Retiran cargos contra el único sospechoso del atentado de Omagh de 1998

  • Nadie irá a la cárcel por el peor atentado de la historia de Irlanda del Norte, el de Omagh en 1998, con 29 muertos y 220 heridos, después de que la justicia anunciase este martes que abandona los cargos contra el único sospechoso.

Seamus Daly, de 45 años, estaba detenido desde 2014 y mantenía su inocencia en este atentado con bomba reivindicado por una escisión del IRA contraria a los acuerdos de paz, en el que murieron dos españoles, nueve niños en total y tres generaciones de una misma familia.

Una portavoz de la fiscalía atribuyó el abandono de los cargos a las inconsistencias del testigo principal.

"Habiendo examinado cuidadosamente el caso", la fiscalía "llegó a la conclusión de que las pruebas disponibles no ofrecen una perspectiva razonable de que haya una condena", explicó.

Daly y otros dos hombres, Colm Murphy y Michael McKevitt, fueron condenados en 2009 a pagar 1.600 millones de libras en indemnizaciones a las víctimas porque las pruebas, principalmente los registros telefónicos, eran "abrumadoras".

Sin embargo, tratándose de un juicio civil, eludieron la cárcel.

El hombre se enfrentaba a 29 cargos de asesinato por el atentado con coche bomba de Omagh, dos cargos suplementarios en relación a los hechos y dos acusaciones más por otro intento de atentado en Lisburn en abril de 1998.

Tras el anuncio de la fiscalía, Michael Gallagher, cuyo hijo Aiden murió en el atentado, admitió que las pruebas contra Daly no eran concluyentes y culpó a las autoridades de no haber hecho un mejor trabajo.

"Es muy doloroso, pero basándonos en las pruebas que hemos visto, no querría que se condenara a nadie", explicó a la BBC.

"Nos han vuelto a fallar, la policía, la fiscalía, el gobierno y la justicia penal", dijo.

"Esta era probablemente la última oportunidad de que se hiciera justicia. Desgraciadamente no será el caso. Tendremos que reevaluar y discutir con nuestro equipo legal el mejor modo de seguir adelante", añadió.

Entre las víctimas de Omagh había una mujer embarazada de gemelos y dos españoles, el niño Fernando Blasco Baselga, de 11 años, y la monitora Rocío Abad Ramos, de 29, que formaban parte de un grupo escolar que seguía cursos de inglés en verano en el Ulster.

Doce personas del grupo de españoles, la mayoría niños, resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad.

En el momento del atentado, Daly pertenecía al IRA Auténtico, una escisión del IRA (Ejército Republicano Irlandés) que se oponía a los acuerdos de paz de Viernes Santo que el grupo armado acababa de suscribir con sus enemigos tradicionales, los unionistas protestantes.

En vez de dar al traste con el frágil proceso de paz, el atentado lo fortaleció: fue inmediatamente condenado por todos los partidos políticos norirlandeses incluyendo el Sinn Féin, el brazo político del IRA, que observaba un alto el fuego desde 1997.

Pero las circunstancias del atentado nunca quedaron del todo claras. Los investigadores sostienen que sus autores querían aparcar el auto cargado con más de 200 kilos de explosivos delante del tribunal de Omagh, una pequeña ciudad de unos 20.000 habitantes que ese día tenía un mercado.

Al no encontrar dónde aparcar, dejaron el auto en una calle concurrida y comercial. Dos llamadas anónimas avisaron de la colocación 40 minutos antes de que estallara la bomba, pero la policía afirma que le dieron unas coordenadas erróneas y acabó evacuando a la gente precisamente hacia el lugar donde explotó el auto.

Las familias de las víctimas creen que se podían haber evitado las muertes y sospechan que no hubo buena comunicación entre la policía.

al/app

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