Rechazo generalizado al retraso de la jubilación, que sólo apoya la patronal

  • Madrid.- La propuesta del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 67 años ha sido rechazada de forma generalizada por los sindicatos y la mayoría de partidos políticos, que ven prioritario impulsar medidas que sirvan para crear empleo, mientras que la patronal ve con buenos ojos que se abra este debate.

Fernández Toxo anuncia un rechazo frontal al retraso de la edad de jubilación
Fernández Toxo anuncia un rechazo frontal al retraso de la edad de jubilación

Madrid.- La propuesta del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 67 años ha sido rechazada de forma generalizada por los sindicatos y la mayoría de partidos políticos, que ven prioritario impulsar medidas que sirvan para crear empleo, mientras que la patronal ve con buenos ojos que se abra este debate.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) valoró el planteamiento del Ejecutivo, ya que considera muy importante para la sociedad que se abra un debate público sobre la necesidad de prolongar la edad en activo de los trabajadores.

La propuesta también ha encontrado el respaldo del Ejecutivo europeo, a través del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, quien apostó por medidas como ésta para mejorar la sostenibilidad a medio y largo plazo del sistema de pensiones español.

Por el contrario, los sindicatos han mostrado un rechazo frontal a esta medida, porque la consideran injusta y creen que va en contra de la necesidad de crear empleo en un momento en que la tasa de paro roza el 19 por ciento, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

Para el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el retraso de la edad de jubilación resulta incomprensible en un momento en que se ha de propiciar la incorporación masiva de los jóvenes al mercado laboral.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, advirtió de que alargar la vida laboral no sirve a largo plazo para garantizar las pensiones y recordó que en España los jóvenes llegan al mercado laboral de forma tardía, mientras se está reduciendo la población activa por encima de cincuenta años por las "políticas de despido" de las empresas.

Para la Unión Sindical Obrera (USO), el plan del Gobierno es un parche que no garantizará la sostenibilidad del sistema de pensiones y que además dificultará el acceso a la jubilación parcial, limitando la incorporación de personas jóvenes al mercado de trabajo.

La propuesta tampoco ha sido bien recibida por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), que ha apostado por acotar las jubilaciones anticipadas antes de empezar a retrasar la edad de retiro de los trabajadores hasta los 67 años.

Por su parte, las organizaciones agrarias y federaciones agroalimentarias sindicales han recordado que la dureza de las tareas agrarias hace inviable su aplicación en el sector primario.

En la misma línea que los sindicatos se han manifestado los partidos políticos, salvo el PSOE, que ha defendido la sensatez de una iniciativa gubernamental que se basa en el aumento de la expectativa de vida.

Para el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, esta propuesta no es "seria" y supone "recortes en los derechos de los españoles".

También se mostró reacio a alargar la edad laboral el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, quien no obstante abogó por "flexibilizar" el sistema de pensiones español.

Más dura fue la reacción de Izquierda Unida e ICV, que ven "injustificable" e "injusta" la prolongación de la edad de retiro, que supone una "estafa a los ciudadanos" y el "mayor ataque" al modelo social español en muchos años, mientras que el Partido Comunista de España (PCE) ha anunciado "una gran campaña de movilización" para paralizar esta iniciativa.

La Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) y la Confederación Estatal de Prejubilados y Pensionistas (CEPYP) han demandando participar en el debate sobre la reforma de las pensiones y han rechazado que se amplíe el periodo de cotización con el que se calcula la pensión porque supondrá un descenso de su importe.

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