Rusia llega a la urnas con estabilidad pero con un creciente desgaste

  • Rusia llega a las elecciones parlamentarias del próximo domingo, antesala de las presidenciales de marzo, arropada por su estabilidad económica, pero con incertidumbre sobre el futuro por el creciente desgaste de su sistema de poder.

Bernardo Suárez Indart

Moscú, 29 nov.- Rusia llega a las elecciones parlamentarias del próximo domingo, antesala de las presidenciales de marzo, arropada por su estabilidad económica, pero con incertidumbre sobre el futuro por el creciente desgaste de su sistema de poder.

Sus aceptables resultados macroeconómicos -envidiables para muchos países- permiten al oficialismo acudir a las urnas con cierta tranquilidad respecto a la continuidad de las políticas del expresidente, actual primer ministro y, casi con toda certeza, futuro presidente de Rusia, Vladímir Putin.

Pero si en las anteriores parlamentarias la victoria de Rusia Unida (RU), el partido de Putin, suscitó pocas dudas, cuatro años más tarde sus perspectivas no se antojan ya tan confortables: según varios sondeos, el oficialismo difícilmente conseguirá obtener más del 50 % de los votos.

Los partidos opositores han denunciado que las autoridades están preparando un fraude masivo para darle a Rusia Unida entre el 50 y 55 % de los votos, lo que le permitiría prácticamente conservar la mayoría constitucional de más de dos tercios que tiene en la Duma, la Cámara de Diputados.

A este coro se ha sumado el primer y último presidente de la desaparecida Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, quien ha asegurado que "las elecciones no serán limpias".

Y todo esto en un escenario en el que se han dejado oír con fuerza voces disidentes incluso en la cúpula del poder, como la de Alexéi Kudrin, cuya disconformidad pública con el incremento del gasto militar le costó hace un par de meses la titularidad de la cartera de Finanzas.

Considerado el artífice de la política económica que permitió a Rusia sortear sin pérdidas excesivas la crisis entre 2008 y 2010, Kudrin no sólo ha criticado algunas de la políticas económicas del Kremlin, sino que también ha cuestionado el monopolio de Rusia Unida.

"Por primera vez en veinte años estoy con aquellos que no tienen a quién votar", afirmó en su blog el "padre" de la privatizaciones rusas y presidente de la corporación estatal Nanotekhnologi, Anatoli Chubáis, al anunciar que no acudirá a las urnas.

Las encuestas muestran que la omnipresencia de RU comienza a hartar a la población, circunstancia que llevó a Putin a anunciar en junio pasado la creación de un "frente popular" para afrontar los comicios del domingo.

La lista de RU, que encabeza el actual presidente ruso, Dmitri Medvédev, incluye a 186 candidatos que no son militantes de la formación, recuerda en cierta manera el "bloque de los comunistas y sin partido" de las elecciones de los tiempos soviéticos.

El oficialismo se enfrenta a una oposición variopinta, que tiene una presencia muy acotada en la televisión -el más influyente de los medios-, pero que gana cada vez más espacio en internet.

"O el régimen acaba con internet o internet acaba con el régimen", aseguró la prestigiosa periodista rusa Yulia Latínina, al destacar el "cambio radical" que experimenta Rusia a medida que la red se desarrolla como medio informativo.

Si en los últimos once años, desde que llegó Putin al poder, era noticia lo que aparecía en televisión, hoy es noticia lo que ocurre en internet, añadió la citada periodista, en ocasiones muy crítica con el Kremlin.

Medvédev, futuro primer ministro, según el plan de enroque en el Kremlin, abogó hace dos semanas por endurecer la legislación para perseguir el extremismo en la red.

El presidente saliente, un adepto declarado de las nuevas tecnologías, planteó esa necesidad después de cerrar el acceso público a su cuenta en la red social rusa "vkontakte", apenas 24 horas después de su apertura tras recibir una ola de críticas.

Las principales causas de descontento son la creciente brecha entre ricos y pobres, la arbitrariedad, así como la corrupción que, como reconocen las propias autoridades rusas, ha llegado a niveles tales que ponen en peligro la seguridad del Estado.

"La corrupción y la estupidez del sistema tienen hartos a todos", dijo Medvédev en su intervención en el congreso de RU que el pasado domingo proclamó a Putin candidato a la presidencia para los comicios del 4 de marzo de 2012.

Y la oportunidad de combatir estos problemas la dará, según el actual jefe del Kremlin y posible futuro primer ministro ruso, la victoria en la urnas de Rusia Unida, la misma formación que está en el poder desde hace un decenio.

Mostrar comentarios