Francia y España van a trabajar en la concreción de dos nuevas interconexiones eléctricas por los Pirineos, que se sumen a la línea submarina que se está construyendo por el golfo de Vizcaya, explicó este viernes la ministra española de la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Tras entrevistarse en París con su homóloga francesa, Agnès Pannier-Runacher, y con el titular de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, Ribera explicó en declaraciones a la prensa que había abordado con ellos el cambio de posición de Francia, que ahora quiere "involucrarse más en las interconexiones eléctricas".
En concreto se trata en primer lugar de finalizar el nuevo cable submarino por el golfo de Vizcaya, que debe entrar en servicio en 2027 y prácticamente duplicar las capacidades actuales de intercambio eléctrico para dejarlas en 5.000 megavatios. Pero sobre todo de ver "cómo podemos agilizar la presentación de los nuevos proyectos para las dos interconexiones transpirenaicas que quedan pendientes". La ministra española no quiso dar ningún plazo para esa formalización. Se esforzó en señalar la inflexión que supone el compromiso asumido ayer sobre esta cuestión en Bruselas por el presidente francés, Emmanuel Macron, ante los jefes de Gobierno de España, Pedro Sánchez, y Portugal, António Costa. A ese respecto, recordó que fortalecer las conexiones eléctricas "ha sido una batalla permanente de España con Francia. Ha sido un clásico".
Ribera consideró que Macron ha entendido los argumentos españoles, en contra de la que era su posición en las últimas semanas, de que es pertinente construir infraestructuras de transporte de hidrógeno verde (generado con energías renovables) entre los países europeos, en lugar de únicamente nuevas interconexiones eléctricas para trasladar corriente de origen renovable. La razón es que en el transporte de electricidad a largas distancias se pierde una parte importante de la corriente, algo que no ocurre con el hidrógeno. Ribera también abordó con los ministros franceses la forma de coordinarse de cara a las próximas negociaciones europeas, y en particular de cara al Consejo de Ministros de Energía de la UE del martes próximo, en el que se debatirán las propuestas de la Comisión Europea para reducir el precio de la energía.
Pretenden extender la "excepción ibérica"
España y Francia coinciden en la idea de extender a toda la UE la llamada "excepción ibérica" por la que se fijan topes al precio del gas utilizado para generar electricidad, algo a lo que hasta ayer se oponían Alemania, Países Bajos y Dinamarca. Esos tres países, que temían entre otras cosas que esos topes puedan agravar los problemas de abastecimiento de gas a medio plazo y generar una subvención indirecta a la electricidad exportada fuera de la UE (al Reino Unido o a países de los Balcanes, en particular), han aceptado discutir sobre la base de nuevas propuestas de Bruselas.
Preguntada por las declaraciones del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, sobre el hecho de que la "excepción ibérica" le está saliendo muy cara a España, que está financiando a los consumidores franceses a través de las exportaciones de electricidad a ese país, Ribera descalificó unas palabras que le parecen "perfectamente descolocadas". "No tengo ningún inconveniente en explicarle al señor Núñez Feijóo cómo funciona el mecanismo ibérico, por qué es importante y cuáles son los beneficios", comentó con ironía mezclada con enfado.
La ministra reconoció que ha aumentado el gas que se utiliza en España para generar electricidad, pero eso se debe sobre todo a la sequía, que ha reducido la aportación de las centrales hidroeléctricas de España y Francia, y que se tiene que suplir con las centrales de ciclo combinado. También se debe, pero en menor medida, al parón de muchas centrales de cogeneración que cuando se disparó el precio del gas dejaron de funcionar, y a las fuertes exportaciones de electricidad a Francia, que tiene una parte importante de su parque de centrales nucleares paradas por mantenimiento y varios defectos detectados.
Al final, España está exportando a Francia desde comienzos de año casi tanta electricidad como lo permiten las interconexiones actuales y también una parte importante de las necesidades de Portugal (entre el 20 y el 35%, según Ribera), ya que ese país sufre una grave sequía que le impide generar energía hidroeléctrica. "España -destacó la ministra- está operando como el país que garantiza el suministro eléctrico de su vecino Portugal y de su vecino Francia (...). Creo que sería un gran error decir que vamos a dejar a su suerte a nuestros vecinos portugueses y franceses", subrayó
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