"No hay sitio para los terroristas o los extremistas, ni en los acuerdos de alto el fuego, ni en un proceso de solución política" en Siria, declaró Lavrov ante el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.
"Una tarea muy especial consiste en cortar el suministro de los terroristas a partir del exterior. Para conseguirlo, es importante cerrar la frontera entre Siria y Turquía, porque a través de ella, estas bandas reciben armas, inclusive a través de los convoyes humanitarios", afirmó.
El jefe de la diplomacia rusa destacó que una "derrota masiva de (la organización yihadista) Estado Islámico (...) y del Frente Al Nosra (rama siria de Al Qaida) es una condición previa y necesaria para preservar los derechos de la población siria, que ha sufrido demasiado".
El lunes, los equipos de la ONU enviaron ayuda a una de las ciudades asediadas de Siria, por primera vez desde el inicio de la tregua entre el régimen y los rebeldes.
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