El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha procesado al histórico etarra Antonio Troitiño por su reingreso en la banda terrorista ETA y por la falsificación de varios documentos oficiales. El magistrado ha dado por cerrada la investigación a pesar de que el etarra ha huido de España y sobre él que pesa una orden de ingreso en prisión provisional incondicional.
Troitiño fue detenido en febrero por la Policía británica tras la orden emitida por el instructor, que lo reclamaba con el fin de juzgarlo en España por los nuevos delitos cometidos. Sin embargo, la justicia del Reino Unido le dejó en libertad provisional a la espera de que el próximo 23 de junio se celebre la vista de extradición, momento en el que el tribunal británico decidirá si es entregado a España o no.
En su auto de procesamiento, Ruz señala que Troitiño se reincorporó a ETA una vez que en abril de 2011 quedó en libertad tras pasar 24 años encarcelado, entre otras cosas por participar en el atentado en 1986 contra un autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana en Madrid, donde fallecieron 12 agentes y hubo más de 50 heridos. Su excarcelación fue provocada por un error de la Audiencia Nacional, que no le aplicó la doctrina Parot. Cuando el tribunal quiso corregir y ordenar su detención para su reingreso en prisión, el terrorista ya había huido.
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En ese momento, como dice el propio escrito del juez Ruz, Troitiño "pasó a la clandestinidad" y se escondió "primeramente en lugar no identificado de territorio español, desde donde se puso de nuevo en contacto con la organización terrorista" para que ésta "le ayudara a huir de España y así hacer ineficaz la busca y captura dictada".
Para salir del país, hizo llegar una fotografía suya al subaparato de falsificación de la ETA (FAL), encuadrado dentro del Departamento Logístico de la banda, que realizó seis documentos de identidad españoles simulados con su imagen y distintos nombres. Según explica Ruz, estos documentos encontrados en poder de Troitiño en junio de 2012 fueron analizados por la Policía Científica, que concluyó que tenían el mismo origen que otros intervenidos a diversos miembros de la organización terrorista, como José Antonio Lerín o Daniel Pastor. Al etarra también se le intervinieron dos permisos de conducir falsos, ambos con su foto pero con otra identidad, y dos tarjetas sanitarias europeas.
Fue Lerín quien acogió en Londres a Troitiño "asumiendo ambos directrices recibidas con antelación de ETA, de acuerdo con la reglamentación interna de la banda y al denominado Protocolo de Refugiados de la organización terrorista", destaca el instructor, quien sostiene que de todas las diligencias practicadas "quedan suficientemente acreditados, de modo indiciario, pero plural", los delitos de pertenencia en organización terrorista y falsificación de documento oficial.
A pesar de que Troitiño ya ha sido condenado y ha cumplido la pena por pertenecer a ETA, Ruz sostiene que en esta causa no se puede hablar de cosa juzgada, porque su ingreso en la cárcel como consecuencia de otras condenas "habría supuesto una ruptura en la secuencia de su pertenencia, permitiendo la imputación por un nuevo delito", tal y como sostiene la jurisprudencia del Tribunal Supremo.Su paso a la clandestinidad
"Puede racionalmente afirmarse, como indica el Ministerio Fiscal, que la presencia de Troitiño en Reino Unido y junto a Lerín no es casual, sino que habría de revelar una reintegración en la organización terrorista. Todo el proceso por el cual un militante de ETA se traslada a vivir en la clandestinidad no supone una decisión individual y aislada, sino que obedece a una reglamentación interna de la organización y al llamado Protocolo de Refugiados de ETA. Desde esta perspectiva, y en el caso de Troitiño, la actividad imputada supondría una reintegración en la organización después de su salida de prisión", recoge el auto.
Entre otros documentos, Ruz se basa en toda la información incautada a Francisco Javier López Peña, Thierry, sobre el Colectivo de Refugiados Políticos Vascos, que acredita que cuando Troitiño fue detenido por primera vez en Londres en junio de 2012 –por la orden de la Audiencia Nacional que luego quedó eliminada tras la derogación de la 'doctrina Parot' por Estrasburgo– se encontraba de nuevo integrado en las estructuras clandestinas de ETA. "La elección del país, la vivienda donde se ocultaba, la documentación falsa y la persona con quien vivía no eran en modo alguno elección suya, sino de la organización", entiende el juez.
De la documentación de Thierry se desprende que los etarras que deben ir al extranjero quedan siempre bajo la dependencia disciplinaria de colectivo, "que decidirá cuál será la labor de los militantes huidos en el país donde se encuentren". Su actividad puede ser, según explica el propio Ruz, desde la facilitación o realización de misiones encomendadas a la simple estancia en el lugar hasta que la organización disponga algo.
Entre los puntos de obligado cumplimiento para el huido, se encuentra la acogida inicial de la persona por otro miembro de la organización o afín, la legalización de su situación documental, el estudio del idioma, la búsqueda de trabajo y la de residencia definitiva. Conseguida nueva vivienda, él mismo podrá acoger a otro militante y siempre deberá adoptar unas determinadas medidas de seguridad en las comunicaciones con la familia, que obligatoriamente se producirán a través del colectivo de refugiados, con el fin de no ser detectados por la Policía.
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