Rosa Díez: “A un miembro del EI le hubieran echado del Parlamento Europeo"

  • La exlíder de UPyD publica "Los aventureros cuerdos. Ocho años de rebelión magenta" donde no deja en buen lugar a Irene Lozano o Sosa Wagner.

    No se arrepiente de no haber pactado con Rivera, dice que no fue por ego, pero sí acusa a los candidatos a presidente de buscar solo sus sillones.

Rosa Díez
Rosa Díez

Rosa Díez (Sodupe, Vizcaya, 1952) descarta de plano que “Los aventureros cuerdos. Ocho años de rebelión magenta” (Península) el libro en el que narra la historia de UPyD, sea un ajuste de cuentas. “No es una venganza”, dice. Aún así, las referencias a Irene Lozano o Francisco Sosa Wagner no son ligeras. “Cuento los hechos, que cada cual saque las conclusiones”, resume en varias ocasiones durante la entrevista.

También es reticente a hablar de las siglas que un día creó. “Discúlpame si no hablo en nombre de UPyD”, dice, al ser preguntada por si confía en alguna esperanza magenta en el 26-J.

Pese a la abrupta debacle, en el libro no abunda la autocrítica. Es más bien una revelación de algunos episodios inéditos, como cuando el entonces jefe de la oposición, Mariano Rajoy, la llamó para comentarle su preocupación por la emergencia del partido. O como que Podemos bien podría ser en realidad un producto de Pedro Arriola, gurú del líder popular. Sí admite Díez, no obstante, que duele ver a UpyD en la irrelevancia.

Pasados los meses, ¿cómo se ve la política desde la distancia?

Me ha parecido un espectáculo muy poco edificante en términos democráticos, una inaceptable pérdida de tiempo para los ciudadanos y los problemas del país. Desde el 21 de diciembre hemos escuchado a los dirigentes hablar de aritmética, pero no de política. Todo el debate ha sido cuánto suman unos y los otros. Y eso nos ha demostrado que todos hablaban de los sillones. Daba igual peras con manzanas o con cerezas.

Lo importante era sumar para que alguien no fuera presidente o para hacer presidente a alguien. Todos han estado pensando en lo suyo, en estar mejor preparados por si vienen unas elecciones. Ninguno debería haber sido presidente, no han estado a la altura y en este tiempo han ocurrido cosas imposibles en otro país de nuestro entorno. No me imagino que el partido que quede número dos no se siente a hablar con el uno. Me parece algo inasumible en términos democráticos.

¿Cree que aquí sería posible la gran coalición?

PP y PSOE han sido en realidad el mismo grupo parlamentario desde hace mucho tiempo para las grandes cuestiones. No les han presentado la gran coalición a los ciudadanos, pero se han puesto de acuerdo en todo. En la ley electoral, aforamientos, en no reformar el sistema democrático... Nunca se han atrevido a presentarla a los ciudadanos, pero en los despachos se han puesto de acuerdo en todo.

Se hubiese requerido un acuerdo, con un máximo de dos años el compromiso de convocar un referéndum sobre la nueva Constitución y la celebración de elecciones constituyentes. Un acuerdo para abordar las tres o cuatro grandes cuestiones del país y las grandes reformas constitucionales. Un gobierno de Transición que no girase en torno al liderazgo de ninguno de los dos partidos, pero que no los cuestionase. Sin Sánchez y sin Rajoy.

¿Con un independiente entonces?

Independiente no hay nadie, al menos con responsabilidades políticas.

¿Cree que el 26-J cambiará algo?

La democracia no es solo votar, sino elegir. Y ahora conocemos no solo los programas ,sino el percal de sus dirigentes. Tenemos más información que nunca...

Atrévase con un resultado...

No creo que el resultado sea ni mucho menos mimético. No tengo ni idea de quién bajará ni subirá. Pero no creo que con tanta información sobre el comportamiento político... Ha habido partidos que al día siguiente han hecho lo contrario de lo que habían prometido. Así que no creo para nada que esté cantado. Y lo que casi me atrevo a vaticinar es que no habrá ni uno solo de los dirigentes actuales que se comporten de la forma en la que se han comportado ahora. Que el segundo no se siente con el primero, y que los otros dos se comporten como satélites dándoles igual quien está o deja de estar...

¿Se le ha hecho duro no ver a UPyD en las negociaciones?

Se ha hecho duro no estar en el Congreso. Creo que hemos sido un partido muy útil para los ciudadanos, para transformar la realidad del país. Hemos puesto en la agenda política cuestiones que estaban fuera, como la reforma de la ley electoral, la democratización, la recuperación de competencias, la reforma de la Constitución... Ese mérito es de UPyD, no de Rosa Díez, hasta nuestros adversarios lo reconocen. Me da mucha pena no ver sentado a Andrés Herzog, por el trabajo que hay detrás, de todos los magentas que no tienen nombre conocido...

Fueron los primeros en reclamar muchas cosas... pero llegó Ciudadanos y triunfó con su discurso. ¿Qué falló entonces?

