Rubalcaba transfiere la labor de ideas a otras fundaciones para hacerla "más controlable"

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha decidido transferir la labor de la Fundación Ideas a otras fundaciones para hacerla así "más controlable" y evitar situaciones como la provocada con la destitución del que fuera director general Carlos Mulas.
La reestructuración de la Fundación Ideas estaba pendiente desde la destitución de Mulas por los pagos fraudulentos a la escritora Amy Martin.
En la reunión de la Ejecutiva, Rubalcaba informó de los ejes de una "reestructuración profunda" de la Fundación que pasa por diseccionar las funciones que hasta ahora desarrollaba.
Hizo hincapié en dejar claro que el PSOE seguirá desarrollando todas esas funciones, pero con otro organigrama que aún no está definido y que deberá estar listo a uno de enero del próximo año.
La intención de Rubalcaba es que la parte relacionada con América Latina pase a la Fundación Pablo Iglesias, y la formación y el laboratorio de ideas pasarán a otra fundación, o bien a una de las existentes o bien a otra de nueva creación.
En todo caso, esas áreas conectarán con la dirección del partido a través de los secretarios de área correspondiente.
En el caso de la política internacional pasarán por Elena Valenciano; la formación por Rafael Simancas, y los programas por Jesús Caldera, que era el máximo responsable de la Fundación Ideas y ocupa la Secretaría de Estudios y Programas en la Ejecutiva.
Hasta ahora el presidente del patronato de la Fundación Ideas era el secretario general del PSOE, pero Rubalcaba explicó que no ha pensado aún sobre si mantener esa estructura o modificarla.
Lo que sudeció, aseguró, fue un "problema de gestión" con el que se comprobó "que los mecanismos de control eran insuficientes".
Con esta reestructuración, pretende que esa gestión sea "más controlable" y evitar que algo similar vuelva a suceder.
Para el secretario general, aquel episodio fue relevante no tanto en términos cuantitativos, porque el dinero defraudado fue devuelto, como en términos políticos, porque fue "muy malo" para la Fundación y para el PSOE.