Relvas, mano derecha de primer ministro luso, sucumbe a uno de sus escándalos

  • Un escándalo académico se ha llevado por delante al ministro portugués de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, mano derecha del primer ministro, Pedro Passos Coelho, y considerado uno de los miembros más polémicos del Gobierno luso.

Lisboa, 5 abr.- Un escándalo académico se ha llevado por delante al ministro portugués de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, mano derecha del primer ministro, Pedro Passos Coelho, y considerado uno de los miembros más polémicos del Gobierno luso.

Relvas, un "peso pesado" en el conservador Partido Social Demócrata (PSD) portugués, y señalado como uno de los principales responsables del ascenso de Passos Coelho en esa fuerza, se ha visto envuelto en un caso de irregularidades de la Universidad Lusófona de Lisboa, donde obtuvo en un solo curso una licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.

Pero la polémica sobre la obtención de su título en un tiempo récord no es la única en la que se ha visto envuelto el dimisionario Relvas en los dos años de Gobierno conservador, en los que la oposición y muchos manifestantes pidieron con insistencia su renuncia.

También fue protagonista de un enfrentamiento con periodistas, que le acusaron de amenazas ante la Entidad Reguladora de la Comunicación Social de Portugal, aunque finalmente la institución pública no se pronunció contra él.

Además, la oposición censuró y pidió explicaciones en el Parlamento sobre su relación con un antiguo jefe del servicio secreto luso acusado de espiar a empresas y personalidades, entre ellas alguna de su propio partido.

Todo ello convirtió al titular de Asuntos Parlamentarios en una de las autoridades más acosadas por los manifestantes que protestan contra las medidas de austeridad del Gobierno, boicotean sus actos e interrumpen los discursos con la canción "Grandola, vila morena", el himno de la "Revolución de los claveles" que derribó a la dictadura salazarista el 25 de abril de 1974.

Ahora, el expediente estudiantil de Relvas, junto al de otras decenas de alumnos investigados por el Ministerio de Educación, le ha llevado finalmente a salir del Ejecutivo.

El Ministerio admitió ayer, poco después de formalizarse la renuncia, que ha encontrado "anomalías" en la convalidación de créditos, por méritos profesionales de Relvas, realizada en esa universidad privada cuando él ya era un destacado parlamentario.

Nacido en septiembre de 1961 en Lisboa, la carrera política de Relvas y su relación con el actual primer ministro echaron raíces hace cerca de treinta años, cuando ambos compartieron responsabilidades en el seno de las juventudes del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha).

Relvas fue secretario general y vicepresidente de las juventudes del PSD entre finales de la década de los 80 y principios de los 90, época en la que también se estrenó como diputado en el Parlamento luso.

El ministro ha ocupado un escaño de forma ininterrumpida desde el año 1985, siempre ligado a diferentes responsabilidades políticas, mientras que Passos Coelho se mantuvo alejado de la vida pública entre 1999 y 2005.

Sin embargo, su estrecha relación les llevó a unir fuerzas otra vez cuando en 2008 el hoy primer ministro se presentó por primera vez como candidato a la presidencia de su partido, aunque sin éxito.

Con el apoyo destacado de Relvas, Passos Coelho acabó por lograr su objetivo en 2010 y un año después ganó las elecciones anticipadas celebradas en junio de 2011.

En ese ascenso, la mano de Relvas, al que Passos Coelho nombró ministro Adjunto y encargado de las relaciones con los partidos y los periodistas, estuvo siempre presente y se le considera uno de los responsables de que la militancia socialdemócrata diera su apoyo al actual primer ministro.

Esta cercanía ha llevado a la oposición lusa a hablar de una "crisis" política en el país por la renuncia del ministro, extremo que Passos Coelho negó hoy de manera tajante.

Para Relvas, pese a su salida del Gobierno, los problemas que su controvertido título pueden causarle, apenas acaban de empezar.

Los informes ministeriales filtrados a los medios, señalan que solo cursó cuatro de las 36 asignaturas de la licenciatura y le fueron convalidados hasta 160 de sus 180 créditos.

El Ministerio ha enviado su investigación a la Fiscalía portuguesa, primer paso para que un tribunal administrativo decida su posible anulación.

El ministro dimisionario no ha hizo comentario alguno sobre el escándalo y cuando explicó el jueves las razones de su renuncia se limitó a señalar que no se sentía en "condiciones anímicas" para seguir en el Gobierno.

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