La luz es tenue. Está ahí, en algún lugar, pero no se termina de apreciar. La luz del túnel que sería el fin del estado de alarma en el que España está inmersa desde el pasado 14 de marzo ya empieza a notarse y, sobre todo, viene con cierta apertura para los niños. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que pedirá al Congreso la tercera prórroga del estado de alarma, hasta el 9 de mayo incluido, y ha adelantado que propondrá a los presidentes autonómicos tomar medidas para que los niños puedan comenzar a salir a la calle a partir del 27 de abril de una manera "limitada y controlada".
En concreto, el jefe del Ejecutivo ha señalado que, en la reunión que el domingo mantendrá con los presidentes autonómicos, planteará la posibilidad de habilitar medidas que permitan a los menores salir de sus casas. En cualquier caso, tanto para esta medida como para otras decisiones de relajamiento futuras, Sánchez ha sido tajante con que, al menor síntoma de retroceso en los datos, se volverá al cierre absoluto.
"Tras consultar con especialistas en psicología infantil y pediatría, los expertos consideran que es posible aliviar el confinamiento de los niños a partir del 27 de abril", ha afirmado antes de evitar entrar en más detalle porque ese aspecto es el que quiere abordar y detallar con los dirigentes regionales. También se analizará con los expertos el techo de edad para poder salir a la calle aunque el punto de referencia será la Ley de Salud Pública, que son los 12 años.
En paralelo, la dirección general de Infancia, que depende de la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, está trabajando en el equipo de desescalada del Gobierno y en coordinación con el Ministerio de Sanidad sobre cómo debe ponerse en marcha esta salida de los niños. Desde hace días, además, Infancia está trabajando en propuestas concretas para mejorar la situación de los niños y niñas durante esta emergencia.
Como en las dos anteriores ocasiones en las que se anunció la petición de una prórroga, el jefe del Ejecutivo ha esperado al fin de semana previo a la cita en el Congreso y, como suele también hacer los sábados desde que se declaró la cuarentena, ha aprovechado para resumir la situación y defender las medidas adoptadas por el Gobierno por encima de cualquier consideración.
Antes de anunciar la nueva prórroga, Sánchez ha hablado en todo momento en pasado cuando se refería a la lucha contra el coronavirus. "Hemos conseguido lo más difícil y lo más duro gracias a la disciplina social de todos" y "hemos dejado atrás los momentos más extremos y resistido la embestida mortal de la epidemia" han sido dos de las frases que ha lanzado antes de admitir que "los logros son frágiles" y que, por lo tanto, cualquier decisión que se tome debe hacerse con la máxima cautela.
El presidente del Gobierno ha explicado que el nuevo estado de alarma no será igual (ha apuntado incluso que serán "diferentes estados de alarma") y ser irá levantando por fases después de que los españoles hayan dado "una lección ejemplar" y hayan sido "los ciudadanos occidentales que con más rigor han cumplido las restricciones. "Con el sacrificio de todo hemos logrado contener la propagación del virus", ha subrayado Sánchez, quien ha insistido en que "los logros obtenidos aún son insuficientes y frágiles" para levantar el confinamiento de forma absoluta para toda la población.
Eso sí, cuando se le ha preguntado de forma específica sobre las distintas situaciones en las comunidades autónomas, el jefe del Ejecutivo ha usado el término "desescalada asimétrica" para definir lo que vendrá a partir de ahora sin que necesariamente coincidan las medidas con territorios autonómicos completos o concretos, por lo que la retirada de las medidas de confinamiento podrá ser "diferente" en función de las situaciones de los territorios, y no sería "homogénea" como lo fue la implantación del estado de alarma. "Lo importante en estos momentos de desescalada es la unidad", así como la "generosidad" de todos, ha declarado a la vez que puntualizaba que en esta futura fase también contará con la opinión y apoyo de los ayuntamientos.
"Contemplamos una lenta marcha hacia la normalidad", ha incidido el dirigente socialista para subrayar la importancia de la unidad e incluso ha pedido a los medios comprensión "porque habrá medidas que parezcan eficaces y otras que no" y, ante ello, "hay que abordarlas con la máxima humildad y cautela".
En ese regreso a la normalidad que se avecina, Sánchez no ha querido adentrarse en la posibilidad de si esta desescalada llegará a tiempo para las vacaciones de verano. "Ojalá podamos", ha contestado sin arriesgarse a más excepto a indicar que el Gobierno "siempre trabaja" para que la salida a esta situación se produzca lo antes posible.
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