Ricardo Magaz: "La reforma de la justicia universal va a tener un efecto llamada"

No duda al afirmar que las autoridades españolas parecen desconocer el alcance real del narcotráfico. Ricardo Magaz, profesor de Fenomenología Criminal en la UNED y experto en narcotráfico, vierte sus investigaciones en su último libro, "Narcotráfico y drogas de abuso" (Eolas Ediciones), en el que explora los entresijos de un negocio de escándalo que escapa a todo cálculo y que tiene en nuestro país una de sus puertas de oro.

La reciente excarcelación de varios narcos tras la aprobación de la reforma de la justicia universal pone en caliente el alcance del tráfico de droga y deja en un descubierto legal a cientos de barcos que en este momento transportan alijos por aguas internacionales.

¿Qué le parece la reciente reforma de la Justicia universal, en lo relativo a narcotráfico?
Es una auténtica barbaridad a la que se oponen prácticamente todos los que trabajan en narcotráfico. No sé hasta qué punto resulta ético o moral que el que está traficando con droga y cometiendo un delito en aguas internacionales, que ya ha sido juzgado y condenado, sea excarcelado, sobre todo en un Estado de Derecho como el nuestro.

¿Cree que puede tener un efecto llamada?

Sin duda y estamos preocupados y escandalizados. Estamos en la Península Ibérica, con una situación geoestratégica ideal.

¿Cuáles son las principales rutas de entrada de la droga en nuestro país?

España es un lugar ideal para la entrada de droga, es una de las puertas a Europa más importantes por varios motivos. Porque estamos a escasas millas marítimas de África, porque somos frontera exterior de la Unión Europea, por los vínculos con América Latina... Cuando la droga entra en la Península Ibérica está acogida ya al espacio Schengen y esto supone que puede circular libremente.

Tenemos 8.000 kilómetros de costa. El hachis entra, sobre todo, por la costa del Sol y el Levante. El puerto de Algeciras, por ejemplo, tiene una entrada enorme de droga que procede de El Magreb. Lo dicen los propios servicios de vigilancia aduanera. Pero hay que tener en cuenta también que además está la cocaína, que llega de América Latina, y que generalmente envían a través de contenedores fletados. Cada día entran en España 40.000 de estos contenedores, fundamentalmente a través de los grandes puertos del Sur. Y es humanamente imposible que se puedan controlar todos.

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Existe además un modus operandi que se llama "el gancho perdido". Consiste en que los narcos cogen un contenedor de una empresa que nada tiene que ver con eso, quitan el precinto, acceden al interior, depositan la droga y lo vuelven a precintar. De esta forma, el contenedor viaja a cualquier puerto de España sin ningún problema y tiene muchas más posibilidades de pasar desapercibido. Cuando a veces se ha detectado uno, la propia empresa se ve involucrada. Pero obviamente, a los narcos les sale mucho más a cuenta que mandar a un mulero.

Y luego está otra puerta principal de entrada, que son los puertos de Galicia.La droga entra fundamentalmente a través de barcos, tanto de mercantes como de recreo. Y es humanamente imposible controlar al cien por cien todo el tráfico marítimo de estas costas. Estamos hablando de hachís y de coca que va por rutas marítimas. Pero no olvidemos que hay mucha droga que entra por aeropuertos, por ejemplo, a través de mulas, que pueden llevar un kilo y pico de droga en el cuerpo. Hablamos de la cocaína, pero la heroína está repuntando mucho. La gente mezcla ambas, porque sale más barato. La mayor parte llega de Afganistán y entra especialmente por la Península Ibérica.

¿Cuál es el volumen de las operaciones contra la droga?

Basta un dato. Sólo el año pasado en España se decomisaron 325 toneladas de hachís y 21 de coca. Pero si tenemos en cuenta que sólo se decomisa una mínima parte de lo que se trafica por aguas del Mediterráneo y también del Atlántico por nuestras costas, no podemos imaginar cuál es la cantidad total que está circulando. Siendo muy generosos, se decomisa sólo un tercio de todo lo que circula.

¿Qué negocio representa?

Un kilo de coca en origen, una vez pagados los honorarios de la mula, puede costar en torno a entre 4.000 y 6.000 euros. Eso, al día siguiente, ya en Europa, cuesta 33.000 euros. Pero hay más. A los pocos días, esa droga, a través del minudeo, ha alcanzado ya los 120.000 euros. Ante estas cifras, ¿Cómo se va a luchar contra este tipo de narcotráfico si las leyes, en lugar de avanzar, retroceden? Ante un clan, una banda, un grupo criminal, estamos poniendo dificultades administrativas.El narcotráfico representa aproximadamente el 10% del PIB mundial. Se habla de unas cifras de 320.000 millones de dólares, es una auténtica locura. Sólo el año pasado, 20.000 personas fueron detenidas en delitos relacionados con el tráfico de drogas, tanto a pequeña escala como narcotráfico. Se levantaron 350.000 denuncias por posesión de droga. El Gobierno no se da cuenta de lo que esto supone.

¿Qué intención puede tener entonces para esta reforma?

Evidentemente, la ley se ha hecho para otros fines que son políticos, pero no se han dado cuenta, o quizás se hayan dado cuenta tarde, de que hay otras cuestiones, como el narcotráfico, que es delincuencia pura y dura. Es una cuestión que afecta por igual a cualquier país del mundo. Estamos ante una situación de total piratería, estos barcos navegan sin bandera, pero ahí van toneladas de droga.

¿Cree que en algún momento se dará marcha atrás?Al menos en el tema del narco...

Ojalá. Una cosa son los temas políticos, y otra muy distinta son temas como este, como el tráfico de seres humanos o la trata de blancas.