Europa no cambia el modelo

Ribera admite que el Gobierno no tiene forma de bajar ahora el precio de la luz

La ministra de Transición Ecológica asegura que no hay medidas a corto plazo más allá de la reducción fiscal que se ha hecho y defiende la política de apoyo a las renovables que se está llevando a cabo.

Ribera
Ribera admite que el Gobierno no tiene forma de bajar ahora el precio de la luz.
Europa Press

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha admitido este jueves que no hay ningún plan específico para frenar la escalada del precio de la luz más allá de las medidas fiscales que ya están en marcha, sobre todo porque la Unión Europea no está dispuesta a cambiar el sistema marginal por el que se establece cada día el precio mas alto de todos los que se negocian en el 'pool' mayorista entre las compañías eléctricas. En una entrevista en la Cadena Ser en plenas vacaciones de verano, la ministra ha revelado que Bruselas contestó a la carta que ella misma les envió para cambiar el modelo de formación de precios con una negativa, dado que lo consideran eficaz para el resto de socios, aunque suponga un 'castigo' en los precios para economías como la española.

La ministra insistió en que las medidas a tomar son las que hay, de recortes fiscales y bonificaciones a los clientes más vulnerables, aunque no sirvan, por lo pronto, para procurar una rebaja del precio de la luz. El Gobierno está buscando la manera de reducir la parte fija que se paga en el recibo de la luz -casi un 60% del coste total-, a través de la revisión del coste de los peajes que se pagan a Red Eléctrica o con la revisión de otras partes fijas del recibo que se puedan bonificar, pero no es previsible que todo ello pueda dar resultados a corto plazo, según ha admitido Ribera. 

"La escalada es enormemente aparatosa y tremenda, pero no tiene una traslación tan aparatosa en la factura de los consumidores domésticos -explicó la ministras-, solo en unos pocos". A su entender, lo que hay que fortaleces es el impacto en los consumidores mas vulnerables y algunos consumidores medios (más de diez millones de hogares en total), mediante fórmulas que revisen costes que hay en la factura que son de hace casi 25 años y aún se pagan, que tal vez tengan que pasar al Presupuesto y no a la factura eléctrica. Junto a ello, la política del ministerio va a ser la misma que ahora: dedicar una parte de los recursos a promociones el desarrollo de energías renovables, de acuerdo las pautas marcadas en la lucha contra el cambio climático, y que apuestan por la fotovoltaica y el autoconsumo eléctrico de forma clara. "Podemos intentar convencer a Putin para que genera más gas natural o intervenir los mercados, pero no es realista", ha advertido Ribera.

Frente a las actuales "turbulencias por una legislación desfasada", la ministra ha insistido en que Europa no pretende modificar nada porque entiende que los estados miembros más avanzados en su transición a las energías no contaminantes tienen fórmulas para compensar las subidas a sus consumidores actuando en la composición del recibo. "Son muchas cosas las que hay que tocar, y todas ellas a la vez, para poder avanzar en que esta situación cambie", señaló. Frente a ello, advirtió que de nada sirven movilizaciones o protestas como las que defienden sus propios socios de Gobierno de Podemos: "Movilizarse contra la subida de la luz, es como hacerlo como contra la subida del petróleo; esa no es la solución".

Guerra con las eléctricas

A pesar de la investigación que hay abierta sobre las grandes compañías eléctricas por si utilizan prácticas contrarias a la competencia en la formación de los precios, en su guerra particular con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera aclaró que el problema es que el sistema marginal de fijación de precios les permite adelantarse al mercado y colocar subastas con las formas de producción más caras, marcadas por el precio del gas y el CO2.  

"Una parte desagradable que ese marco regulatorio europeo incentiva son esas ofertas al 'pool', de forma que al final la electricidad que procede de energías baratas se paga a eses precio", explicó Ribera. "Eso es lo que queremos cambiar, pero es legal y correcto en la UE". Frente a ello, la vicepresidenta señaló que hay otras opciones, como la minoración del coste que se repercute por el CO2 en las eléctricas en el anteproyecto de ley que se está tramitando en el Congreso sobre este tema, "algo que afecta directamente a las cuentas de resultados de las compañías con plantas muy antiguas", reconoció. 

A pesar de ello y de que en España se paga un coste más alto por la luz que en el resto de Europa, con sistemas similares, Teresa Ribera no quiso entrar al tema del coste político que puede suponer ese enfrentamiento con las compañías del sector más afectadas por sus medidas. "No me consta que haya ese pulso o, al menos, ellas no lo dicen abiertamente, pero nosotros debemos regular en favor del consumidor y la economía española", zanjó.

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