Rivera rompe con Valls y apuesta por Collboni (PSC) como alcalde de Barcelona

  • La dirección nacional de Ciudadanos discrepa de la postura del exprimer ministro francés para aupar a Ada Colau y evitar un regidor independentista
Rivera, Arrimadas, y Valls participan en el acto 40 años de constitucionalismo
Rivera, Arrimadas, y Valls participan en el acto 40 años de constitucionalismo
David Zorrakino - Europa Press

"Si hubiera que impedir que haya un alcalde independensita [Ernest Maragall] o populista [Ada Colau] los concejales de Ciudadanos negociarían con un candidato que no sea ni independentista ni populista. A pesar de las diferencias que hay con la candidatura socialista, la opción que reúne esas condiciones es Collboni". Es la decisión que ha tomado la dirección nacional del partido naranja ante el problema de la gobernabilidad en el Ayuntamiento de Barcelona. Una decisión que llega después de que Manuel Valls haya decidido apoyar "sin condiciones" por Colau.

"Ciudadanos está dispuesto a negociar con condiciones con el señor Collboni para que la ciudad de Barcelona sea una ciudad abierta y constitucionalista", ha añadido el partido dirigido por Albert Rivera a través de fuentes de la formación. Es decir, PSC sí, Barcelona en Comú no. Ayer el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, afirmó que para apoyar a un candidato socialista tendría que renegar de las políticas de Pedro Sánchez y avalar el artículo 155 de la Constitución.

El anuncio se produce después de que ayer Valls se reuniera con Inés Arrimadas en un céntrico hotel de Barcelona. El exprimer ministro francés afirmó esta mañana que su opción es que Colau y Collboni formen tándem en el consistorio y evitar así un mandato de Maragall.

¿Cómo haría Valls alcaldesa a Colau? A través de la llamada 'vía Iceta'. Es decir, un acuerdo a tres bandas entre la líder de los comunes, el socialista Collboni y el propio Valls. Los números darían: 10 concejales de Barcelona en Comú, 8 del PSC... y harían falta 3 más de llegar hasta los 21 votos en los que está fijada la mayoría absoluta. Barcelona pel Canvi cuenta con 6 actas.

A Colau, por tanto, solo le faltarían tres votos para ser de nuevo alcaldesa y desplazar a Maragall. Bastaría con que la mitad del grupo de Barcelona pel Canvi en el consistorio, tres representantes, votara a favor. Y es algo que es perfectamente plausible.

Hay que recordar que en la candidatura de Valls hay dos concejales electos que no tienen en carné naranja: el exministro socialista Celestino Corbacho y la exsenadora de Unió Eva Parera. Ellos tres, en definitiva, podrían hacer alcaldesa a Colau y fijar un dique de contención con el independentismo. Los otros tres, Mari Luz Guilarte, Paco Sierra y Marilén Barceló, han sido cargos electos del partido naranja.

Los empresarios no quieren a ERC

Los empresarios catalanes, mientras tanto, miran desde la distancia todo ese 'sudoku' y, oficialmente, dicen que "corresponde a los partidos" mover ficha. Pero ellos ya se están empezando a mover entre bambalinas, haciendo saber a las formaciones políticas sus preferencias y las coaliciones que verían con buenos ojos, tal y como ha publicado La Información. Lo que tienen claro es que no quieren para nada ver a Ernest Maragall en la alcaldía. "Sería peligroso teniendo en cuenta la situación en la Cámara", apunta uno de ellos.

El deseo de los empresarios es claro: "Si por nosotros fuera lo ideal es que el alcalde fuera Collboni". Pero también son conscientes de que el socialista tiene realmente complicado gobernar durante los próximos cuatro años en la ciudad. Los números no le dan con Valls y Bou, por lo que auparle al poder implicaría un paso a un lado de Colau, una decisión que a día de hoy se encuentra descartada.

El gran problema que tienen a corto plazo es que con la líder de En Comú Podem la relación del empresariado catalán es muy mala. Colau no trata con la gran empresa y con Foment del Treball la situación no es ni mucho menos mejor. De hecho, la todavía alcaldesa fue la única candidata que no acudió a los diferentes desayunos que organizó la Junta Directiva de la patronal catalana con los candidatos del pasado 26-M. Colau, por tanto, no tiene nexos de unión con unos empresarios que quieren hacer ver a los políticos sus preferencias.

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