Pide personarse como acusación 

Rato irrumpe en el caso BBVA como perjudicado por los audios de Villarejo

El exvicepresidente del Gobierno, que ya le denunció por decir que cobró sobresueldos en 'B', apunta ahora que es víctima de sus trabajos de espionaje.

Rodrigo Rato sale de la cárcel
Rato acaba de conseguir la libertad condicional tras más de dos años en prisión. 
Europa Press

Rodrigo Rato se considera víctima por partida doble de José Manuel Villarejo. Si hace apenas dos meses anunciaba que emprendería acciones legales contra el comisario por insinuar en conversaciones grabadas que cobró dinero en negro del Partido Popular, ahora vuelve a la carga por otro de sus muchos trabajos. El que fuera vicepresidente económico del Gobierno ha pedido a la Audiencia Nacional que dé luz verde a su personación como víctima de las escuchas supuestamente ilegales que practicó el espía en uno de los principales encargos del BBVA. Una petición que se conoce apenas días después de conseguir la libertad condicional tras cumplir más de dos años de prisión por el caso de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y Bankia. 

En un escrito remitido al juzgado y al que ha tenido acceso La Información, Rato pide al juez que dé respuesta a esta petición porque, según explica, los indicios que obran en esta pieza novena del caso Tándem justificarían que se persone como acusación particular. En concreto, alude a la existencia de unas escuchas telefónicas no autorizadas por el juzgado en el marco del proyecto denominado Trampa. En este trabajo, Villarejo interceptó las llamadas de banqueros, empresarios y políticos por su implicación en el intento de asalto de Sacyr al capital del banco que entonces presidía Francisco González. Entre las 'víctimas' de este cometido figuran los empresarios Luis del Rivero y Juan Abelló, el fallecido Emilio Botín o el exministro de Industria Miguel Sebastián. 

Aunque la entidad se desliga de cualquier irregularidad cometida por el espía y su entorno, lo cierto es que este trabajo fue uno de los más ambiciosos de todos los que llevó a cabo desde el Grupo Cenyt, de acuerdo con los informes que remitió a la entidad. El Juzgado Central de Instrucción número 6 por su parte, ha dado traslado de este escrito a la Fiscalía Anticorrupción para que se pronuncie acerca de la pertenencia de la solicitud antes de que el magistrado Manuel García Castellón resuelva sobre este asunto. Así pues, se trata de un nuevo episodio en la guerra abierta a finales del año pasado contra el comisario cuando salieron a la luz unos audios en los que éste aseguraba que fue a verle a prisión y que incluso fue uno de los altos cargos del PP que se benefició de la caja 'B' del partido. 

Quiere que rectifique

Sobre este asunto Rato ha interpuesto un acto de conciliación en los Juzgados de Primera Instancia de Móstoles con el fin de que rectifique sus declaraciones. Ya en diciembre del año pasado pidió al magistrado al frente de esta causa las grabaciones de Villarejo para poder actuar contra él. Este material se encuentra dentro de la pieza Kitchen relativa al espionaje a Luis Bárcenas por todos los documentos y dispositivos que guardaba contra el PP. "Si tengo al Rato inmortalizado diciéndome que el otro trincaba! Porque me han mandado para hablar con él... pues tú imagínatelo... y luego el Rato diciendo: 'yo estaba en la fila... Rajoy iba delante mía y cada uno con el sobre'", expuso el comisario jubilado. En respuesta, Rato negó categóricamente conocerle y dijo que esas manifestaciones constituían una "auténtica falacia y mendacidad". 

Ahora el economista actúa de nuevo tras analizar las informaciones publicadas en prensa sobre los trabajos del comisario a BBVA. El primero de ellos se centró en controlar los movimientos del 'Grupo Hostil' (nombre con el que bautizó a Sacyr) ante el temor de Francisco González de que estaban fraguando un ataque al banco que contaría además con el beneplácito del Ejecutivo socialista. El contrato se firmó el mismo año que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder y coincidió con el aterrizaje de Rato en el Fondo Monetario Internacional como director gerente. Sin embargo, y pese a su partida al extranjero, se le incluye en la lista de perjudicados por este trabajo de inteligencia de Villarejo que tenía como fin último desestabilizar a la constructora que entonces presidía Luis del Rivero. 

En el sumario de esta pieza novena del caso Tándem obra también un informe de Asuntos Internos que analiza otro de los proyectos que habría acometido Villarejo para el banco por una campaña mediática de desprestigio contra Francisco González. Los agentes explican que, entre todo el material incautado al comisario tras su detención en noviembre de 2017, se encontraba este trabajo de octubre de 2015 por informaciones perjudiciales para el banquero. El documento detectó una información publicada ese mismo año y que llevaba por título: "Francisco González perdonó 312.000 euros al ministro que le había nombrado: R. Rato". Villarejo guardó el artículo al considerar que apuntaba a FG como "directo responsable de la supuesta irregularidad".  

FG, Rato... y el caso Bankia

Con todo, este caso no es el único asunto judicial que une a los dos exbanqueros. Se produjo la circunstancia adversa en el juicio sobre Bankia. La vista oral contó con el testimonio de Francisco González antes de absolver a todos los acusados por el episodio de la salida a bolsa de la entidad. Aunque en el caso Villarejo sí está imputado, el expresidente de BBVA acudió como testigo para ofrecer su versión acerca del momento en que se produjo la fusión de las siete cajas que dieron luz verde a Bankia así como el debut bursátil de la entidad un año antes de que acabara siendo nacionalizada. González ofreció una de las testificales más contundentes al asegurar que Bankia consistió en "juntar cajas malas y sacar cajas peores" y arremetió también contra el Banco de España por su gestión en la crisis del banco.

La controversia llegó cuando confirmó el episodio de la salida de Rato de Bankia. El exvicepresidente económico del Gobierno destapó en su interrogatorio que se urdió en unas reuniones a cuatro bandas entre el entonces ministro de Economía Luis de Guindos y FG (BBVA); Botín (Santander) y Fainé (La Caixa). Según dijo, el primero de ellos fue el brazo ejecutor pero el resto respaldó la propuesta. En su turno ante el tribunal, FG no solo no lo negó sin que aseguró que el plan que contemplaba Rato para rescatar Bankia no lo veía viable y que lo mejor en ese momento era que dimitiera porque ni iba a lograr la inyección de 7.000 millones de euros ni tampoco hubiera arreglado el problema aunque hubiera obtenido la liquidez.

Mostrar comentarios