Recurren la revisión del caso del japonés que pasó 46 años condenado a muerte

  • La Fiscalía nipona recurrió hoy la revisión del caso de Iwao Hakamada, que tras pasar 46 años en la cárcel condenado a muerte fue liberado al descubrirse nuevas pruebas sobre el asesinato múltiple que se le imputaba.

Tokio, 31 mar.- La Fiscalía nipona recurrió hoy la revisión del caso de Iwao Hakamada, que tras pasar 46 años en la cárcel condenado a muerte fue liberado al descubrirse nuevas pruebas sobre el asesinato múltiple que se le imputaba.

El recurso presentado hoy podría tardar unos dos años en resolverse y retrasará la revisión del caso del exboxeador de 78 años, considerado el hombre que más tiempo ha pasado en el corredor de la muerte en el mundo.

La semana pasada el Tribunal del distrito de Shizuoka (centro del país) anunció que analizará las últimas pruebas de ADN presentadas por la defensa del condenado, que considera que pueden demostrar que es inocente del delito cometido en 1966.

Hakamada, que padece una enfermedad mental, fue condenado a la pena de muerte en 1968, sentencia que quedó temporalmente suspendida con la decisión del pasado jueves de revisar su caso.

El juez dijo que es "injusto" mantener al imputado en prisión, al considerar que "la posibilidad de su inocencia se ha aclarado hasta un grado considerable".

La organización humanitaria Amnistía Internacional denunció hoy que recurrir la reapertura del caso "solo incrementará la tortura psicológica a la que ha sido sometido durante décadas".

"Durante 46 años Hakamada ha vivido sometido constantemente al miedo de ser ejecutado, sin saber si le iban a matar de un día para otro. Este recurso solo le supone un sufrimiento añadido", aseguró Roseann Rife, directora de investigación de Asia Oriental de Amnistía Internacional.

La organización denunció que la decisión de la fiscalía le podría negar al anciano la revisión del juicio "que se merece de manera incuestionable" y la calificó como "una artimaña para retrasar el caso aun sabiendo que a Hakamada se le acaba el tiempo".

El exboxeador fue condenado a muerte acusado de apuñalar en 1996 hasta la muerte al dueño de la pequeña fábrica de miso (soja fermentada) donde trabajaba, así como a la mujer de éste y a sus dos hijos.

Durante el juicio y sus años de prisión, él siempre se declaró inocente del crimen y varias organizaciones humanitarias han denunciado que la investigación del caso estuvo rodeada de todo tipo de irregularidades.

Hakamada aseguró que fue coaccionado por la policía para firmar una declaración reconociendo la autoría del asesinato.

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