Rusia trata sin éxito que Consejo Seguridad llame a diálogo a Serbia y Kosovo

Naciones Unidas, 15 sep.- Rusia trató hoy sin éxito que el Consejo de Seguridad de la ONU llamara a Serbia y Kosovo a reanudar el diálogo, a un día para que Pristina tome control de dos puestos aduaneros en el norte kosovar, una medida que rechaza Serbia y que Naciones Unidas cree que podría provocar un rebrote de la violencia.

"Nuestra intención era prevenir un posible rebrote del conflicto en el norte de Kosovo. Nuestro mensaje principal era la necesidad de que el diálogo continúe", aseguró ante la prensa el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, al término de la reunión de urgencia celebrada en el Consejo de Seguridad a petición de Serbia.

Churkin detalló que la delegación rusa había preparado un comunicado de prensa que debían aprobar los quince miembros del Consejo de Seguridad y en el que se llamaba a "todas las partes" a retomar el diálogo, teniendo en mente sobre todo la cuestión de los puestos aduaneros en la zona habitada por serbokosovares.

"Los miembros del Consejo de Seguridad subrayan la necesidad de que Belgrado, Pristina y el resto de partes interesadas que solucionen las cuestiones pendientes a través del diálogo", rezaba ese comunicado que finalmente no fue aprobado por el Consejo, debido a que "algunos miembros mostraron sus reticencias" al respecto.

Así lo indicó Churkin, que subrayó las "serias preocupaciones" que su delegación comparte con Serbia acerca del hecho de que este viernes las autoridades kosovares se vayan a hacer cargo de dos puestos fronterizos con Serbia en el norte de Kosovo, en un plan diseñado con la OTAN y la Eulex, la misión de la Unión Europea.

En la reunión de urgencia del Consejo participó el subsecretario general adjunto para Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, el guatemalteco Edmond Mulet, quien ofreció un informe detallado de los últimos acontecimientos sobre el terreno, especialmente en el norte de Kosovo, donde, alertó, persiste la tensión.

"Nos preocupa que los planes anunciados puedan llevar a un endurecimiento de las posiciones sobre el terreno, amenazar la estabilidad y llevar a otro brote de violencia", dijo Mulet ante los quince miembros del Consejo de Seguridad sobre los planes de pristina de tomar control de los dos puestos aduaneros.

"Pristina y Belgrado deben tomar la responsabilidad de prevenir que surja la violencia en Kosovo mañana (viernes) y en el futuro", añadió el subsecretario general, que mostró el rechazo de la ONU a "la retórica recalentada de cualquier parte, incluida cualquier acción unilateral que amenace los avances y el futuro del diálogo".

Este mismo jueves, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su preocupación ante el asunto y también pidió a las partes que eviten "acciones unilaterales" y que realicen "todos los esfuerzos necesarios para evitar la escalada de la tensión y evitar confrontaciones que conduzcan a la violencia en el norte de Kosovo".

En la reunión del Consejo de Seguridad también participaron los ministros de Exteriores de Serbia, Vuk Jeremic, y de Kosovo, Enver Hoxhaj, quienes mostraron versiones distintas de las implicaciones de la medida que el viernes aplicará Pristina en los dos pasos fronterizos en cuestión.

"Hay una amenaza creíble a la paz y la estabilidad en la provincia", dijo ante la prensa Jeremic, quien tachó la decisión de Pristina de "ilegal e ilegítima" al haber sido decidida "fuera del diálogo" con las autoridades serbias, por lo que pidió que se detenga la medida y se reanude el diálogo "mañana mismo".

Hoxhaj, por su parte, defendió también tras la reunión la decisión de Pristina apoyada por la Eulex, pero aseguró que está "altamente preocupado" por "las amenazas vertidas por las autoridades serbias" al respecto, a las que acusó de usar "una retórica peligrosa para la paz y la estabilidad de los Balcanes".

El pasado mes de julio, fuerzas especiales kosovares ocuparon los puestos fronterizos con Serbia, una operación ante la que grupos de serbios radicales respondieron con violencia, lo que provoca el temor en la ONU de que la acción de este viernes pueda repetir una situación similar.