En vísperas de la semana clave en Bruselas

La derrota de Calviño pone en peligro el súperfondo que busca Sánchez en la UE

La pinza de los países del norte en la votación del Eurogrupo complica las negociaciones de cara al Consejo Europeo del próximo viernes y sábado. No basta con tener como aliados a Alemania, Francia o Italia.

'Operación Calviño':
La derrota de Calviño pone en peligro el súperfondo que busca Sánchez en la UE
EFE

La derrota de Pedro Sánchez y de Nadia Calviño en la votación final de la Presidencia del Eurogrupo ha caído como una losa en el área económica del Gobierno. Fuentes de Moncloa se empeñaban este jueves, minutos después de decantarse la balanza del lado del irlandés Donohoe, en señalar que la vicepresidenta económica ha sido "una gran candidata" en todo el proceso.  Desde el equipo presidencial intentaban elevar la moral de los suyos destacando su "trabajo infatigable para consolidar la economía española y garantizar el futuro de la UE". Lo cierto es que la derrota ha sido dura y se produce, además, a las puertas de una cita histórica -como la ha definido el propio Sánchez- para dilucidar el reparto y las condiciones del fondo europeo de reconstrucción. Hay 750.000 millones en juego y los países del norte han enviado un serio aviso a las grandes potencias del viejo continente.

El Consejo Europeo que arranca el próximo viernes en Bruselas está al rojo vivo, más si cabe tras la videoconferencia de ayer de los ministros de Economía y Finanzas. La fotografía que salió ayer la votación dejó claro que existen profundas diferencias entre los países en liza y que no todos reman al unísono. Hay una clara y profunda división entre norte y el sur, entre los frugales y los del Mediterráneo e, incluso, entre los 'big four' (Alemania, Francia, Italia y España) y el bloque que lidera Países Bajos, por citar a su primer ministro, Mark Rutte, como el más combativo.

El Eurogrupo de despedida de Mario Centeno también deja claro que no basta con tener como aliados a Alemania o Francia. A Calviño le valió poco. Los países más modestos, con economías más reducidas, pueden hacer saltar por los aires cualquier acuerdo. Y eso quedó claro ayer en la votación donde la potente diplomacia desplegada para que España se hiciera con la Presidencia del grupo de ministros de Economía y Finanzas naufragó, en la orilla, frente a la pinza de los pequeños aliados. Una lección para el Consejo Europeo: no minusvalizar al oponente, por pequeño que sea.

Sánchez se implicó, y mucho, en la 'Operación Calviño'. Lo reconocía la propia vicepresidenta económica en un mensaje que difundió ayer. "Quiero agradecer el apoyo que he sentido durante estos días. De las fuerzas políticas y los agentes sociales. De tantos amigos y también de ciudadanos anónimos. Y, sobre todo, mi profundo agradecimiento al presidente Pedro Sánchez por su plena implicación y respaldo". 

Moncloa, efectivamente, desplegó toda su diplomacia y consiguió hasta nueve apoyos. No fueron suficientes ante un grupo de diez países liderados por el Benelux y los bañados por el Báltico a los que no les importó unir sus votos en la segunda y decisiva votación para vencer a la española. La agenda de estos gobiernos, multicolor, por cierto, como se encargó de destacar Donohoe en su primer discurso como presidente del Eurogrupo, parece unificada frente al resto y eso es algo de lo que hay que tomar nota para la semana que viene. Algunos ya conocen a esta situación como la rebelión de la Liga Hanseática.

Sánchez impulsa su agenda europea de cara al 17 y 18

El presidente se encontraba ayer por la tarde en Vitoria, en un mitin de campaña, donde conoció el resultado de la votación. Dicen en su equipo que es "normal" que se le notara afectado por una derrota así pero admiten que ahora el gabinete se va a centrar en la trascendental cita del 17 y 18. No esperan que de ahí salga un acuerdo final y más tras lo sucedido en el Eurogrupo. Pero Sánchez ya tiene la vista puesta en ese "hito". De hecho la próxima semana será de viajes. Además del de Bruselas, dos citas importantes: con Angela Merkel y con Rutte. El holandés es clave para decantar la balanza, como ya lo fue en las negociaciones de abril.

En clave política, en España, el PP se expresó ayer en términos duros contra lo ocurrido en el Eurogrupo. Los populares ya vivieron en su día el fracaso de Luis de Guindos para el mismo cargo. "Un claro fracaso de Pedro Sánchez", afirmaron fuentes de Génova. "A pesar del apoyo que hemos mostrado en todo momento, el Gobierno ha preferido no informarnos de las gestiones realizadas y ha evitado solicitarnos algún tipo de ayuda para hacer un frente común en Europa", explicaron desde el equipo de Pablo Casado. "Es evidente que la candidatura de Calviño nacía debilitada al representar a un Gobierno que es fruto de una coalición con un partido radical y populista como Podemos. La decisión refleja, en definitiva, la pérdida de peso de España en Bruselas, que se suma a los tres directores generales que hemos perdido en la Comisión desde que Sánchez es presidente del Gobierno. También se retiró la candidatura a la OMC de González Laya", añadieron.

Hay que recordar que hace ahora un año Sánchez ya postuló a Nadia Calviño para dirigir el FMI. Pero Moncloa decidió retirar a las primeras de cambio su candidatura para apoyar la de Lagarde, que fue la ganadora. "El Gobierno apuesta por lograr un acuerdo europeo, sin que la ministra de Economía Nadia Calviño participe en la siguiente fase", argumentó entonces el Ejecutivo. "España estará siempre dispuesta a promover el consenso entre los países de la UE para elegir una candidatura común", añadió.

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