durante la campaña coja más peso alguien contrastado como Carlos Carrizosa

Arrimadas quiere alianza... sin mencionar a Valls

La propia Inés Arrimadas ya ha abierto la puerta a no concurrir en solitario y aliarse con el PP. Algo que ha hecho sin hacer alusión en ningún momento a Manuel Valls, dejando clara así la distancia que existe entre ambos. Aunque la otra lectura es que su oferta de sumar fuerzas con otras marcas no se limita solo a Cataluña, ya que quiere que el pacto se traslade además a Galicia y Euskadi. Los de Casado ya han deslizado que hacerlo en los territorios catalán y vasco es algo factible. Además, Ciudadanos tendría una nueva opción para evitar un nuevo descalabro electoral como el de las generales del 10-N

En lo que respecta a Cataluña y Euskadi, al ser dos lugares en los que no han obtenido muy buenos resultados en los últimos años, no hay reparos por ambas partes en intentar mejorarlos con una nueva fórmula. Especialmente si se parte de que Cs ganó las últimas catalanas en 2017. El caso de Galicia es muy distinto. Los 'populares' gallegos de Alberto Núñez-Feijóo no han tardado en salir a descartar que esta iniciativa de Ciudadanos se lleve a cabo en su territorio. Al contrario que en Euskadi y Cataluña, el PP gallego es la fuerza más sólida de la comunidad y la que más apoyo ha recibido históricamente por los votantes. Sus gobiernos en la comunidad, solo interrumpidos durante tres años por la sociedad entre PSOE gallego y BNG, así lo atestiguan. A lo que sí están dispuestos es a que otras fuerzas quieran concurrir bajo sus siglas

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