Rivera se niega a sentarse con Abascal y frena los Gobiernos en Madrid y Murcia

  • Era el último envite de Vox para desbloquear su apoyo en las investiduras, pero la decisión de Cs marca ahora un nuevo punto de inflexión.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos. /EFE
Albert Rivera, líder de Ciudadanos. /EFE

Albert Rivera se ha cerrado en banda, se ha negado a reunirse con Santiago Abascal y ha tirado por tierra las posibilidades de sacar adelante un Gobierno tanto en la Comunidad de Madrid como en la Región de Murcia. Esa reunión entre Ciudadanos, Vox y PP propuesta por Abascal para este martes era el último envite de la formación de extrema derecha para intentar desbloquear los posibles apoyos en las investiduras autonómicas, pero la decisión de Rivera marca ahora un nuevo punto de inflexión en el proceso negociador.

El líder de Cs no quiere ni foto ni charla con Abascal y entiende que si la pretensión de este último es hablar, ese proceso ha de llevarse acabo a través de los equipos autonómicos. Precisamente los mismos que no han sido capaces de llevar las conversaciones a buen puerto. El fracaso está servido.

Arrimadas ha dicho que "si hace falta" que "los compañeros de Murcia y los de Madrid" se reúnan con representantes de Vox en estas comunidades para que este partido "rectifique y deje de bloquear", por Cs "no va a haber ningún problema".

La respuesta de Rivera ha ido "en la misma línea" que la formulada por su portavoz en nombre de la Ejecutiva de Ciudadanos, informa Europa Press. "Es decir, que si van a rectificar su sentido del voto, lo trasladen a los equipos autonómicos", han añadido.

Pablo Casado sí había recogido no obstante el guante que lanzaba en la mañana del lunes Abascal desde Murcia. Y lo hacía poco después de que se diese a conocer el acuerdo relámpago entre PP y Ciudadanos para gobernar la Comunidad de Madrid -con reparto de consejerías y cargos inclusive- en el que se dejaba al margen a Vox, aunque sí se recogía en el documento de 155 puntos (casualidades de la vida) el 90% de las exigencias formuladas hace tan solo unos pocos días por Rocío Monasterio.

El enfado de la lideresa del partido de Abascal en Madrid era descomunal este lunes. Monasterio sacó toda la artillería disponible para criticar el pacto de "trileros" y el "apartheid" de PP y Cs en el trato con su partido, llegando a mostrar su disposición a apoyar un "gobierno monocolor" popular en la Comunidad de Madrid ante los "remilgos y asquitos" mostrados desde Ciudadanos para reunirse con ellos. Esta formulación es semejante a la lanzada en la Región de Murcia y también tras la negativa de los de Rivera a sentarse a negociar y a firmar un acuerdo a tres bandas entre los partidos de centro-derecha.

Este lunes, Vox bajaba un poco el listón de sus pretensiones, al asegurar que no tenía la intención de ocupar puestos en los Gobiernos autonómicos. "No queremos sillones", decía Monasterio, allanando así el camino a un posible pacto. Pese a todo, la decisión de Rivera de negarse a una reunión con Abascal deja los acuerdos en punto muerto y en espera de algún movimiento inesperado.

Desde el PP se asegura que el documento de los 155 puntos acordado con Ciudadanos incluye las demandas de Vox: "Era el objetivo", dicen fuentes conocedoras de las negociaciones entre ambos partidos.

El miércoles, la Asamblea de Madrid, salvo sorpresa, será testigo de un debate de investidura sin candidatos, dado que el presidente de la Cámara, Juan Trinidad, no ha postulado a ningún presidenciable al entender que ninguno contará con los respaldos necesarios para salir bien parado en la votación.

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