Rusia lamenta las sanciones de la UE y apuesta por el diálogo con Bruselas

  • Rusia pidió hoy a la Unión Europea (UE) recuperar la normalidad en sus relaciones bilaterales y restó importancia a las sanciones impuestas por su principal socio comercial, al que respondió en un tono más mesurado que el empleado con EEUU.

Arturo Escarda

Moscú, 22 mar.- Rusia pidió hoy a la Unión Europea (UE) recuperar la normalidad en sus relaciones bilaterales y restó importancia a las sanciones impuestas por su principal socio comercial, al que respondió en un tono más mesurado que el empleado con EEUU.

Moscú lamentó las sanciones de Bruselas en represalia por la incorporación de Crimea, pero evitó prometer medidas recíprocas contra los Veintiocho, en una clara muestra de la importancia estratégica que da a sus relaciones con la UE.

"Es una pena que el Consejo Europeo haya tomado una decisión alejada de la realidad. Creemos que es hora de volver al terreno pragmático de la cooperación que responde a los intereses de nuestros países", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexandr Lukashévich.

Sin embargo, agregó que a pesar de su voluntad de diálogo, "la parte rusa se reserva el derecho de dar una respuesta adecuada a la medida tomada" por Bruselas.

También la UE cuida su especial relación con el gran vecino del Este, como lo demuestra el escaso alcance de las sanciones adoptadas hace dos días contra Rusia.

Los Veintiocho apenas se limitaron a ampliar a 33 la lista de sancionados rusos y ucranianos por la anexión de Crimea a Rusia, aunque pidieron que se preparen medidas de calado económico si Moscú continúa su avance en territorio ucraniano más allá de la península, algo descartado esta semana por el presidente ruso, Vladímir Putin.

En cualquier caso, y a diferencia de las intenciones declaradas por Estados Unidos, Bruselas no va a perjudicar a la economía rusa a pesar de la insistencia de Washington en este sentido.

El presidente estadounidense, Barack Obama, intentará convencer a la UE sobre la necesidad de presionar mucho más a Moscú durante su gira europea que empezará el lunes en La Haya (Holanda), donde participará en la cumbre internacional de Seguridad Nuclear y la reunión extraordinaria de líderes del G7.

En la ciudad holandesa Obama no podrá ver a Putin, después de que el G8 regresara al formato de G7 por la suspensión de la participación de Rusia en ese organismo, pero sí le verá la cara al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien encabezará la delegación de su país en la cumbre de Seguridad Nuclear.

Lavrov, a su vez, tendrá la oportunidad para tratar con sus colegas europeos sobre la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) a Ucrania, aprobada ayer en Viena tras una dura negociación entre Rusia y otros estados miembros del organismo.

Esa misión tendrá una duración inicial de seis meses, prorrogable por otros seis, y contará de entrada con cien observadores internacionales que se desplazarán a nueve regiones de Ucrania, entre las cuales no está incluida Crimea, considerada ya por Moscú como territorio propio a todos los efectos jurídicos.

La cancillería rusa manifestó hoy su esperanza de que la misión de la OSCE "permita superar la crisis interna de Ucrania, ponga fin a la actividad de las bandas nacionalistas y elimine las tendencias ultrarradicales" que según Moscú se han abierto camino en Ucrania tras la destitución del expresidente Víktor Yanukóvich.

Ajena a todas las críticas y presiones internacionales, Rusia extiende sin complejos su dominio, militar y civil, sobre la recién incorporada autonomía ucraniana.

El Ministerio de Defensa ruso presume de que 54 de los 67 barcos de la Armada ucraniana emplazados en Crimea han cambiado de bando y se han puesto bajo mando de las Fuerzas Navales rusas.

Un comunicado de esta cartera asegura, además, que "de los más de 18.000 militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania destinados en territorio crimeo, menos de 2.000 han manifestado su deseo de ser trasladados a territorio (continental) de Ucrania".

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, ha ordenado a la Flota rusa del Mar Negro, con base en el puerto crimeo de Sebastopol, que faciliten el traslado de todos los militares que desean seguir al servicio de las FFAA de Ucrania.

Según Moscú, la bandera rusa ya ha sido izada en un total de 147 unidades y destacamentos ucranianos en Crimea.

Putin promulgó el viernes la incorporación de Crimea y el puerto de Sebastopol a Rusia y dio por zanjado este proceso a pesar del vendaval de críticas de la comunidad internacional y las protestas de Ucrania, que tachan de anexión la unión de la península a la federación rusa.

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