Reparan en Ecuador hacienda símbolo de los indígenas en tierra de Pizarro

  • La hacienda ecuatoriana Pesillo, construida en terrenos del conquistador Francisco Pizarro y que fue también cuna del movimiento para la liberación del pueblo indígena a principios del siglo XX, será restaurada tras décadas de abandono para recuperar su valor simbólico y social.

Martí Quintana

Pesillo (Ecuador), 20 sep.- La hacienda ecuatoriana Pesillo, construida en terrenos del conquistador Francisco Pizarro y que fue también cuna del movimiento para la liberación del pueblo indígena a principios del siglo XX, será restaurada tras décadas de abandono para recuperar su valor simbólico y social.

Construida en el siglo XVII, la casona quedó en desuso a mediados de siglo XX y resultó muy dañada por un terremoto en 1987.

El Gobierno ecuatoriano invertirá más de 2,5 millones de dólares (unos 3,4 millones de dólares) en la recuperación de esta joya arquitectónica, que en sus tres patios, varias salas y pórticos, bebe de estilos como el colonial, el renacentista y el románico.

"Son múltiples los propósitos para mejorar la calidad de vida de los indígenas y los campesinos de la zona, pero que también conlleve un valor histórico y patrimonial", dijo a Efe la ministra coordinadora de Patrimonio de Ecuador, María Fernanda Espinosa.

Tras la reconstrucción, el espacio incluirá desde un centro médico, salas para talleres de capacitación de los aldeanos, un área administrativa, un museo, un centro de recogida de la leche producida en el área, e incluso una hostería, donde trabajarán habitantes de la zona.

La casa y sus áreas verdes cuentan con 12.000 metros cuadrados, y se levanta sobre terrenos que pertenecieron a Pizarro, quien en el siglo XVI se impuso sobre el Imperio inca, el cual llegaba hasta los Andes ecuatorianos.

La hacienda fue administrada por la orden católica de los padres mercedarios y también acogió a "dos mujeres indígenas luchadoras por el derecho a las tierras y para la educación de los indígenas", que fueron "referentes en las luchas de toda América Latina", según Espinosa.

Se trató de Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango, quienes a principios del siglo XX combatieron la explotación indígena desde este rincón del cantón Cayambe, actual centro floricultor del Ecuador, en los Andes.

Por ello, la historiadora María Elena Porras destaca la relevancia histórica del lugar, donde a su juicio "se originan los movimientos indígenas" ecuatorianos.

Su restauración "constituye el cúmulo de todos estos beneficios productivos, culturales y sociales, que son de impacto directo para 5.000 personas de la comunidad y 20.000 personas de toda la región", explicó Oswaldo Echevarría, un habitante de Pesillo que participó en la elaboración del proyecto.

A juzgar por el estado de algunos muros y techos, prácticamente en ruinas, y tal y como señalan los expertos, el trabajo será arduo.

"Se deben rehabilitar las estructuras, los materiales que componen éstas, pisos (suelos), cubiertas y los muros, pues muchos de ellos estaban colapsados, con agrietamientos en las cubiertas, problemas de desagüe y de ingeniería", remarcó el director de Proyectos del Ministerio de Patrimonio, Joaquín Moscoso.

Más allá de la recuperación simbólica del lugar, varios vecinos de Pesillo dijeron esperar que esta obra sea también un revulsivo para el área con el que se evite la emigración de jóvenes hacia otros lugares de Ecuador o al extranjero.

"Como no hay trabajo emigran muchos compañeros", dijo el aldeano Toribio Compues, quien deseó que la casona de Pesillo sea también un centro educativo e universitario.

Los habitantes de este lugar esperan también que haya "servicios médicos, centros deportivos y parques", concluyó Juan Lechón, otro de los vecinos, quien afirmó que la propuesta será, sobretodo, "muy buena para el turismo".

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