Régimen sirio logra dos importantes victorias, Washington irrita a Moscú

  • El régimen sirio logró dos importantes victorias en 48 horas, las primeras desde el comienzo de la intervención militar de Rusia, que manifestó su enfado con Estados Unidos antes de una nueva reunión en Viena sobre el conflicto sirio.

En el vecino Líbano, un doble atentado suicida en un feudo del Hezbolá libanés chiita, que combate junto al régimen sirio, provocó al menos 37 muertos y 181 heridos frente a un centro comercial ubicado en el sur de Beirut, según el último balance provisional de la Cruz Roja libanesa y la policía.

Tras más de un mes de reveses, el ejército de Bashar al Asad, apoyado por el Hezbolá y combatientes iraníes, se apoderó este jueves de Al Hader, un feudo de los insurgentes al sur de Alepo, afirmó a la AFP una fuente militar.

"El ejército sirio, con la ayuda de sus aliados del Hezbolá y de combatientes iraníes, se apoderó de la localidad de Al Hader", a unos 10 km de la carretera que une Alepo con Damasco, afirmó esta fuente.

El martes, en la misma provincia de Alepo, las fuerzas del régimen rompieron un asedio del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que duraba dos años en el aeropuerto militar de Kweires, su primera victoria significativa ante el EI desde el comienzo de la campaña aérea de Moscú an apoyo al régimen de Al Asad, su aliado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con una red de fuentes en el país, confirmó que el ejército y sus aliados habían progresado en Al Hader y tomado "partes importantes de la ciudad". "Los combates continúan contra los rebeldes islamistas y los yihadistas del Frente al Nosra. Hay víctimas en las filas de los beligerantes", afirmó su director, Rami Abdel Rahman.

Situada a 25 km de Alepo, "la ciudad es el mayor cuartel general de las fuerzas rebeldes, sobre todo del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaida, y los rebeldes islamistas, al sur de Alepo. Su captura permite a las fuerzas del régimen acercarse a la carretera internacional", según el OSDH.

En cuanto al aeropuerto de Kweires, en el este de la provincia de Alepo, donde estuvieron atrincherados más de un millar de soldados durante dos años, servirá de base de avanzada contra el EI en la región de Alepo, afirmó una fuente militar.

Su toma fue particularmente sangrienta puesto que, según el OSDH, al menos 60 yihadistas, 20 soldados, 13 combatientes iraníes y 8 miembros del Hezbolá perecieron en los combates.

Según la agencia oficial SANA, unidades del ejército continuaban este jueves su avance, tomando cuatro granjas y caseríos en el suroeste de la provincia de Alepo.

"Los combates continúan al oeste y al sureste del aeropuerto", precisó el OSDH, que el lunes informó del apoyo aéreo ruso para retomar Kweires.

Controlar este aeropuerto marca un giro real en las operaciones militares alrededor de la ciudad de Alepo, en particular porque el ejército se encuentra ahora a pocos kilómetros de la planta eléctrica que alimenta a la segunda ciudad del país, según fuentes castrenses.

"Kweires no es simplemente un aeropuerto, sino una base militar integrada. Tomar su control total brinda a las fuerzas sirias y rusas un puesto de avanzada para realizar otras operaciones", agregó.

Según la fuente, las tropas se encuentran a algunos kilómetros de Deir Hafer, un bastión del EI más hacia el este, y de Al Bab, otro feudo yihadista al norte del aeropuerto.

"El ejército se prepara para lanzar operaciones en esta región, en la que no hubo combates en los últimos tres años. El objetivo es penetrar en las regiones bajo control (del EI) más que enfrentar a los rebeldes", dijo la fuente militar.

Excapital económica siria, la ciudad de Alepo se encuentra dividida desde 2012, controlando algunos barrios los rebeldes y otros el régimen.

Antes de la reunión internacional de Viena, el sábado, dos grupos de trabajo -uno encargado de definir las "organizaciones terroristas" y otro de precisar la lista de opositores para negociar con el régimen-, se reunieron, según una fuente diplomática. El tercero, sobre la cuestión humanitaria, comenzará su trabajo el viernes.

Rusia e Irán no están de acuerdo con Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes sobre qué grupos deben ser calificados como "terroristas" y aquellos que puedan considerarse parte de la oposición siria.

Moscú manifestó su enfado con Washington. La diplomacia rusa acusa a Estados Unidos de haber "organizado de prisa las reuniones de los grupos de trabajo, el 12 y 13 de noviembre en Viena, sin consultar a Rusia". Es un "intento de dividir a los participantes en el proceso de solución de la crisis", añadió.

Según un diplomático europeo en Beirut, "Moscú quiso demostrar su descontento porque, a su juicio, Washington añadió de manera unilateral a último momento a países como Japón, Australia, Austria u Holanda sin consultar a Rusia".

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