El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene listo el artículo 155, pero, de momento, no ve motivos para aplicarlo. En su última intervención en público para celebrar el 80 aniversario de la ONCE, le ha lanzado de nuevo el mensaje a Quim Torra, president de la Generalitat, de diálogo. "Ninguno de los problemas de los ciudadanos se resuelve desde la crispación sino desde el diálogo sensato dentro de la legalidad". Esto sucede minutos después de que desde Esquerra se decide rebajar la tensión el PP pide la aplicación del 155 cuanto antes.
Sánchez pronunció esas palabras después de que el president catalán apostase por la ‘vía eslovena’ para conseguir la independencia de Cataluña y en puertas de la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, que tendrá lugar la próxima semana. Los denominados ‘Comités de Defensa de la República’ (CDR) ya han alertado de que esa cita no será tranquila para los representantes del Ejecutivo, pues están promoviendo movilizaciones en la Ciudad Condal.
El presidente del Gobierno lanzó ese mensaje sin mencionar explícitamente el desafío independentista en Cataluña. Lo hizo durante la intervención después de hablar de la necesidad de llevar a la escena política la "cohesión" que en su opinión representa la labor del Grupo Social ONCE. "La cohesión es algo que tenemos que construir y tenemos que dialogar", dijo antes de dirigirse a Torra.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en la misma línea que Sánchez, ha asegurado este sábado que aunque parezca que cuando el Gobierno ofrece diálogo dentro de la ley se le critica desde todas las posiciones, cree que quienes le critican "son quienes están en contra del diálogo y de cumplir la ley".
Por su parte el diputado de ERC Gabriel Rufián ha calificado de "provocación" la celebración de ese consejo y espera que el Gobierno sepa que "no son bienvenidos", si bien ahora llama al "civismo y pacifismo" de los manifestantes. Así lo ha manifestado a los periodistas en la concentración "No hay justicia" frente a la sede del Tribunal Supremo, en la que se ha denunciado la "corrupción" del Justicia española.
Ante el anuncio de movilizaciones el diputado ha llamado al "civismo y pacifismo" pero ha asegurado que también defiende que la gente quiera estar en la calle contra un Gobierno que, en su opinión, "ha dejado a personas en la cárcel o en el exilio" por defender sus ideas políticas.
Mientras, el líder del Partido Popular, Pablo Casado reclamaba a Sánchez que aproveche su visita a Barcelona del 21 de diciembre para decir “qué día empieza a aplicarse el artículo 155, en qué momento se toma el control de los Mossos y en qué momento se van a empezar a tomar las cuentas de la Generalitat”. “¡No hay nada que dialogar con los independentistas en Cataluña!”, advirtió Casado.
Alertó de que “no se puede dialogar con un personaje que ha escrito sobre los españoles diciendo que éramos aves carroñeras, víboras o hienas”. A “una persona así”, como Torra, “lo único que puede decirle Sánchez es cuándo va a aplicar el 155, y eso no se dialoga, se aprueba en Consejo de Ministros”, defendió.
Desde Ciudadanos se eleva el tono y su portavoz en el Parlament de Cataluña, Carlos Carrizosa, ha tachado a Torra de convertirse "en el cabecilla" de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), mientras que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no le frena porque sigue siendo "rehén" del separatismo.
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