Audios de su declaración ante el juez

"Soy de los buenos, no corras": así captó Villarejo al chófer de Bárcenas

Sergio Ríos confesó que le engañaron y le dijeron que tenía que colaborar con la causa Gürtel en aras a esclarecer donde tenía el dinero Bárcenas.

Declara el chófer de Luis Bárcenas por el robo de papeles del PP por encargo de
El chófer declaró en enero de 2019 ante los investigadores del caso Tándem
Óscar J. Barroso - Europa Press

Sergio Ríos Esgueva se convirtió en una pieza clave del operativo por el cual se le sustrajo a Luis Bárcenas documentación clave del PP. Según relató el que fuera chófer del extesorero popular, la red de Villarejo que le captó para participar en la trama Kitchen le engañó y le dijo que tenía que colaborar con una investigación judicializada, en referencia al caso Gürtel. Me dijeron: "Soy de los buenos, no corras", expuso este policía al juez en referencia al mensaje que le trasladó el excomisario Enrique García Castaño cuando se acercó a él por primera vez para implicarle en este operativo parapolicial.

Así se desprenden de los audios de la declaración que prestó en sede judicial en enero de 2019 y a los que ha tenido acceso La Información. Según relata Ríos Esgueva, comenzó a trabajar como chófer para el exgerente popular en 2013. En aquel entonces ya habían saltado a la luz los famosos papeles en los que anotó una contabilidad opaca en la formación, lo que le llevó a pedirle a su entorno que extremaran precauciones ante el foco mediático que había en su persona. "Esas eran las premisas de mi servicio", explicó el chófer, el cual aclaró también que fue ahí cuando empezó a "detectar movimientos".  Según dijo en sede judicial, comenzaron a seguirle las mismas personas y "se veía claro" que no eran periodistas.

"Cuando un individuo me estuvo marcando unos días ya me preocupo porque cuando me iba a comer o al gimnasio le veía. Llamé al 091 manifestando que me seguían y mi sorpresa es que cuando llegan le identifican, se sonríen entre los tres y me dijeron: 'Tranquilo chaval, que es de lo nuestros'", en referencia a que eran policías. Días después entró en escena uno de los principales acusados del caso Tándem: Enrique García Castaño. El exjefe de la UCAO, apodado como 'El Gordo', se le acercó mientras llevaba el coche al taller a las afueras de Madrid y, según expuso, le dijo: "Tranquilo chaval, no soy ningún malo". El comisario, que colabora con la Justicia y fue el que señaló a que la operación Kitchen se trató de un encargo de Interior, le enseñó la placa y le pidió tomar un café. Ahí es donde todo comenzó. 

"Te voy a pedir que colabores"

El siguiente en reunirse con el entonces chófer de Bárcenas y su familia fue José Manuel Villarejo. Precisamente, y según consta en el sumario del caso Tándem, el propio Villarejo se jactó ante compañeros policiales de que tuvo que entrar él en escena para captar al chófer porque no cuadró con García Castaño. Se trata de una versión que coincide con las declaraciones de Ríos Esgueva en la Audiencia Nacional aunque éste añadió un detalle más: Nadie le dijo que el operativo en el que le estaban pidiendo colaboración se trataba de un encargo de Interior que consistía en sustraer a Bárcenas material comprometido con el PP para destruirlo. "(Villarejo me dijo que) había una investigación abierta judicialmente por parte de la Policía en búsqueda y recuperación de los famosos millones", apuntó. 

Los recientes autos del magistrado José de la Mata, instructor de la causa por la caja 'b' del PP, demuestran que esta operación costeada con fondos reservados del Estado no se hizo para colaborar con Gürtel. De hecho, denunció que fue "extramuros" de este proceso judicial y en ningún momento aportaron al sumario lo que encontraron en un estudio de Rosalía Iglesias, mujer de Bárcenas. Sin embargo, en 2013, cuando se reunieron con el chófer para captarle para esta misión, le dijeron, siempre según sus palabras, que tenía que colaborar con la Policía y le insinuaron que si hacía lo que le pedían no se metería en problemas. "Lo que te voy a pedir es que no obstaculices. No nos toques la moral en el trabajo. Te pediría que colabores de otra manera. Todo lo que veas y nos puedas ir diciendo, te lo vamos a agradecer", le dijo Villarejo.

Esgueva relató al juez que accedió a las peticiones porque "lo primero que pensó" era que no quería tener "ningún tipo de problema" con la Policía. Así fue cómo empezó a dar parte al clan del comisario jubilado acerca de todos los movimientos de Bárcenas. Según explicó en su interrogatorio de enero de 2019, los siguientes encuentros con Villarejo sirvieron relatar  todos los sitios a los que llevaba a Bárcenas así como su agenda diaria. Las investigaciones realizadas en el marco de esta pieza desde su apertura en noviembre de 2018 ponen de manifiesto cómo el 'topo' acabó percibiendo un salario mensual de unos 2.000 euros que salían de los fondos reservados del Estado, gestionados desde el departamento del Interior.

El operativo se alargó hasta 2015 y en el marco del mismo consiguieron sustraer parte de la documental que atesoraba el exgerente del PP para volcarla en un ordenador que atesoraba 'El Gordo' en la Comisaría General de Información y cuyo destinatario último era el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Tanto el número dos de Interior como el exministro Jorge Fernández Díaz están imputados en esta pieza séptima del caso Villarejo y declararán a finales de este mes ante el instructor sobre este operativo. El recurso interpuesto por el exministro y adelantado por este diario vaticina que lejos de coincidir en sus versiones ante el juez, ambos se desligarán de 'Kitchen' y delegarán responsabilidades el uno en el otro.

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