Reunida en cumbre, UE busca mayor colaboración con Turquía en crisis migratoria

  • Los líderes de la Unión Europea (UE) comenzaron este jueves una cumbre en Bruselas con la intención de hallar una solución a la crisis migratoria, centrándose en Turquía, actor clave de la región para frenar la llegada de refugiados sirios.

La canciller alemana Angela Merkel, que este fin de semana visitará Turquía, pidió a la UE "solidaridad" y rechazó el cierre de las fronteras para paliar la mayor crisis migratoria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

"Hace falta una Europa solidaria, cualquier otra opción está abocada al fracaso", declaró.

La cumbre se focalizará sobre cómo involucrar a Turquía para frenar el flujo de refugiados hacia Europa. Vecino de Siria, el país recibió a unos 2,2 millones de refugiados sirios y se convirtió en "la puerta de entrada a Europa para cientes de miles de refugiados", según el presidente de la Comision Europea, Jean-Claude Juncker.

El brazo ejecutivo de la UE esbozó un plan para profundizar la cooperación con Ankara. El plan supone "concesiones" a Turquía que "sólo tienen sentido si reduce efectivamente el flujo de migrantes", señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, viajó el miércoles a Ankara para acelerar las negociaciones, que continuaban este jueves. La UE está dispuesta a dar más dinero para ayudar a los refugiados que están en Turquía y cooperación para reforzar las patrullas del litoral para desalentar a los refugiados que intentan cruzar hasta Grecia.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, sostuvo al llegar a la cumbre que Grecia "está dispuesta a cooperar con Turquía [con quien mantiene numerosos diferendos], pero siempre sobre la base de la legislación internacional".

Ankara pide por su parte un mayor respaldo a su política con Siria, en particular con la creación de una "zona de seguridad" en el norte de ese país. "Turquía la quiere. Rusia está abiertamente en contra", precisó Tusk que el mes pasado visitó Turquía y Jordania.

"Será muy complicado de realizar ahora que los rusos están implicados y la región es excepcionalmente inestable", señaló el primer ministro holandés, Mark Rutte.

Ankara también espera un mayor respaldo de la UE en su lucha contra el "terrorismo", desde el Estado Islámico a los separatistas kurdos.

Otro de los puntos en la agenda del presidente turco Recep Tayyip Erdogan es la liberalización de visados para los turcos que viajan a Europa.

Este punto, incluido en los 35 capítulos de negociación para la incorporación de un nuevo miembro a la UE, es extremadamente sensible para el bloque al punto que un alto funcionario señaló que "suscita sudores fríos en algunos Estados miembros".

El presidente francés, François Hollande, cuyo país bloqueó en el pasado las negociaciones de adhesión al bloque de Turquía, se mostró reticente a ceder sobre este punto.

"No se trata de que, con el pretexto de que Turquía nos ayuda a retener los refugiados que están en su país, haya un movimiento de liberalización bajo cualquier condición, con visas otorgadas a individuos de los que no conocemos su identidad", dijo.

El conflicto en Siria también estará en la agenda de los mandatarios así como la intervención militar rusa en respaldo al presidente Bashar al Asad.

La UE pide que los bombardeos de Moscú sean contra el grupo Estado Islámico y no contra los rebeldes.

En las conclusiones de la cumbre, cuyo borrador fue consultado por AFP, los mandatarios vuelven a expresar su "total compromiso para hallar una solución al conflicto" y sostienen que "no puede haber una paz duradera en Siria bajo el actual liderazgo", pero no expresan explícitamente que Bashar Al Asad debe dejar el poder.

La creación de un cuerpo de Guardias Fronterizos para controlar las fronteras exteriores también será abordada.

La cantidad de llegadas de migrantes sigue siendo muy elevada en los países de la periferia del bloque, y las capacidades de acogida están saturadas.

En Serbia, como en el resto de la región, el flujo de migrantes no se detiene. Según los días las llegadas varían entre 2.000 a 5.000 ingresos en Presevo (sur), lo que corresponde a la cantidad de migrantes que llegan cada día a Gevgelija, en Macedonia en la frontera con Grecia.

El miércoles llegaron a Austria 7.000 migrantes.

En este contexto y poco antes de que comenzara la cumbre, Hungría anunció que terminó de construir una valla en su frontera con Croacia. Ya irguió una en la frontera con Serbia.

Unos 600.000 migrantes llegaron a la UE este año cruzando el Mediterráneo, entre solicitantes de asilo y "migrantes económicos".

La UE se propuso acoger a 160.000 refugiados, pero intenta que los llamados "migrantes económicos" sean readmitidos en sus países de origen si éstos son considerados seguros.

Para ello intenta que los países de origen, en su gran mayoría africanos, cooperen con el bloque para readmitir a sus ciudadanos expulsados de Europa.

El consenso entre los 28 es fomentar la política de "más por más", para la que hay cada vez más apoyo, según un diplomático. Esta supone que los países de origen podrían recibir más ayuda financiera si aceptan readmitir a sus nacionales o menos en caso contrario.

La Comisión creó para tal efecto un fondo especial con pedidos de contribución para cubrir 1.800 millones de euros, del que aún se esperan los anuncios de aportación de los Estados miembros.

pa/jz

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