Salamanca salda su deuda con Unamuno 75 años después, según su nieto Pablo

  • "Setenta y cinco años son muchos para que llegue este momento, pero ha sucedido" ha asegurado hoy en Salamanca uno de los nietos de Miguel de Unamuno, Pablo, en alusión a la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad y del título de Hijo Adoptivo al que fuera rector de la Universidad salmantina.

Salamanca, 11 jun.- "Setenta y cinco años son muchos para que llegue este momento, pero ha sucedido" ha asegurado hoy en Salamanca uno de los nietos de Miguel de Unamuno, Pablo, en alusión a la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad y del título de Hijo Adoptivo al que fuera rector de la Universidad salmantina.

En declaraciones a los periodistas momentos antes de recoger la Medalla de Oro de la ciudad y el título de Hijo Adoptivo que el Ayuntamiento de Salamanca ha concedido, por unanimidad y a título póstumo, a Miguel de Unamuno, su nieto Pablo ha reconocido que existía esa deuda, pero que "se ha saldado" con ambas condecoraciones.

Según sus palabras, "75 años son muchos" hasta que "ha llegado este momento, quizá se ha tardado demasiado tiempo".

En todo caso, Pablo Unamuno ha reconocido que "esa deuda" empezó a saldarse hace unos meses -el 7 de octubre de 2011-, cuando el Consistorio restituyó a su abuelo "el acta de concejal y el título de alcalde-presidente honorario" que le habían sido arrebatados en una sesión secreta celebrada el 13 de octubre de 1936.

No obstante, el nieto del pensador, que ha reivindicado el pensamiento de Miguel de Unamuno en los momentos actuales, pues en su opinión "hacen falta 'unamunos' que vayan contra la injusticia, contra el fraude y contra la corrupción", ha subrayado que, con la entrega de ambos títulos, "culminan 75 años de dedicación de la ciudadanía de Salamanca" al que fuera rector.

Asimismo, ha subrayado "el enorme cariño" que han dispensado a Unamuno instituciones como la Universidad y el Ayuntamiento, cuyos responsables le han brindado "gran cariño y han hecho montones de cosas por revitalizar su figura".

Ya en su discurso ante el público que se había dado cita en el Teatro Liceo, en su mayoría representantes de las instituciones públicas, que ha estado precedido por la lectura del expediente de concesión por el concejal de Cultura, Julio López Revuelta, Pablo Unamuno ha recalcado la "estrecha" relación de su abuelo con Salamanca.

Sin embargo, ha reconocido que, en un principio, el filósofo, que se afincó en la capital salmantina a mediados de 1891 y salvo el paréntesis de su destierro de 1924 a 1930, permaneció en ella hasta su muerte -31 de diciembre de 1936-, no tuvo elogios para Salamanca.

A pesar de ello, ha añadido: "No cabe duda que se sintió íntimamente unido a la ciudad desde el primer momento", como lo prueba el hecho de que en ella "desarrolló por completo su vida académica, una buena parte de su actividad política y literatura, y totalmente su vida familiar; sus nueve hijos -ha recordado- se criaron en Salamanca".

Del mismo modo, ha llamado la atención sobre el hecho de que "nunca" renunció a su condición de vasco -había nacido en Bilbao en 1864-, pero que "se identificó por completo" con la capital salmantina, a la que "más y mejor cantó con su poesía".

Pablo Unamuno, que ha salpicado sus palabras con textos de su abuelo y con las vivencias de éste en la ciudad, sin olvidar la faceta familiar, ha finalizado su intervención con una oda a la ciudad que Miguel de Unamuno escribía en 1907: "Cuando yo muera/guarda, dorada Salamanca mía,/tú mi recuerdo./Y cuando el sol al acostarse encienda/el oro secular que te recama,/con tu lenguaje, de lo eterno heraldo/di tú que he sido".-EFE

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