La 'vieja guardia' del PP critica la capilla de Rubalcaba: "Fraga estuvo en su piso"

Reyes capilla ardiente Rubalcaba
Reyes capilla ardiente Rubalcaba

La decisión de acoger la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso de los Diputados no ha sentado bien en el sector de veteranos del PP. Consideran que la medida -acordada por la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez- no tiene precedentes y que los restos mortales del líder de la oposición deberían haber sido velados en otro lugar.

El Congreso ha acogido en cinco ocasiones la capilla ardiente de altos representantes de la política nacional. Así, en los últimos doce años las puertas del Salón de los Pasos Perdidos se han abierto para despedir a dos expresidentes del Gobierno (Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo), un expresidente del Congreso (Manuel Marín) y un 'padre' de la Constitución (Gabriel Cisneros). Rubalcaba fue el quinto.

Tras el fallecimiento de Rubalcaba, fue la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, quien se puso en contacto con Ana Pastor para que el Congreso fuera el escenario de esa capilla ardiente. La presidenta de la Cámara, que repetirá como diputada del PP en la legislatura que arranca este martes, aceptó y dio orden de preparar las instalaciones para recibir a los miles de ciudadanos que pasaron a despedirse del que fue líder de la oposición en sus últimos meses en la política.

En efecto, argumentan que tanto Suárez y Calvo-Sotelo, como Marín y Cisneros, habían sido autoridades del Estado y Rubalcaba, consideran, no tuvo la misma consideración en su época en activo. El lugar para instalar la capilla debería haber sido, según defiende este núcleo de históricos dirigentes populares, la sede de Ferraz

Los veteranos del PP recuerdan cómo fue la despedida de su otrora jefe de filas Manuel Fraga, que fue 'padre' de la Constitución. El gallego fue velado en su piso particular de Madrid. No recibió tales 'honores' a pesar de que era Jesús Posada el presidente del Congreso. Tampoco los recibió el expresidente del Congreso, Félix Pons, enterrado en su Palma de Mallorca natal. Ni José Pedro Pérez-Llorca, otro 'padre' de la Carta Magna fallecido hace unas semanas. 

Para el PP tampoco ha pasado desapercibido que el 'adiós' final se convirtiera en el primer acto de la campaña electoral del PSOE. El presidente del Gobierno en funciones reivindicó en su primer mitin en Zaragoza el legado de su malogrado predecesor al frente de la secretaría general. Este hecho es también criticado en las filas populares por haber contribuido a movilizar al electorado socialista

Entre la nómina de dirigentes del PP que pasaron por la capilla ardiente de Rubalcaba destaca Pablo Casado, que tuvo palabras elogiosas hacia una persona con la que coincidió en el hemiciclo. El expresidente Mariano Rajoy hizo lo propio y también se dejó ver por el Congreso. El único gran ausente fue José María Aznar.

Mostrar comentarios