El debut en Bruselas soñado por Sánchez: Merkel apoyará al sur con la inmigración

  • Los quince líderes de la UE abren la puerta a acuerdos bilaterales y trilaterales aunque los primeros contactos han dado pie al optimismo.
Pedro Sánchez junto a Merkel en la minicumbre
Pedro Sánchez junto a Merkel en la minicumbre
Pedro Sánchez junto a Merkel en la minicumbre
Pedro Sánchez junto a Merkel en la minicumbre. /EFE

Un hilo de esperanza. La cumbre informal sobre inmigración que han celebrado los dieciséis países de la Unión Europea en Bruselas terminó con progresos para forjar un acuerdo en el Consejo Europeo de la semana próxima. Es la sensación de los protagonistas de la misma. Y no es poco, tal y como corren los tiempos, con Trump pidiendo expulsiones sin juzgados e Italia recordando a otras épocas.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo una de esas frases que calman, al estilo de Draghi tranquilizando los mercados. "No se puede dejar solos a los socios más afectados por la llegada de la inmigración irregular". Todo un apoyo al sur de Europa. Junto a esta pronunció otra advertencia: los refugiados "no pueden elegir" en que país piden asilo. Macron también estaba contento. "Me alegro de que tengamos un enfoque de conjunto, tratando soluciones externas, como la protección de las fronteras, y soluciones internas, para los movimientos secundarios. Es el único modo de tratar la crisis", dijo.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que debutaba en Bruselas, se ha mostrado esperanzado tras las reuniones y ya no ve una quimera que la Unión Europea llegue a un acuerdo común para hacer frente al problema de la inmigración. "Esta cumbre ha sido todo un paso adelante", ha sentenciado.

Pedro Sánchez avanzó que volaba a Bruselas "para defender la Europa de los derechos sociales y luchar contra la xenofobia" (@desdelamoncloa)
Pedro Sánchez voló a Bruselas "para defender la Europa de los derechos sociales y luchar contra la xenofobia" (@desdelamoncloa)

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, también se mostró satisfecho al percibir "una señal de que hay una voluntad de ir hacia más cambios operacionales" en la política migratoria europea y que se había desarrollado "mejor de lo esperado".

"Espero que haya cumplido el objetivo de entendernos mejor los unos a los otros la semana que viene", dijo Muscat a la prensa, donde además recordó que "hay personas en el mar ahora mismo" y que "la situación escalará si no se toman decisiones en los próximos días".

En la misma línea se pronunció el primer ministro belga, Charles Michel, quien dijo que si los países continúan trabajando en los próximos días en "medidas realmente operacionales" será posible conseguir "progresos" en el Consejo Europeo del próximo jueves. Michel instó en concreto a trabajar sobre la protección de las fronteras exteriores de la UE para conseguir una "solidaridad" europea "efectiva" en materia migratoria y a buscar acuerdos con países fuera de la UE.

El belga ya había defendido en su entrada a la cumbre la necesidad de tener controles "reales y estrictos" en las fronteras externas de la UE, así como de "ir al fondo de los detalles" sobre los 'hotspots' o centros de migrantes y de reformar el reglamento de Dublín para asegurar "solidaridad y responsabilidad" entre los socios europeos.

Las propuestas de España

En la cumbre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha defendido la creación de "centros controlados" en las fronteras exteriores de la UE, como puede ser en países del norte de África, a la vez que ha apelado a su voluntad de trasladar "una actitud constructiva e integradora" que reivindique la prevalencia de "los valores europeos" y el respeto a los derechos humanos. 

Propuestas ha dado muchas, pese a las reprobables últimas acciones de Italia su primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que ha pedido a sus socios comunitarios que se establezcan "cuotas de entrada para migrantes económicos" en todos los países de la UE, bajo la amenaza de un recorte en fondos europeos a aquellos países que se nieguen a cumplirlas. 

El Gobierno italiano ha planteado diez puntos que Roma cree que pueden servir para aportar una solución al reto migratorio, e incide en que es necesario reformar el conocido como Reglamento de Dublín, que establece las reglas para la gestión y tramitación de las solicitudes de asilo en la UE, y que ahora determinan que la petición debe realizarse en el país de llegada.

En ese sentido, recalca que "quien llega a Italia, llega a Europa" por lo que la UE debería tener una "responsabilidad compartida" respecto a aquellos migrantes rescatados en el mar Mediterráneo, a la vez que asegura que "el sistema Schengen (libertad de circulación entre países) está en juego".

"La obligación de rescate no puede convertirse en una obligación de procesar las solicitudes de asilo en nombre del resto" de países miembros, dice el texto, que también pide la creación de centros de migrantes en otros países de la UE además de Italia, como por ejemplo España, y abre la puerta a que también estén situados fuera del bloque comunitario, en el norte de África.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han coincidido en que se debe encontrar "una solución europea" para hacer frente al reto migratorio aunque ambos han resaltado que esa solución no ha de pasar necesariamente por un acuerdo entre los Veintiocho sino entre aquellos países miembros que "decidan avanzar juntos".

Dan por hecho que el acuerdo entre los 28 puede ser un exceso pese a las buenas sensaciones por lo que tanto Francia como Alemania han abierto las puertas a los acuerdos bilaterales o trilaterales, aunque la solución sea europea.

Una forma de ver Europa que encaja peor el líder luxemburgués, Xavier Bettel, que ha manifestado que "no hay una solución nacional sino europea a este tema y la Europa que yo quiero no es la que busca soluciones nacionales", ha reivindicado. Parece que al menos esta minicumbre ha dado pequeños pasos en esa dirección. Veremos.

en plena cumbre

Y Colau ofreció  Barcelona como puerto seguro

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha ofrecido hoy la capital catalana "como puerto seguro" para acoger al millar de emigrantes que, según Proactiva Open Arms, navegan a la deriva en el Mediterráneo. La ONG española ha denunciado que las autoridades italianas han dado orden de no intervenir en los rescates de un millar inmigrantes que navegan a la deriva en el Mediterráneo porque se va a encargar la Guardia Costera de Libia. "Ahora mismo más de 1.000 personas a la deriva en 7 barcas e Italia pretende dejarlas en manos de Libia, donde se tortura, viola y esclaviza a las personas", ha denunciado la alcaldesa de Barcelona en su cuenta de Twitter.

Colau ha hecho una apelación directa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, para que "ayuden a Open Arms a salvar vidas" y concluye: "Barcelona se ofrece como puerto seguro".

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