Que los españoles prefieren elegir a alguien que dice que lo va a hacer, frente a alguien que dice que ya lo ha hecho. Creo que hay muchas causas, pero una cosa que sí que pesa mucho en el último año es que se genera la expectativa de que nosotros no vamos a estar y otros sí... Y entonces la gente vota a otra. Hay votantes de UpyD que votaron a Podemos, a IU... también a Ciudadanos. Habremos hecho cosas mal, pero reivindico las decisiones con orgullo. Siempre fuimos con la cara por delante, nunca hejos engañado a nadie.

Muchos achacan el fracaso de UpyD a su ego...

Es el único partido en España en el que el portavoz no puede nombrar a un vocal. Todas las decisiones políticas que tomamos fueron colectivas. Y por supuesto la de ir de forma autónoma a las elecciones, por mucho que se empeñen. Claro, ¿qué iban a decir malo de UpyD? Pues vamos contra su dirigente. Porque en lo que tiene que ver con las decisiones, no hay partido más transparente y democrático. Y con eso no pretendo reivindicarme, es algo colectivo.

En algunos casos el libro suena a venganza... Irene Lozano, Sosa Wagner... ¿Por quién se ha sentido más traicionada?

Creo que eso es tangencial a la historia de UPyD. La valoración de esas personas tampoco forma parte del libro. La ventaja de vivir en el siglo XXI, es que todo el mundo puede sacar sus conclusiones.

Pero el final de UPyD fue una guerra total. ¿Cómo vivió aquello?

Fueron momentos complicados. Se viven como en cualquier momento, gestionándolos con coherencia, honestidad y buen trabajo. Es verdad que estas personas están en la historia de UpyD, pero los protagonistas son los miles de rebeldes magentas.

En el PSOE muchos la vieron a usted también como una oportunista de la política... ¿Tiene buenas relaciones?

Tengo muy buena relación con mucha gente del partido, que respetaron en su momento que tomáramos la decisión de formar un partido político. Hay alguno con la que nunca la tuve, y tampoco la tengo ahora.

Viendo cómo está la política, quizás hasta la volvamos a ver en el PSOE.

¡Te aseguro que no!. La vuelta a la política, a volver a jugar un papel en la escena pública, puede ser... No está en mis planes, pero nunca digas nunca.

Volvamos al tema Ciudadanos, ¿se arrepintió alguna vez de no haber pactado?

No. Yo estuve entre la abrumadora mayoría que tomó la decisión de no hacerlo. Las condiciones lo hicieron imposible. Ellos no querían rendir cuentas con algunas cuestiones como el tema de los partidos localistas, los 400 tránsfugas que ya tenían entonces...

Se vio también, permítame, como una cuestión de ego por su parte.

La verdad es contrastable. La opinión de cada cual, en eso no puedo entrar.

Es muy crítica con los de Rivera... Sin programa político, sin perfil ideológico. Leyéndola parece un producto artificial y creado para mantener el sistema. La Operación Movimiento Ciudadano, dice en el libro.

Ciudadanos existía, pero había un espacio para aprovechar y el establishment siempre prefiere que no haya cambio, y si lo hay, quieren decidir cuál es el cambio, que lo ocupen unos en concreto, y se empeñan en que haya una percepción social de que ocupamos el mismo espacio. Solo cuento hechos, cada cual que saque sus conclusiones.

Dice también que García Margallo la amenazó con aplastar a UpyD si ponían en riesgo el statu quo.

Es una constatación. Esa conversación existió, claro.

También cuenta que Podemos fue casi casi un producto de Arriola y Moncloa...

Lo dice un gran empresario. No es un invento en el aire, Había ocurrido el 15-M, había una demanda para ese espacio. Eso existía. Y había gente que pensaba que si debilitaban al PSOE dominarían mejor la situación. Aprovechan la coyuntura.

¿Cree que Pablo Iglesias es un peligro para la democracia?

Nunca califico a las personas. Tengo una profunda discrepancia sobre algunas cuestiones que me producen repugnancia, como su discurso sobre Otegi, que me produce escalofríos...

Otegi dando lecciones en Europa. ¿No se le revuelve el estómago?

Me repugna, me produce una indignación y un dolor... es que ha sufrido tanto tanta gente. Han llegado a decir que no había derecho para que siguieran en la cárcel. Y como en España hay dirigentes democráticos que dicen esas cosas, pues llega al Parlamento Europeo y hace un discurso...

Me imagino que si algún diputado hubiese invitado a un terrorista de Bruselas no se hubiesen dejado entrar. Me decían que el presidente del Parlamento europeo no podía hacer nada para evitarlo. Pero estoy segura de que si alguien indicara a un miembro del Daesh, esto no se hubiese producido.

Usted ha sido un azote contra los nacionalismos, ¿Cómo ve usted el futuro en Catalunya?

Hacia un golpe de Estado democrático. No nos ha sido rentable en términos electorales, pero sí políticos. Creo que todo lo que no sea saltarse la ley es discutible, aún por mucho que estemos en contra de algunas pretensiones. Pero es que en Catalunya esa fase se ha superado, el gobierno autonómico ya se ha saltado la ley. Eso es propio de gobiernos despóticos. No es una cuestón ideológica. El derecho a decidir es una falacia. Es el derecho a decidir de unos pocos.

¿Cree que UPyD aún puede resucitar?

Discúlpalme si no hablo en nombre de UPyD, pero por respeto al partido.

¿Usted votará por UPyD?

Votar, votaré.

Mostrar comentarios