El presidente del Gobierno tiene una papeleta sobre su mesa: nombrar sustituto al ministro más mediático de su gabinete. La decisión de colocar a Salvador Illa como cabeza de lista del PSC en las elecciones catalanas del 14-F obliga a Pedro Sánchez a encontrar un recambio de peso para la cartera de Sanidad, sobre la que han recaído muchas de las grandes responsabilidades del Ejecutivo tras la aparición de la pandemia de coronavirus.
El nombramiento sorpresa de Illa para 'combatir' en el escenario catalán del próximo febrero ha supuesto, a su vez, apartar al histórico Miquel Iceta con el objetivo de arañar espacio en unos comicios decisivos en los que mejorar el resultado del PSC es una baza política de dimensiones incalculables de cara a equilibrar pulsos con los partidos independentistas.
La imagen de Illa, que se presentaba gris al comienzo de la legislatura, ha ido cobrando más y más peso hasta el punto de haberse convertido en una pieza clave del Ejecutivo de coalición. Entre los posibles sustitutos, Pedro Sánchez podría buscar relevos naturales, como podría ser Isabel Calzón, actual secretaria de Estado de Sanidad. Calzón es médico de profesión, especializada en Medicina Preventiva y Salud Pública, aunque ha ejercido también como epidemióloga. Fue nombrada por Sánchez para hacer frente a la pandemia el pasado mes de agosto.
Otra de las fichas que podría mover Sánchez sería la de María Luisa Carcedo, presidenta de la Comisión de Política Territorial y Función Pública y secretaria de Sanidad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Carcedo ya ocupó la cartera de Sanidad, cuando fue elegida para sustituir a la dimitida Carmen Montón.
También podría darse un cambio de cromos, tal y como informa El País. Carolina Darias, actual ministra de Política Territorial y Función Pública, podría recalar en Sanidad y Miquel Iceta podría convertirse en ministro para llevar las relaciones con las comunidades autónomas. No sería un movimiento descabellado ya que Darias ha tratado codo con codo con Illa durante la gestión de la pandemia y Sánchez cumpliría, así, con la cuota socialista catalana en el Consejo de Ministros.
Otro nombre del que podría echar mano Sánchez es de Rafael Bengoa, una eminencia a nivel mundial. Fue consejero del Gobierno vasco con Patxi López y asesor de la administración Obama para su reforma sanitaria. El presidente lo conoce bien ya que trabajaron juntos durante su primera etapa como secretario general del PSOE.
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