Reformar la Constitución para buscar la reelección, una tentación frecuente

  • Muchos presidentes, en particular en África y América Latina, han buscado reformar la Constitución de sus países para aspirar a un nuevo mandato, pero es poco habitual que, como en el caso de Evo Morales, sufran un revés en las urnas.

El zambiano Frederick Chiluba intentó en 2001, en vano, reformar la Constitución para optar a un tercer mandato, pero ante la movilización de las calles renunció a su proyecto.

En Malawi, el Parlamento se opuso en 2002 a que Bakili Muluzi asuma un tercer mandato, al que se oponía firmemente la oposición y la Iglesia.

En Burkina Faso, el deseo de Blaise Compaoré de modificar la Constitución para que pueda optar a un nuevo mandato tras más de 27 años en el poder provocó una insurrección popular que lo obligó a exiliarse en el extranjero en octubre de 2014.

Burundi, por su parte, atraviesa una mortífera crisis política desde hace diez meses originada por la reelección de Pierre Nkurunziza en julio a un tercer mandato. La oposición, la sociedad civil y una parte de su partido considera que este nuevo mandato es anticonstitucional.

En 2015, dos jefes de Estado africanos consiguieron por referéndum modificar la Constitución para poder presentarse a un nuevo mandato: Paul Kagame, presidente de Ruanda desde 1994 y candidato para 2017, y Denis Sassou Nguesso, dirigente del Congo desde hace más de 30 años y candidato a su sucesión en los comicios de marzo.

En Togo, en 2002, una enmienda Constitucional hizo que desapareciera el límite de dos mandatos presidenciales, lo que hizo posible que Gnassingbé Eyadéma, en el poder desde 1967, obtuviera un nuevo mandato en 2003.

En Uganda, Yoweri Museveni acaba de ser electo para un quinto mandato, mientras que en Chad, Idriss Deby Itno dirige el país desde 1990 y en Zimbabue, Robert Mugabe, desde 1980.

El peruano Alberto Fujimori (1990-2000) inició en 1993 una ola de revisiones constitucionales que introdujo la reelección presidencial en América Latina.

A Fujimori le siguió los pasos el argentino Carlos Menem (1989-1999) quien negoció una reforma constitucional que instauró la posiblidad de una única reelcción al tiempo que reducía el mandato de seis a cuatro años.

En Venezuela, Hugo Chávez (1999-2013) logró que se aprobara por referéndum una modificación del mandato presidencial (dos períodos de seis años). En 2009, un referéndum constitucional aprobó la reelección indefinida.

En Nicaragua el congreso dominado por el sandinismo aprobó una reforma similar en 2013, que permitirá a Daniel ortega buscar un cuarto mandato en 2016.

En Ecuador, la mayoría oficialista del Congreso avaló en 2015 la reelección presidencial indefinida a partir de las elecciones de 2021.

En Belarús, Alexander Lukashenko logró en 2004, con un controvertido referéndum, aprobar la reelección indefinida.

Tayikistán celebrará un referéndum en mayo para permitir que el presidente Emomali Rajmona sea reelecto de forma indefinida.

En 2008, el parlamento aprobó un proyecto de enmienda constitucional que suprimía la limitación del número de mandatos presidenciales, que hizo posible que Abdelaziz Buteflika siguiera en el poder desde 1999.

Pero el pasado 7 de febrero, el parlamento adoptó un proyecto de revisión de la Constitución, deseado por Buteflika, que prevé restablecer un límite de dos mandatos presidenciales.

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