Rousseff conversa con Obama y anunciará mañana si suspende o no visita a EEUU

  • La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que conversó hoy telefónicamente con su homólogo estadounidense, Barack Obama, anunciará mañana si confirma o no la visita oficial a Estados Unidos que tiene prevista para el 23 de octubre, informaron fuentes oficiales.

Brasilia, 16 sep.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que conversó hoy telefónicamente con su homólogo estadounidense, Barack Obama, anunciará mañana si confirma o no la visita oficial a Estados Unidos que tiene prevista para el 23 de octubre, informaron fuentes oficiales.

Rousseff ha amenazado con suspender su visita de Estado a EE.UU. en caso de que no reciba explicaciones satisfactorias sobre el supuesto espionaje de una agencia de seguridad estadounidense a ciudadanos y empresas brasileñas.

"La presidenta anunciará mañana si está confirmada la visita a Washington en octubre", informó el portavoz de la Presidencia brasileña, Thomas Traumann, en una escueta nota publicada en el Blog de la Presidencia.

Fuentes de la Presidencia informaron igualmente que Rousseff recibió una llamada telefónica de Obama hacia las 18.30 hora local (21.30 GMT) de este lunes y que ambos conversaron durante veinte minutos, aunque no trascendió nada sobre los asuntos abordados.

El diálogo se produjo precisamente durante la reunión que la mandataria tuvo con su ministro de Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, para definir si mantiene o suspende el viaje.

La Presidencia ya había anunciado el sábado que la visita a Washington estaba condicionada al informe que Figueiredo presentaría sobre las conversaciones que tuvo la semana pasada en Estados Unidos con autoridades de ese país.

Figueiredo se reunió el miércoles en Washington con la Asesora de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Susan Rice, para tratar sobre las denuncias de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) de EE.UU. espió las comunicaciones electrónicas y telefónicas de Rousseff y de sus principales asesores, así como a la petrolera brasileña Petrobras.

"La presidenta ya dejó muy claro que estamos en un proceso de diálogo maduro con Estados Unidos. No es hora de bravatas. Brasil actuará en este caso con la mayor seriedad; no renunciará, de ninguna forma, a nuestra soberanía, pero sin hacer bravatas", dijo hoy a la prensa el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho,.

Las denuncias de espionaje a Rousseff y a Petrobras están apoyadas en documentos que el exanalista de la NSA Edward Snowden le entregó al periodista estadounidense Glenn Greenwald, columnista del diario británico The Guardian que reside en Río de Janeiro.

En un duro comunicado divulgado la semana pasada, la jefa de Estado de Brasil aseguró que el espionaje de Petrobras, de confirmarse, pone por tierra los alegatos de Washington de que sus intenciones son luchar contra el terrorismo.

"Si se confirman los datos divulgados por la prensa, queda evidente que el motivo de los intentos de violación (de datos) y espionaje no es la seguridad o el combate al terrorismo, sino intereses económicos y estratégicos", afirmó la mandataria.

Tras conocerse las primeras denuncias, el Gobierno brasileño convocó a consultas al entonces embajador de Estados Unidos en el país, Thomas Shannon, a quien le transmitió su exigencia de "explicaciones rápidas" y "por escrito".

Rousseff abordó personalmente el asunto hace dos semanas en una reunión que tuvo con Obama en San Pesterburgo (Rusia), en donde coincidieron para una cumbre del G20.

Tras su encuentro con Obama, la brasileña dijo que este se había comprometido a investigar lo ocurrido y a dar explicaciones.

Mostrar comentarios