A lo largo de 20 años los ayuntamientos de las cinco grandes localidades del sur metropolitano de la Comunidad de Madrid -Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada, Getafe y Leganés- fueron gobernados de forma ininterrumpida por alcaldes socialistas, entre 1979 y 1999. Un puñado de cientos de kilómetros más al nordeste la fotografía resultaba muy similar. Las 'ciudades-dormitorio' cercanas a Barcelona constituían un fortín de voto para el PSOE, un seguro de poder territorial y un colchón inestimable para cualquier convocatoria electoral. El fenómeno terminó acuñando una expresión que hizo fortuna en aquellos años, la de los llamados 'cinturones rojos' metropolitanos de Madrid y Barcelona.
La primera quiebra que se recuerda de ese bloque monolítico sucedió en 1987, en Sant Cugat del Vallés, donde un alcalde de CiU rompió la armonía monocolor del área metropolitana de Barcelona. Algo que en los años posteriores se ha consolidado en esa localidad, pero apenas ha afectado de forma puntual a otras localidades como Badalona y Castelldefells. En el sur de Madrid tal cosa no sucedió hasta 1999, cuando un candidato presentado por el PP consiguió acceder a la Alcaldía de Alcorcón. Luego, 'caería' Móstoles, más tarde Leganés y finalmente Getafe. Sólo Fuenlabrada 'resistió' al embate de los populares en el Sur de Madrid. Tras las elecciones de 2011 se dio una circunstancias sin precedentes, de los cinco municipios del sur metropolitano de la Comunidad de Madrid, cuatro eran gobernados por alcaldes populares.
El 26M ha devuelto el escenario político en estas pobladísimas áreas metropolitanas al panorama de dominio socialista de los años ochenta y principios de los noventa. En las cinco grandes localidades del cinturón sur de Madrid, el PSOE ha apuntalado su condición de partido más votado, superando el auge electoral del PP en las últimas convocatorias y el desafío que por la izquierda había representado Podemos en 2015. Lo ha hecho con holgura, marcando una distancia que se mide en decenas de miles de votos en todos esos municipios y que permitirá que haya de nuevo un alcalde o alcaldesa socialista en todo el 'cinturón rojo' por primera vez desde el año 1995.
En Leganés, Getafe, Alcorcón y Móstoles, el PSOE necesitará del apoyo de los concejales de Unidas Podemos, Más Madrid o alguna otra fuerza municipalista para apuntalar su mayoría en el Pleno, pero en Fuenlabrada -un municipio que solo ha conocido alcaldes socialistas desde 1979- lo hará con una mayoría absoluta abrumadora. El PP perdió el único bastión que le quedaba tras las elecciones de 2015, el Ayuntamiento de Alcorcón que ha tenido como último alcalde al número dos de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso a la Comunidad de Madrid, David Pérez, por el auge del PSOE y el empuje de la candidatura de Unidas Podemos.
Recupera terreno en el área metropolitana de Barcelona
La pérdida de vigor de los resultados del PSC en las últimas convocatorias electorales celebradas hasta este año en Cataluña se ilustraba últimamente con un llamativo titular: el antiguo 'cinturón rojo' de Barcelona era ahora un 'cinturón naranja', desplazados los socialistas en sus nichos de voto más fiables por el empuje de Ciudadanos.
El fenómeno no había servido para que Ciudadanos se encaramara a la Alcaldía de ninguno de estos municipios tradicionalmente socialistas, pero sí para debilitar la posición de los candidatos del PSC hasta el punto de que en 2015 alrededor de la mitad de los ayuntamientos del cinturón metropolitano de Barcelona acabaron gobernados por alcaldes de formaciones distintas al Partido Socialista, un hecho que no tenía precedentes desde el inicio de las elecciones municipales en 1979.
Al igual de lo que ha ocurrido en Madrid, las elecciones municipales de este 26M han venido a colocar las cosas en 'su sitio', si así entendemos la tendencia histórica de voto en el área. El PSC ha reinstaurado su condición de formación más votada en Molins de Rei y Cerdanyola, donde todo apunta a que habrá un alcalde socialista después de varios paréntesis en los últimos 20 años. Los socialistas también volverán a gobernar en Castelldefells, donde la victoria electoral del PP no le va a permitir conformar un gobierno conservador.
Los resultados del PSC en la zona han mejorado en todos y cada uno de los municipios del área metropolitana de Barcelona, reforzando su mayoría en los feudos tradicionamente socialistas como L'Hospitalet, Santa Coloma o Cornellá, que no han conocido alcaldes de otro partido -donde los candidatos y candidatas socialistas han obtenido mayoría absoluta-, y mejorando sus resultados allí donde el PSC no ha sido la fuerza más votada como en Badalona, Sant Cugat, Castelldefells o El Prat.
El auge de los socialistas en el área induce además a una lectura en clave nacional, ya que hay tres grandes ayuntamientos -los de Sant Cugat, Badalona, Molins de Rei y Castelldefells donde la configuración de un equipo municipal progresista exigirá del acuerdo entre el PSC y ERC.
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