Previo a su intervención en el Cercle

Calviño convenció a Sánchez de cambiar el pacto con Bildu de la reforma laboral

Fotografía de Nadia Calviño y Antonio Garamendi / EFE
Fotografía de Nadia Calviño y Antonio Garamendi / EFE

La intervención de Nadia Calviño entre las 8 de la tarde y las 12 de la noche fue clave para que el PSOE cambiara su pacto con EH Bildu sobre la derogación de la reforma laboral. Fuentes de Moncloa confirman a La Información que la vicepresidenta económica habló con el presidente del Gobierno en esas horas de infarto para hacerle ver que no era el momento ni las circunstancias para acometer una decisión de tal calado. 

Fueron horas de tensión. Calviño no sabía nada. La vicepresidenta maniobró y habló con Sánchez. El jefe del Ejecutivo había autorizado l firma de ese pacto que llevaba la firma de los tres portavoces parlamentarios: Adriana Lastra, el PSOE, Pablo Echenique, de Unidas Podemos, y Mertxe Aizpurua, de EH Bildu. La decisión final de Moncloa ante la opinión de Calviño fue clara: había cambiar el punto 1 del acuerdo con la formación 'abertzale' y adoptar exactamente la misma terminología del acuerdo de la investidura con sus socios.

Otras fuentes del Gobierno aseguran que fue un acuerdo a nivel parlamentario, ajeno a la coalición, y destacan el pacto firmado en diciembre en el que se recoge el contenido final del acuerdo: "Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012. Impulsaremos en el marco del diálogo social la protección de las personas trabajadoras y recuperaremos el papel de los convenios colectivos".

La vicepresidenta económica hizo este movimiento en plena presión por parte de los empresarios. Nadie entendía lo que estaba pasando. "No está el país para estas cosas", afirmaron. No es menor que Calviño vaya a participar este mismo jueves en una encuentro importante con empresarios: la reunión anual del Cercle de Economía. Es de prever que se aborde el asunto de la derogación de la reforma laboral.

En el acuerdo final, además, se llega a incluir que "con carácter urgente, derogaremos la posibilidad de despido por absentismo causado por bajas por enfermedad". Esta cuestión ya ha sido aprobada por el Gobierno y, de hecho, fue trasladada como uno de los hitos de la coalición en el avance hacia la derogación de la reforma laboral.

También se incluye que PSOE, UP y Bildu se comprometen a derogar "las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo, haciéndolo llegar más allá de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo". Por último, las tres formaciones acuerda poner fin, también con carácter prioritario, "la prevalencia aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales". Todo ello, como decimos, está reflejado en el acuerdo de investidura firmado en diciembre entre Sánchez e Iglesias.

El acuerdo ha levantado ampollas, especialmente, en CEOE. La patronal habla de "las consecuencias negativas incalculables para la economía española". En un duro comunicado se refieren al "desprecio indignante al diálogo social" que según los agentes sociales refleja la forma en la que se ha firmado el pacto. Consideran "indignante" que el Ejecutivo prescinda de su opinión acerca de algo tan trascendental como la reforma laboral y su derogación en "el momento más delicado de la economía española y, por tanto, cuando este diálogo se hace más necesario".

Pero las críticas de las patronales ni mucho menos se reducen a eso. También advierten que el acuerdo "desoye" las recomendaciones de la Comisión Europea, en las que plantea la necesidad de fundamentar la recuperación a medio plazo en medidas de apoyo al empleo tomadas de acuerdo con la totalidad de los actores implicados.

Mostrar comentarios